LA INICIACION DE TIPHERETH
"Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del Hombre estará en el Corazón de la Tierra tres días y tres noches".Mateo 12: 40
Con Tiphereth suceden acontecimientos extraordinarios, cualquier Iniciado puede recibir la Iniciación de Malchuth, la de Jesod, la de Hod, la de Netzach y por último la quinta para convertirse en Maestro, que es la de Tiphereth. Pero alguien puede recibir la Quinta Iniciación del Alma Humana y convertirse por tal razón en un Maestro, y sin embargo no alcanzar la Iniciación de Tiphereth.
La Iniciación de Tiphereth viene propiamente después de la Quinta Iniciación de Fuego. No siempre el que recibe la Quinta Iniciación, tiene la dicha de alcanzar la Iniciación de Tiphereth, esa es una Iniciación muy secreta. La recibe el que agarra la Vía Directa.
En el Segundo Triángulo del Árbol de la Vida, el Cristo Cósmico tiene como centro de gravedad a Tiphereth, ahí viene a manifestarse.
Hay cosas que merecen ser reflexionadas, analizadas, comprendidas. Para que el Segundo Logos, Vishnú o Cristo Cósmico pueda salvar a un hombre, tiene que convertirse en el Jesús-Cristo Particular Intimo.
El Cristo en sí mismo es una Fuerza Cósmica; sólo que de alguna forma se humanice esa Fuerza puede salvar a un hombre.
La Ley del Logos Solar, el Cristo Cósmico, es Sacrificio por la Humanidad. El se sacrifica desde el amanecer de la vida crucificándose en todos los mundos en todo nuevo planeta que surge a la existencia, para que todos los seres tengan vida y la tengan en abundancia.
Sólo después de haber pasado por las Cinco Iniciaciones de Misterios Mayores y como una gracia muy especial, previo Sacrificio por la Humanidad, puede reencarnarse el Cristo en nosotros. Para comprender cómo esa Fuerza Cósmica se humaniza en nosotros, hay que aprender a manejar las Trimurtis.
Hay hermanos que les cuesta mucho trabajo entender esto de las Trimurtis; están acostumbrados a pensar por ejemplo en el Primer Logos, Segundo Logos y Tercer Logos, o sea, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero luego viene una Segunda Trimurti en donde hablamos nosotros de Osiris, Isis y Horus; entonces ahí se confunden. Esto es porque realmente la conversión de una Trimurti en otra Trimurti, no se puede hacer a base de puro racionalismo, hay un factor en esta conversión de Trimurtis, que es completamente Espiritual, porque sólo intuitivamente se puede aprehender, capturar, asir.
Kether-Padre, Chokmah-Hijo y Binah-Espíritu Santo son tres personas distintas y un solo Dios verdadero, así lo enseña la Teología. Esas Tres Personas, aunque triunos, en el fondo son sólo Uno Individual, que es el Padre.
Dentro del Padre está el Hijo y está el Espíritu Santo. Así como dentro del Hombre Verdadero está el Cuerpo, está el Alma y está el Espíritu Santo, así dentro del Viejo de los Siglos, está pues también, el Hijo y el Espíritu Santo que forman Uno solo, Integro, Unitotal. En el Antiguo Egipto a ese Único, Unitotal se le llamaba Osiris. (Ver Capítulo 7).
Osiris puede desdoblarse y se desdobla en Isis. Eva siempre sale de la costilla de Adán, tanto abajo como arriba, no tiene nada de raro pues que de Osiris el Adám-Solar, salga la Eva-Solar, la Urania-Venus, la Esposa de El. Del Uno siempre sale el Dos, así es como el Padre que está en secreto tiene su esposa que es la Divina Madre Kundalini. Osiris siempre tiene por esposa a Isis.
De la perfecta unión de ellos dos (Osiris e Isis) nace el niño Horus (Aurus). Ella y El se aman y como resultado de su amor ella concibe por obra y gracia del Espíritu Santo, es decir, por obra y gracia de su esposo, el Tercer Logos, desciende el Cristo o Segundo Logos a su vientre virginal e inmaculado.
Pero téngase en cuenta que aunque ella sea la esposa del Tercer Logos, dentro del Tercer Logos está el Segundo Logos y está el Primer Logos también, porque al fin y al cabo el Logos es Triuno e Indivisible, Unitotal, e Integro; se necesita mucha sutileza para entender esto, mucho refinamiento, mucho sintetismo e Intuición.
La conversión de las Trimurtis de una en otra, es algo que al estudiantado le da mucho que hacer, pero si ustedes agudizan un poquito su Intuición pueden entender. De la Cópula Santa, Divinal, queda concebida Isis por la Sagrada Concepción, ella es Virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Isis es nuestra Divina Madre Kundalini Particular, Ram-Io.
Así es como deviene el Niño que en el Egipto se llama Horus y que en los tiempos hebraicos se le llamaba Jeshua, nuestro adorable Salvador. El Jesús de los Evangelios es profundamente significativo, porque Jesús viene de la palabra Jeshua que en Hebreo significa Salvador.
Jesús, Jeshua y Horus es lo mismo, es el Niño que siempre va en brazos de su Madre Isis o María. Es el mismo Cristo que ha descendido del Segundo Logos, el Cristo Cósmico ya humanizado, convertido en Hijo de un Hombre Divino y de una Mujer Divina. Se ha convertido en un Rey-Niño-Salvador, pero es un Rey-Niño-Particular, puesto que es el Ser mismo de uno. Es el Niño de Oro de la Alquimia que está coronado.
Es Jesucristo porque Cristo es el Segundo Logos y Jesús porque se ha convertido en Salvador. Para convertirse en Salvador, ha tenido que descender de su misma Esfera, penetrar en un vientre purísimo virginal, nacer por obra y gracia del Espíritu Santo, se ha hecho Hijo de la Madre Divina, Hijo de hecho de sus Padres.
Indubitablemente, tenemos que distinguir entre lo que es el Jesucristo como Gran Kabir (el hombre que predicaba la Doctrina del Cristo Intimo de cada uno de nosotros), y lo que es el Jesucristo Intimo Particular de cada cual.
El Cristo Cósmico es Impersonal, Universal, y está más allá de la Individualidad, la Personalidad y del Yo; es una Fuerza Cósmica que se expresa a través de cualquier hombre que está debidamente preparado. Un día se expreso a través de un Jesús de Nazareth, de un Hermes Trismegisto, del Buddha Gautama Sakiamuni, de un Quetzalcoatl, etc., y puede expresarse a través de cualquier Avatara.
Para expresarse tiene que descender de Esferas Superiores y penetrar en el Vientre de una Virgen llamada Isis, María, Tonantzin, Isoberta, Maya, Cibeles, etc., que es la misma Madre Cósmica Particular, ya que cada cual tiene la suya.
Cuando uno lee las Epístolas de Pablo el Apóstol, con sorpresa puede uno verificar por sí mismo que rara vez menciona él a Jesús el Gran Kabir o el Cristo Histórico. Siempre alude a un Cristo Intimo.
Pero para que nazca el Cristo Intimo en nosotros, el Jeshua Humanizado, se tiene que haber trabajado en la Forja de los Cíclopes, tienen que haberse formado los Cuerpos Existenciales del Ser.
Para que nazca el Salvador tiene que repetirse el acontecimiento de Belén; dicho acontecimiento es muy profundo y simbólico a la vez. Aquella aldea de Belén de que nos hablan los Evangelios es muy alegórica, se dice que esa pequeña aldea no existía en esa época de Jesús de Nazareth. Si analizamos la palabra Belén tenemos a Bel- Em, y vemos que Bel en la terminología Caldea significa Torre del Fuego. ¿Cuándo se llega a la Torre de Fuego? Cuando se han creado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, cuando el Fuego Sagrado ha llegado a la parte superior del cerebro, ahí es cuando adviene el acontecimiento de Belén.
Sin embargo a pesar de tener los Cuerpos Solares se puede dar el caso que el Iniciado no encarne al Niño. Quiero decir con esto algo muy sutil que pasa desapercibido para cualquier Kabalista, pues tenemos a Tiphereth unido con el Cuerpo Causal.
Analizando la Epístola de Pablo a los Corintios (I Corintios 15: 47-49) podríamos aclarar esta cuestión. Pablo dice que existe el Hombre Terrenal y el Hombre Celestial; incuestionablemente, el Terrenal está constituido por el Cuerpo Físico, el Etérico, el Astral, el Mental y el de la Voluntad Consciente.
Para que venga el Hijo del Hombre se necesita formar el Hombre Terrenal, porque el hombre común y corriente todavía no es Hombre. Se es Hombre cuando uno se ha dado el lujo de crearse los Cuerpos Existenciales del Ser, ahí puede ser llamado Hombre aunque sea Terrenal. El Segundo Hombre del cual habla Pablo es el Hombre Celestial y dice: "Así como atraemos la imagen del Terrenal debemos atraer a nosotros la imagen del Hombre Celestial".
El Hijo del Hombre viene cuando tiene que cumplir alguna misión específica sobre la Tierra, cuando el Iniciado ha agarrado el Camino Directo para la Liberación Final.
Después de la Quinta Iniciación del Fuego, hube de ser llamado por mi divina Madre Kundalini, tenía ella el Niño en sus brazos, hice cierta petición de tipo esotérico, ella me respondió: "Pídele al Niño"; y pedí al Niño lo que tenía que pedir.
Posteriormente, pude recibir la Iniciación de Tiphereth, es decir, de la Quinta Iniciación del Fuego, entonces aquel Niño que había visto en brazos de su Madre, mi Madre Divina, puesto que cada uno tiene la suya propia, penetró dentro de mi organismo por la puerta maravillosa de la Glándula Pineal, de la cual dijera Descartes que es el asiento del Alma. Mi cuerpo en este caso vino a ser el "establo" donde nace el Niño, donde viene al mundo.
En un principio puedo decirles que no se nota mucho la presencia del Niño dentro de uno mismo, El nace entre los animales del establo y no son otra cosa sino los Animales del Deseo, las Pasiones, los Vicios y Defectos que mantienen embotellada la Conciencia, es decir los elementos que componen el Yo Pluralizado. El Yo se halla constituido por Elementarios Animales, estos se nutren con las substancias inferiores de los bajos fondos animales del hombre, allí viven y se multiplican. Cada Elementario Animal, representa un determinado defecto, éstos constituyen eso que se llama Ego, los animales del establo donde el Niño Dios nace para salvar al Hombre.
Ese Niño tiene que sufrir mucho, el no nace en un gran palacio, el nace en un establo, nace completamente débil, muy pequeño, entre mares gigantescos de esos Yoes que circundan el establo.
El Niño Dios va creciendo poco a poco, a través del tiempo va desarrollándose. ¿Cómo va creciendo, de qué manera? Eliminando los Yoes, desintegrándolos, reduciéndolos a cenizas, a polvareda cósmica; así va creciendo nuestro Jeshua Intimo Particular.
La labor que tiene que hacer ese Niño es muy dura; es el Cristo y nace en el establo para salvarnos, de manera que a todos esos animales del establo El tiene que matarlos en sí mismo, tiene que combatir los Príncipes del Mal en sí mismo, a los Hijos de la Infidelidad en sí mismo y las tentaciones por las que uno pasa como ser humano, como persona de carne y hueso, son las tentaciones por las que El tiene que pasar, son sus tentaciones, y el mismo cuerpo de carne y hueso de uno, viene a convertirse en su cuerpo de carne y hueso. Ahí está el mérito de sus sacrificios, de sus esfuerzos.
Así es como el Hijo del Hombre viene al mundo y se convierte en un hombre de carne y hueso, se hace Hombre entre los hombres y está expuesto a los sufrimientos de los hombres, tiene que pasar por las mismas torturas que cualquier hombre. Nuestro proceso Psicológico se convierte en un proceso que el debe ordenar y transformar, nuestras preocupaciones son sus preocupaciones. Por algo se le ha llamado el Santo Firme, porque no puede ser vencido y al fin triunfa, entonces se cubre de gloria, es digno de toda alabanza, señorío y majestad.
Los Reyes de la Inteligencia, los Tres Reyes Magos, los Verdaderos genios reconocerán siempre al Señor y le venerarán y vendrán a adorarle.
A medida que van creciendo los sufrimientos, para él van siendo más y más grandes. Siendo él tan perfecto, tiene que vencer a las Potencias de las Tinieblas en sí mismo; siendo El tan puro tiene que vencer a la impureza en sí mismo; habiendo pasado más allá de toda posibilidad de tentación tiene que vencer a las tentaciones en sí mismo.
El Niño se verá siempre en grandes peligros: Herodes, el Mundo, los Tenebrosos, querrán siempre degollarlo.
El Bautismo en el Jordán de la Existencia será siempre indispensable, las Aguas de la Vida limpian, transforman y bautizan. La Transfiguración interpreta con suma inteligencia la Ley de Moisés, enseñando a las gentes y desplegando en su trabajo todo el celo maravilloso de un Elías.
El Cristo Intimo vendrá siempre a nosotros caminando sobre las embravecidas olas del Mar de la Vida. El Cristo Intimo siempre establecerá orden en nuestra Mente y devolverá a nuestros ojos la Luz perdida, multiplicará siempre el Pan de la Eucaristía para alimento y fortaleza de nuestras Almas.
El Cristo Intimo encarnado en el Iniciado predicará en las calzadas de esta gran Jerusalén del mundo, entregando a la humanidad el Mensaje de la Nueva Era.
Pero los Escribas que son los hombres intelectuales de la época, aquellos que forman parte de la cultura le dirán: "Ese hombre está loco". Sucede que los intelectuales, todo lo quieren arreglar a base de raciocinio, pues cualquier humano puede elaborar dentro de su encéfalo cerebral, mediante los procesos lógicos más severos, una teoría Materialista, como una teoría Espiritualista, y tanto la una como la otra, tanto en la tesis como en la antítesis, la lógica de fondo es realmente admirable.
Sus enseñanzas son también rechazadas por los Sacerdotes, las gentes de todas las Religiones, de todas las organizaciones de tipo pseudo-esotéricas, pseudo-ocultistas, aquellas personas sabihondas que se consideran muy serias, siempre dicen: "Esto que dice este hombre es una locura, éste es un malvado". Así es como el Hijo del Hombre es rechazado en este Mundo.
Todo iniciado tiene que vivir el Drama Cósmico de la Crucifixión en sí mismo. Los Tres Traidores lo crucifican, lo entregan; Judas, el Demonio del Deseo, lo vende por 30 monedas de plata, lo entrega por mujeres, placeres, juegos; Pilatos, el Demonio de la Mente, siempre se lava las manos, encuentra justificación para todos los errores; Caifás, el Demonio de la Mala Voluntad, siempre quiere hacer su propia voluntad, odia la Voluntad del Padre. El Drama Cósmico tiene el Iniciado que vivirlo en forma completa, integra, total.
Encontramos que es maldecido y colgado y tendrá que ser muerto, es decir, el Hombre Terrenal debe morir, se somete a la Voluntad del Padre y va a la muerte, su obra póstuma.
En la Conciencia del Iniciado habrá siempre eventos cósmicos formidables y entre rayos, truenos y grandes terremotos del Alma, el Señor siempre entregará su Espíritu al Padre exclamando:
"Padre mío, en tus manos encomiendo mi Espíritu"; luego viene su muerte.
Con su muerte desintegra sus Agregados Psíquicos y después de bajar el cuerpo al sepulcro, resucita a los tres días. Estos Tres Días son también alegóricos, al cabo de esos Tres Días, el Hijo del Hombre pasa por Tres Grandes Purificaciones, muere hasta el último Elemento Inhumano que había en su interior. Por eso se dice que el Hijo del Hombre ha muerto en sí, ha matado a la Muerte, porque la Muerte solo se puede Matar con la Muerte, luego el Hijo del Hombre tiene que resucitar con el Cuerpo Físico, es un Maestro Resurrecto, tiene el Elixir de Larga Vida, es un verdadero Rey de la Naturaleza, según la Orden de Melquisedec. Entonces podemos exclamar como el Apóstol San Pablo: "Sorbida es la Muerte con victoria, ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?". (I Corintios 15: 53-55).
De manera que lo importante es que El logre redimirse; al resucitar El, el Alma en El resucita. Todos nuestros Principios Anímicos y Espirituales en El resucitan y uno en El.
Es necesario comprender que El es nuestro Salvador Auténtico Interior, nuestro Jesús-Cristo Particular Intimo.
Así resucita El en el Padre y el Padre resucita en El. Cuando Felipe, aquel Maestro experto en los Estados Jinas le dijo a Jesús: "Muéstranos al Padre", el Gran Kabir respondió: "El que ha visto al Hijo, ha visto al Padre".
Las Tres Grandes Purificaciones se encuentran simbolizadas por los Tres Clavos de la Cruz. Encima de la Cruz está la palabra INRI (Ignes Natura Renovatur Integer). El Fuego renueva incesantemente la Naturaleza.
Los Tres Clavos significan las Tres Purificaciones por el Fuego y por el Hierro. Después de las Tres Purificaciones a base de Fuego y de Hierro se consigue la Resurrección de entre los muertos.
Los Tres Días son tres períodos de trabajos en los cuales el Hijo del Hombre debe realizar la Gran Obra.
Téngase en cuenta que con la Cruz es con la cual ha desintegrado los Elementos Indeseables. La Fidelidad al Padre se ve con la Cruz; hay muchas gentes que dicen: "Yo soy fiel al Padre, a la Madre, al Hijo del Hombre", pero cuando llega la hora de probar, a la hora de la hora fallan con la Cruz. ¿Dónde está la Cruz? Está en el cruce del Lingam-Yoni; ahí fornican, adulteran, cometen sus maldades. Entonces hay que desintegrar los Elementos Indeseables para buscar la muerte del Hombre Terrenal.
Es necesario saber que Jesús el Gran Kabir que vino al mundo hace 1977 años y que predicó esta Doctrina, sabía muy bien que cada cual lleva su Jesús-Cristo Intimo Particular, por esto decía que lo que él quiere es que cada cual siga a su propio Cristo Intimo, que es El quien cuenta, porque es nuestro Salvador, el que viene a reconciliarnos con nuestro propio Padre que está en Secreto, con el Viejo de los Siglos, El es el Gran Reconciliador.
Una vez El ha logrado el triunfo se glorifica y es digno de toda alabanza y gloria, puesto que ha vencido al mal en sí mismo. No lo ha vencido desde afuera, sino en sí mismo, se ha inmolado como cordero, por eso se le dice el Cordero Inmolado.
Se ha inmolado para salvarnos con su sangre, es decir con el Fuego. Porque en Alquimia la Sangre representa el Fuego Sagrado del Kundalini.
Es bueno entender todo esto; yo les estoy explicando a ustedes de lo que yo mismo he vivido, lo que estoy experimentando en mí mismo; no cometería el crimen de decirles que yo soy el Cristo, eso sería una blasfemia, una falta de respeto al Salvador pero si les digo a ustedes que El a mí me está salvando, como ha salvado a tantos, yo puedo ser uno más de los salvados y como estoy trabajando, lo he experimentado y lo que estoy diciendo es lo que me consta, lo que he vivido.