CAPÍTULO UNOParece ser que todo lo que tiene que ver con los Niños de Cristal es extraordinario, empezando por la propia concepción. Diversas autoras de cartas describieron con qué facilidad concibieron a sus Cristales. Algunas madres incluso me han contado que se comunicaron con sus hijos antes de la concepción. Katharine, por ejemplo, es una madre primeriza de un niño de nueve semanas. Ella dice:
DENTRO DEL ÚTERO
Mi hijo me contactó antes de su concepción haciéndome saber que deseaba nacer. Fue concebido en Glastonbury, Inglaterra, que es uno de los lugares sagrados de este planeta y del que se dice con frecuencia que es el chakra corazón de la Tierra.
He oído que una especie de magia rodea a los Niños de Cristal y en el caso de mi hijo esto es absolutamente cierto. Desde el momento de su concepción se han manifestado muchas cosas maravillosas para nosotros en este plano físico, incluyendo el hecho de haber encontrado una casa en un lugar muy especial así como una situación económica más holgada y fluida.
También he recibido varias cartas de abuelas que relatan una comunicación telepática con sus nietos que aún no habían nacido. Muchas mujeres a las que he preguntado y entrevistado me han contado que sus embarazos supusieron un auténtico reto, pero que, no obstante, estuvieron llenos de mágicas experiencias espirituales y de crecimiento personal. Varias madres describieron su comunicación telepática con su Niño de Cristal antes del nacimiento.
* Una mujer me contó que durante el embarazo recibió muchos mensajes de su bebé todavía no nacido. Llevando en brazos a su hija de cuatro meses, nos explicó que «ella nos dijo un montón de veces que iba a ser una niña, pero nosotros no hicimos caso. También nos dijo el día exacto de su nacimiento y lo cumplió».
* Otra madre, Danica Spencer, dijo que tuvo sueños muy importantes con sacerdotisas a lo largo de todo su embarazo (dio a luz a una niña).
* Lori, madre de Isabelle, una niña de doce semanas, experimentó una sanación física que ella entiende como una obra realizada por su niña aún no nacida. Lori recuerda:
Desde el momento de la concepción supe que mi bebé era alguien muy especial pues llevaba tanta luz y tanto amor dentro de mí. Antes de quedarme embarazada con Isabelle tuve algunos problemas ya que encontraron células anómalas en mi cerviz que debían de ser eliminadas después del alumbramiento.
Durante mi embarazo se hicieron cada dos meses citologías para estar seguros de que las células no estaban mutando. ¡Después de la primera prueba, todas las células anómalas habían desaparecido y a partir de entonces, en cada análisis que se hizo no se encontró ni rastro de ellas!
Isabelle aparecía con frecuencias en mis sueños o meditaciones. Pude comunicarme con ella mucho antes de su nacimiento. También se podía sentir la increíble energía que irradiaba desde mi abdomen. La única forma de describir esa energía es diciendo que era luminosa, cálida, radiante y plena de amor.
Más adelante podrá leer que los Niños de Cristal suelen tener relaciones extraordinarias con la naturaleza. Cynthia Berkeley tuvo una experiencia con el amor que siente su hija por el agua antes de que ésta naciera.
Cynthia cuenta:
Cuando estuve embarazada de Leah fui a nadar con delfines y desde entonces ella siempre ha tenido una conexión muy natural con el agua. Mientras estaba en mi vientre, tuve la sensación de que Leah parecía mantener conversaciones con ballenas pequeñas que vimos en dos ocasiones diferentes. ¡Estaba dando vueltas, moviéndose, dando patadas y vibrando dentro de mí!
Desde que nació la he llevado varias veces a la piscina y siempre quiere meter su cabeza debajo del agua. ¡Le encanta! A los quinces meses ya intentó nadar por sí sola.
Dando a luz
He recibido varias cartas de madres que contaban que sus Niños de Cristal les comunicaron telepáticamente la fecha exacta de su nacimiento. Kathy DiMeglio tuvo una experiencia con la Virgen María que pareció influir en la fecha de nacimiento de su hija Jasmine. Kathy dijo que durante su embarazo pareció estar muy conectada con la Virgen María y se enteró de que el día de su nacimiento había sido el ocho de Septiembre. Debido a que esta fecha era justamente ocho días antes de que Kathy saliera de cuentas, ésta rezó a la Madre María para que su hija naciera en ese día. Kathy cuenta:
Recuerdo haber rezado simplemente a la Virgen Maria rogándole que nuestra hija naciera en el día de su cumpleaños, pero sin insistir demasiado. Luego me olvidé completamente de mi petición hasta que estuve ya en pleno alumbramiento en el hospital. En un momento dado pregunté a mi marido qué fecha era y me contestó: «Es Jueves, ocho de Septiembre». Supe que esto era un milagro. Supe que era un regalo. En el paritorio había, una escultura de la Virgen María.
Varias madres dijeron sentirse fascinadas por los ojos y el magnetismo de sus Niños de Cristal recién nacidos. Por ejemplo; Andrea Kiger recuerda:
Mi hija Abbie, de tres años, ha sido diferente desde el momento de su nacimiento. Cuando di a luz, la pusieron encima de mi pecho y me invadió una gran emoción, hay que añadir que ella era mi primer bebé. Sollocé y ella entrelazó tranquilamente sus manos y me miró a los ojos. ¡No lloró en ningún momento! Las enfermeras estaban un poco preocupadas por este hecho, ya que pensaban que semejante comportamiento era bastante extraño. A mí también me asustó un poco este hecho. Tuve la sensación de estar mirando a los ojos de un ser muy viejo. En ningún momento parpadeó; sencillamente me penetró con su mirada. Y, es cierto, tuve la sensación de que se estaba comunicando conmigo.
Los Niños de Cristal suelen tener un aire autoritario. Es como si fueran sabios adultos dentro de cuerpecitos pequeños. Más aún, parecen sabios redomados... pequeños brujos y sacerdotisas supremas. El poder que ejercen desde su infancia puede dominar a los adultos. Ese poder no procede de una fuerza bruta sino más bien de una determinación férrea y una intención clara como el cristal. Cuando los padres se enfrentan por primera vez al poder de sus hijos, pueden llegar a asustarse.
Lisa Roulet es la madre de Kaitlyn de veinte meses. Su hija mostró un extraordinario poder personal nada más nacer. Lisa cuenta:
Hacía tres semanas y media que Kaitlyn había nacido. Durante las tres primeras semanas durmió casi todo el tiempo. Cuando tuvo apenas seis días (todavía debería haber estado dentro de mi vientre) ya me di cuenta por primera vez de su extraordinaria presencia y su asombroso poder. Aquel día, en contra de mi propio parecer, hice caso al consejo de la gente de mantenerla más tiempo despierta. Cuando le di un golpecito, Kaitlyn me miró con determinación comunicándome su poder, su seguridad y autoridad y haciéndome saber sin lugar a dudas que dejara de molestarla, dejándola dormir. Sinceramente, aquella noche sentí que estaba ante una divinidad.
Es cierto que los Niños de Cristal comparten características como el carisma y magnetismo con las divinidades. Les hablaré de ellas en el siguiente capítulo. Estos rasgos, sin duda, forman parte del bagaje que ayudará a los Cristales a ser grandes líderes en el futuro.
CAPÍTULO DOS
¡DIOS MÍO, QUÉ OJOS!
Como ya dije antes, el rasgo más distintivo de los Niños de Cristal es su intensa mirada que surge de unos ojos muy abiertos. ¡Parece que ven absolutamente todo con estos ojos tan grandes! Esa mirada puede, a veces, enervar ya que parece poner al descubierto los secretos del alma. Cuando enganchan su mirada con la de uno, parece que un Ser Supremo le está auscultando a uno.
Penny describe a su hija Samantha de dos años: «Tiene unos ojos que parecen penetrar directamente el alma».
Muchas madres confirman que su Niño de Cristal ha tenido esta mirada tan intensa desde el primer día. Keli Carpenter dice que desde el primer momento del nacimiento de su hijo Dakota, hace ya seis meses, éste siempre ha mirado a la gente con esa intensidad: «Es como si te hablara. Todo el mundo lo dice».
Wynona, la abuela de Dakota, añade:
Me mira fijamente a los ojos y tengo la sensación de que puede ver hasta el último rincón de mi alma. A los dos días de nacer me miró a los ojos durante veinte minutos. Wynona dice que se sorprendió hablando con él a través de sus pensamientos y que tuvo la sensación de que él se estaba comunicando con ella de alguna manera, que «conocía la verdad sobre mí y todas las cosas. Era extraño y curioso al mismo tiempo».
Pam Caldwell, la madre de una Niña de Cristal, expresó sensaciones similares:
Desde el mismo momento de nacer, Hannah simplemente me miraba con esos ojos tan oscuros y penetrantes, escudriñando mis ojos y mi alma. Esa mirada era realmente penetrante, no era incomoda pero sí profunda. ¡Desde el primer minuto era tan consciente! Cuando estamos en una tienda, por ejemplo, hay gente que se siente incomoda por su mirada tan intensa. No es que sea una mirada que te ponga los pelos de punta. Es sencillamente obvio que Hannah puede atravesarte con la mirada y leer tus pensamientos.
Estas observaciones con respecto a los ojos de los Niños de Cristal no son solamente producto del orgullo paterno. Kelly Colby-Nuñez tiene cinco hijos y percibe una clara diferencia entre los ojos de sus tres niños más jóvenes (4, 6 y 15 años). Kelly dice de sus hijos más jóvenes: «Basta con una sola mirada a estos ojos para saber que son muy inteligentes y que tienen más sabiduría que los niños mayores y que nosotros mismos, los adultos. Sus ojos resplandecen como si estuvieran reflejando la luz que desprende un cristal. Todo el mundo lo comenta».
Los ojos de los Cristales reflejan su profunda comprensión espiritual. Son ojos amorosos, pacientes y amables; son ojos de ángeles. Nadia Leu es la madre de Celeste, de 18 meses. Nadia recuerda: «Desde la primera mirada que nos dedicó, Celeste parecía tan sabia y llena de compasión, tan comprensiva y al mismo tiempo parecía estar por encima de todo sufrimiento humano. Desde el momento de su nacimiento ha tenido y tiene una mirada muy penetrante y conocedora y su comportamiento siempre ha sido muy tranquilo y seguro en todo tipo de situaciones».
Estas expresivas e intensas miradas son una de las razones por las que los Niños de Cristal empiezan a hablar tan tarde, ya que sólo con sus ojos se comunican estupendamente. Sus ojos también forman parte del poder fascinante que ejercen los Niños de Cristal sobre los adultos. Muchos padres me han comentado que los ojos de sus hijos hipnotizan a los mayores. Phillipa, por ejemplo, dice que los ojos de su hija Isabella de 18 meses causan sensación. Y dice: «No importa a dónde vayamos, la gente se detiene para acercarse a Isabella, para estar en su campo energético y para mirar a sus ojos azules, tan claros como el cristal. En la mayoría de los casos se sienten completamente fascinados. Cuando Isabella se engancha con la mirada en los ojos de alguien, resulta muy difícil mirar hacia otro lado. Sólo se puede hacer cuando mi hija está dispuesta».
Personalidades fascinantes
La fascinación que ejercen estos Niños de Cristal parece una reminiscencia de aquellos antiguos hipnotizadores que decían: «¡Mírame a los ojos... profundamente, más profundamente! ¡Mírame a los ojos!». Pero, las miradas de los Cristales carecen de intención de manipulación. Esos niños simplemente están recogiendo información con respecto a los humanos y al planeta. Pero también están enviando mensajes de amor a través de sus ojos y esta energía es un regalo que ahora mismo necesitamos desesperadamente.
Incluso personas que normalmente rehuyen a los niños se sienten atraídas por la cálida personalidad de los Niños Cristal
Los Niños de Cristal son capaces de ver más allá de la apariencia de las personas. Ellos ven la Luz Divina que hay en el interior y sus ojos se abren con sorpresa mientras registran todo.
El amor que irradian los Cristales es sencillamente irresistible. Incluso personas que normalmente rehuyen a los niños se sienten atraídas por la cálida personalidad de los Niños de Cristal.
Lori, la madre de Isabelle de 12 meses, con la que ya nos hemos encontrado antes, dice que la atención que suscita su hija no es normal, incluso para un bebé muy guapo.
La gente se siente muy atraída. Sé muy bien que a la gente le gustan los bebés y que se interesan mucho por ellos, pero esto es diferente. Isabelle parece atraer a los demás como un imán hecho de puro amor y luz. Parece que todo el mundo hace los mismos comentarios con respecto a ella. Siempre comentan lo bella que es aunque es bien cierto que todos los bebés son guapos... pero no es lo mismo. Hay algo muy especial, algo que ella emana desde dentro, un resplandor amoroso parece envolverla y hace que ella sea especialmente bella. Isabelle también tiene unos ojos increíbles. Están llenos de amor, comprensión y sabiduría.
Vayan a donde vayan, los Niños de Cristal entregan a la gente una dosis sanadora de amor. Son como sanadores energéticos móviles, llevados en sus cochecitos por unos padres que probablemente ni siquiera son conscientes de la importante tarea que están realizando al sacar a sus hijos de paseo.
Stephanie y Mark Watkeys de New South Wales, (Australia), son los orgullosos padres de Bryn que tiene 13 meses. Los Watkeys dicen:
¡Bryn atrae a la gente como un imán, vaya a donde vaya! Todo tipo de gente habla con él y simplemente quieren estar junto a él. Nuestro hijo es un niño absolutamente encantador, siempre ríe y está lleno de luz, llamando la plena atención de la gente, esté donde esté. Es muy sociable y animado. ¡Todo el mundo que le conoce comenta lo despierto que es! Es como si a través de sus ojos estuviera bebiendo todo lo que le rodea aunque solamente tenga 13 meses. Tiene la mirada de un viejo sabio, pero al mismo tiempo tiene la vivacidad de un bebé feliz!
La abuela de Victoria nos comenta que su nieta de 3 años siempre se ha dado cuenta de todo y que es mucho más despierta y sensitiva de lo que correspondería a su edad. «Victoria siempre es el centro de atención aunque no diga ni una sola palabra, -nos cuenta su abuela-. Personas totalmente ajenas se sienten atraídas por ella y hablan con ella sin ninguna razón aparente.»
Este fenómeno indica el propósito y la manera de hacer las cosas de los Niños de Cristal. Su elevada frecuencia espiritual y su personalidad carente de ego, revelan su evolución espiritual. ¿De dónde vinieron? Comparten ciertas características que se dicen típicas de ciertos extraterrestres que tienen los ojos muy grandes y una boca más bien pequeña y que se comunican telepáticamente. Sin embargo, la calidez de los Niños de Cristal es mucho mayor de lo que se cuenta en los informes sobre la energía mecánica que predomina en la mayoría de los encuentros con extraterrestres (E.T.).
Tal vez estemos ante un tipo de híbrido de ángeles encarnados y disfrazados como preciosos/as niños y niñas. No obstante, hay una cosa que es absolutamente cierta: Esos niños están aquí para enseñarnos y para salvarnos... de nosotros mismos. Debemos ayudar a. los Niños de Cristal para que ellos nos puedan ayudar a nosotros, y el primer paso consiste en comprender sus cualidades tan únicas y maravillosas.
CAPÍTULO TRES
HABLADORES TARDÍOS, TELEPATÍA Y TRANCES
A los dos años, a Harry se le diagnosticó como «autista» cuando se hizo patente que el desarrollo de su habla estaba muy retrasado con respecto a lo normal. Al principio, tanto sus padres como el médico pensaron que tenía un problema de audición y por ello le implantaron anillos de cuerda (lazos protectores) en sus oídos. Pero Harry seguía sin hablar. Karenanne, su madre, cuenta:
Harry siempre tuvo un temperamento alegre y no mostró ninguna señal que indicara una incapacidad para el habla. Era como si el hecho de hablar fuera a aparecer cuando él lo considerase oportuno y estuviera preparado para ello. Lo mismo sucedió con sus habilidades para leer. No manifestó ningún interés en los libros para bebés, sin embargo, cuando Pokemon empezó a interesarle, rápidamente demostró que sabía leer y devoró aquellas obras.
A los cinco años, Harry comenzó a hablar. Es como si sus habilidades para leer y escribir hubieran estado dormidas durante muchos años. Harry tiene ahora nueve años y lee enciclopedias infantiles porque le divierten y ha desarrollado un buen conocimiento general para su edad.
¡Había sido Harry un autista de verdad? Su personalidad no lo indica. Recuerde que el autismo se describe como una condición en la que las personas viven en su propio mundo interior, desconectadas de los demás. No hablan porque no se dan cuenta de la presencia de los demás.
Pero Harry, con frecuencia, pregunta a personas totalmente extrañas y se acerca a otros niños para preguntarles sobre algún juguete que llevan. La madre de Harry dice que ahora ya se ha acostumbrado a que su hijo se acerque a personas extrañas. «Y lo sorprendente es, —dice ella— que la gente siente su energía amorosa y acepta sin enfadarse la invasión de su espacio. Él les enseña a ser más abiertos.»
¿Entonces, por qué se diagnosticó a Harry como autista? ¿Justifica el hecho de hablar o leer más tarde de lo esperado un diagnostico tan serio? ¿Por qué no llamar a esos niños tan sensitivo «habladores tardíos» en lugar de etiquetarles con diagnósticos psiquiátricos?
Cientos de padres en el mundo entero han enviado historias para este libro hablando de sus Hijos de Cristal diciendo que éstos se tomaron su «propio tiempo» para empezar a hablar. Quizás, en lugar de etiquetar este fenómeno como una «epidemia de autismo» como ya lo han hecho los medios de comunicación y el gremio médico, deberíamos reconocerlo como un indicativo de la evolución humana.
¿Quién sabe? ¡Tal vez ya no necesitemos hablar para comunicarnos! ¡A lo mejor, el habla se está convirtiendo en algo anticuado al igual que los dedos que teníamos para subirnos por los árboles! ¿Es posible que la telepatía suponga una evolución, al igual que hemos desarrollado a lo largo de nuestra evolución un dedo opuesto a los demás dedos? ¿Puede que la telepatía sea una nueva herramienta necesaria para un mundo en proceso de cambio?
Es cierto que hablar parece torpe y poco preciso comparado con la comunicación mental. Muchos científicos de grandes universidades como Standford, Princeton y Yale han estudiado el fenómeno de la comunicación mente-a-mente. Estos estudios aportan datos verificables, partiendo de la premisa de que la telepatía implica un comportamiento que se puede medir y que realmente existe. He tratado sobre estas investigaciones en mi libro The Lightworher's Way (Hay House, 1997).
Recuerdo mi primera gran experiencia con la telepatía. Yo tenía 17 años y mi querido abuelo acababa de morir en un accidente de coche. Una hora después de su muerte percibí su presencia. Yo estaba muy despierta, sobria y en plena comunicación con él. Una tenue luz azul-blanca le rodeaba, pero por todo lo demás su apariencia era la de siempre. Comenzó a hablar conmigo pero no con su boca sino con su mente. Escuché su voz en el interior de mi cabeza tan clara como si estuviera vivo y estuviera hablando a mi oído. Me dijo que no debía llevar luto y que se encontraba perfectamente.
Hablamos un rato más y luego desapareció. El hermano de mi abuelo, que vivía en otra ciudad muy alejada, también había visto a su espíritu en esa misma noche.
Este incidente me enseñó a confiar en la comunicación mental que había mantenido regularmente a lo largo de toda mi vida con los ángeles y el mundo espiritual. Ese acontecimiento me ayudó mucho cuando años más tarde me convertí en una médium. De hecho me sigue ayudando en mis escritos y trabajos hablados. Cuando la gente me felicita por mis habilidades psíquicas o mi prolífico trabajo como escritora, siempre digo lo mismo: «Muchas gracias. Sé escuchar muy bien».
Ser padre de un Niño de Cristal también significa saber escuchar. De hecho, ser padre de un Niño de Cristal parece despertar las habilidades psíquicas latentes. Andrea Kiger llama a su hija Abbie de tres años «una Niña de Cristal típica», ya que las descripciones encajan perfectamente con su manera de ser. Andrea dice que no sólo dio a luz a ese pequeño Ser tan especial, sino que también alumbró sus propias habilidades psíquicas. Ella recuerda: «Sin aviso previo, yo sabía cosas y pude ver y comunicarme con personas ya fallecidas. Todo esto empezó a suceder el primer día después del .nacimiento de Abbie. Estoy segura de que fue un despertar para mí».
Quienes han tenido una experiencia cercana a la muerte también dicen que sus habilidades psíquicas se incrementaron después de ese trance. Hay mucha gente que opina que estar en presencia de un amor muy grande tal como existe en las dimensiones post mortem, también nos abre a nivel psíquico. De modo que no sorprende que ser padre de un Niño de Cristal extraordinariamente amoroso pueda tener ese mismo efecto. Los Cristales suelen elegir padres y abuelos psíquicamente sensitivos como parte de sus técnicas de «supervivencia en la Tierra». Si estos niños no piensan comunicarse verbalmente, parece lógico que tengan que elegir a mamás y papás con capacidades telepáticas para asegurarse de que se les atienda perfectamente.
Como ya mencioné, resulta muy común que los Niños de Cristal comiencen a hablar a partir de los tres años, e incluso más tarde. Este es el caso de Teresa Zepeda cuya hija de seis años lleva muy adecuadamente el nombre «Cristal». Teresa dice:
Cristal sólo sabía decir tres palabras (mamá, papá, no) hasta que cumplió los tres años. A partir de entonces utilizaba repentinamente frases completas. Anteriormente había utilizado gruñidos y señales. Nosotros la llamábamos la 'niña de la cueva'. No obstante, tenía una manera de hacernos saber exactamente lo que quería sin decir ni una sola palabra. Supongo que se comunicó telepáticamente con nosotros. ¿De qué otra manera sino íbamos a saber lo que estaba pensando?
La hija de Teresa pone perfectamente de manifiesto lo que otros muchos padres también comentan. Parece que estos niños pasan de un día a otro de una verbalización mínima a una manera de hablar más coherente. Catherine Poulton dice que su hijo Kylan de cinco años, tenía más o menos tres años cuando empezó a hablar. «Kylan no hablaba, ni siquiera formaba vocales y de repente, un buen día, comenzó a hablar con frases completas.»
Este hecho del retraso en el habla sólo parece ser un problema para aquellos que se preocupan. Para padres más relajados no supone ningún problema. Así es el caso de Beverly Moore, madre de Ethan de cinco años. Beverly dice que «Ethan no habló hasta tener más o menos tres años. Tampoco articuló los típicos sonidos del "lenguaje de bebés". Yo no estaba demasiado preocupada pues pensé que ya hablaría cuando tuviera algo que decir. Jamás tuve problema para saber lo que Ethan necesitaba».
No obstante, no es tan fácil que los padres puedan asumir sin más que sus hijos sean «diferentes». Una mujer me contó que se sentía incómoda estando con otras madres porque pensaba que éstas la juzgaban por tener un hijo «mudo». Algunos padres cogen las riendas ellos mismos y comienzan a investigar leyendo todos los libros que tratan sobre el retraso del habla y hacen modificaciones de comportamiento y de dieta para apoyar el desarrollo del lenguaje de sus hijos. Evie dice que su hija Mei de dos años, respondió muy bien al método de aprender en casa:
Mei era un bebé feliz y espabilado que a los diez meses ya andaba, sin embargo, decidió no hablar hasta más tarde y la llevamos al médico para evaluar sus dificultades. En las áreas sociales y cognitivas obtuvo calificaciones muy altas, sin embargo, no quiso hablar. Así de simple. Cuando tuvo alrededor de 15 meses, pronunció alguna que otra palabra. De hecho su primera palabra fue «hola». El médico dijo que tenía un retraso de cuatro meses. De modo que empecé a trabajar con ella en casa y ahora habla mucho. Cuando tuvo dos años, conocía todos los colores, letras y números hasta el diez.
Algunas madres me han contado que sus Niños de Cristal aprecian mucho la atención extra que supone trabajar en casa y que, como resultado, el vocabulario de los pequeños aumentaba.
A pesar de todo esto, hay muchas maneras de comunicarse. Muchos padres han comentado que sus hijos se inventaron su propia forma de lenguaje de señas. Una mujer me dijo que su hijo hacía movimientos deliberados para enseñarle su propia manera de comunicarse para que pudieran entenderse entre ellos. Kelly Colby-Nuñez dice que sus niños más jóvenes prefieren comunicarse a través de dibujos: «Mis hijos (de 4, 6 y 15 meses) prefieren dibujar antes que hablar y se pasan horas elaborando sus dibujos. También el mayor de seis años me dijo que con frecuencia se comunica sin hablar con sus amigos».
Puede que una de las razones por las que los Niños de Cristal hablan tan tarde sea que el lenguaje verbal les es ajeno. Eso es precisamente lo que Sue Jalil sospecha con respecto a su hijo Sean, de cuatro años:
Sean es muy telepático y su lenguaje verbal se desarrolló muy tarde, tan tarde que le pusieron un anillo de cuerda para ayudarle a oír mejor. Es desde hace muy poco tiempo que ha superado algunas de sus dificultades para hablar. Pero aún así, todavía hay algunas letras que le cuestan pronunciar. Yo creo que es su primera vida aquí en el planeta Tierra y que el hecho de utilizar su boca y su lengua para comunicarse le es muy ajeno porque en el pasado lo hizo telepáticamente. Y dicho sea de paso, las anillas de cuerdas no supusieron ningún avance notable.
Muchos padres y médicos sospechan que los habladores tardíos tienen un problema médico de oído. Penny dice que sus dos hijas no hablaron hasta los tres años. A ambas niñas se chequearon los oídos pero el resultado fue que sus oídos estaban en perfectas condiciones. Penny dice que en realidad no estaba muy preocupada aunque «Algo me decía que mi mayor reto con mis Cristales consistía en encajar la manera en la que los demás percibían a sus niñas.» En este sentido Penny comenta:
La gente hacía preguntas a mis niñas que éstas no querían o no sabían contestar. Existen ciertas expectativas cuando la gente habla con niños de esa edad y mis hijas no las cumplían. Por ejemplo, yo intentaba enseñarles cuántos años tenían o dónde estaba su nariz, pero ellas no mostraban ni el más mínimo interés en estas cosas.
Penny recuerda que se sentía juzgada y molesta cuando sus hijas no contestaban las preguntas que les hacía la gente. También cuenta que una chica que hacía de canguro le recomendó el Servicio de Protección de Menores porque sus hijas no hablaban, pero sí ladraban y se comportaban como si fueran perros.
Penny dice que al igual que muchos Niños de Cristal, sus hijas también desarrollaron su motricidad perfectamente, pero sus capacidades para hablar estaban muy retrasadas en comparación con los demás niños de la misma edad. Sin embargo, cuando cada una de las niñas cumplía tres años, se abría repentinamente y empezaba a hablar normalmente. Penny cuenta:
«Jamás dudé de que eran niñas inteligentes. Tengo que ir recordándome a mí misma que es perfectamente normal que mis niñas sean diferentes. Serán personas muy especiales. Estoy convencida. Es así de simple.»
Parece que los padres que aprenden a comunicarse telepáticamente y que utilizan el lenguaje corporal porque se dan cuenta de que sus hijos van a hablar tarde, son los que menos problemas tienen. Una madre cuyo nombre curiosamente es Cristal dice: «Mi hija ya tiene casi dos años. Todavía no habla y tampoco muestra necesidad de hacerlo. Nos miramos y sabemos lo que quiere el otro, de modo que hasta el momento no parece necesario utilizar el lenguaje verbal».
Otra madre, que se llama Misty Rose, no tuvo ningún problema para comunicarse de forma no verbal con su hija Leah. Sin embargo, Misty comenta: «Cuando Leah tuvo 12 meses, tuvimos que recordarle que no todo el mundo sabía comunicarse telepáticamente con ella y que debía utilizar palabras».
Esa pequeña cantidad de información parecía ayudar. Leah tiene ahora dos años y habla como si tuviera ya tres o cuatro años. Parte del pacto que contraen los padres con los Niños de Cristal consiste en enseñarles cómo vivir en la Tierra.
Comunicación telepática
Los Niños de Cristal nacen con un don psíquico. Siendo aún bebés, sus cabezas y ojos se mueven claramente cuando ven a los ángeles y guías espirituales. Debido a esos dones espirituales innatos, parece normal que también sepan leer la mente. Muchos padres me han contado historias muy similares a la de Natarsha:
Natarsha es la madre de Tyrique que ahora tiene cinco años. Ella cuenta que las declaraciones de su hijo siempre la han asombrado. Natarsha explica: «¡Juro que lee mi mente!».
Un día ambos estaban viajando en autobús sin mediar palabra. Natarsha se estaba preguntando mentalmente si Tyrique pasaría el próximo fin de semana con su padre o no. Tyrique dijo repentinamente: «Papá vendrá a buscarme el viernes para ir a su casa».
Los niños de Cristal nacen con dones psíquicos
Al día siguiente, Natarsha estaba pensando qué podía hacer para cenar cuando Tyrique dijo: «Mamá, tengo una idea. ¿Por qué no haces arroz para cenar?».
Cuando Natarsha preguntó cómo sabía lo que ella estaba pensando le contestó: «Dios me lo dijo dentro de mi cabeza».
Las habilidades de escucha espiritual de Tyrique ya han mostrado ser bastante útiles en más de una ocasión. Un día, Natarsha se estaba vistiendo para ir a trabajar y estaba peleándose con la cremallera de su pantalón. Los pantalones no estaban demasiado apretados; el único problema consistía en que la cremallera no funcionaba. Justo en ese momento Tyrique entró en la habitación y dijo: «Mamá, primero deberías abrocharte los botones de tus pantalones y así la cremallera subirá». Natarsha se preguntó cómo era posible que Tyrique supiera que ella tenía un problema con su cremallera.
Ella dice: «Pensé que iba a reírme de su comentario y por ello realmente me abroché primero los botones de mi pantalón mientras él me observaba y luego intenté subir la cremallera pensando: "Esto no funcionará": Pero ¡pude cerrar la cremallera sin ningún problema!». Cuando Natarsha preguntó a Tyrique cómo sabía cuál era el momento más adecuado para entrar en el baño y ayudarla, él declaró lacónicamente: «Sencillamente lo sabía. Escuché a mi mente», y se marchó. Hasta la fecha, Natarsha tiene que abrocharse primero los botones de estos pantalones para que la cremallera suba.
Los Niños de Cristal nos enseñan a confiar en nuestros pensamientos y sentimientos intuitivos. Al igual que Natarsha, Carolyn preguntó a su hija Haley de seis años por sus habilidades telepáticas. Haley contestó que podía leer el cerebro de su madre y que también podía leer sus pensamientos.
Desde 1996 estoy dando clases de desarrollo psíquico en el mundo entero y he visto que para intentar a desarrollar el don psíquico, una de las cosas más importantes es darse cuenta y confiar en los pensamientos, sentimientos, palabras y visiones que aparecen en la mente. Los Niños de Cristal son modelos brillantes a imitar. Jaime dice que su hija Isabella de 18 meses, anuncia con toda confianza momentos antes de la llegada de su padre a casa: «Papá, Papá». Con frecuencia dice cuando suena el teléfono «abuela» y luego resulta cierto que es su abuela la que está llamando.
Una razón por la que los niños tienen ese don psíquico, es su total indiferencia ante el hecho de que si sólo están imaginando estos mensajes intuitivos o no. No se preocupan si algo es sólo una imaginación o si es real. ¡Para un niño todo es real!
Los Niños de Cristal son verdaderos lectores de la mente. Magda dice que su hija de cuatro años verbaliza con frecuencia lo que ella está pensando. Dice: «Por ejemplo, una noche la observé durmiendo en su cama y pensé "te quiero" y ella contestó en sueños "yo también te quiero"».
Cuando los Cristales crecen, su capacidad telepática puede ser pulida o destruida. Es pulida cuando los padres aprecian el don de su hijo y ellos también aprenden a desarrollarlo. Es destruida cuando los padres muestran miedo o ansiedad ante la habilidad de sus hijos de leer los pensamientos.
La telepatía forma parte del arsenal de herramientas que traen los Niños de Cristal para liberar la Tierra del fraude. Cuando alguien es verdaderamente telepático resulta imposible mentirle. Conforme los Niños de Cristal crezcan y se conviertan en adultos, sabrán con certeza si un político o vendedor les está mintiendo. A nivel colectivo impulsarán a los habitantes de nuestro planeta a vivir con integridad.
Pero la telepatía también tiene un beneficio más inmediato. Crystal dice que utiliza la telepatía para comunicarse con su hija Zoey de tres años en situaciones de emergencia. Puede ocurrir, por ejemplo, que Zoey se aleja de ella y Cristal grita telepáticamente «¡Para!» y Zoey se para de inmediato y mira a su madre.
Entrar en trance
Los Niños de Cristal entran de vez en cuando en una especie de trance y no parecen oír a sus padres. Es algo que puede suceder sobre todo cuando se está en las afueras, en la naturaleza. Este estado, similar a un trance, se utiliza con frecuencia para justificar un diagnóstico de autismo. Pero en el caso de los Niños de Cristal eso sería un diagnóstico erróneo, ya que estos pequeños simplemente dejan ese mundo temporalmente. Pero no sólo eso, los Niños de Cristal sienten mucha empatía, conectan muy bien con los demás y son muy amorosos. Los auténticos autistas no muestran conexión alguna con el mundo externo.
Yo misma entro en trance cuando estoy canalizando o recibiendo información. Antes de que aceptara plenamente mi don, recibí, de hecho, muchos mensajes de ángeles mientras estaba viendo la televisión. Esto es así porque la televisión focaliza la mente en un punto determinado similar a ciertos espejos (espejos negros que se utilizan para la adivinación) y bolas de cristal que sirven como focos de atención.
Andrea dice que Abbie, su hija de tres años, también entra en trance cuando está viendo la televisión. Andrea explica:
Cuando el televisor está encendido, Abbie se «abstrae» hasta tal punto que ya no escucha a nadie de su entorno. Tuvimos que recortar seriamente el tiempo permitido para ver la televisión. Abbie es un alma gentil y sanadora que se funde con la naturaleza y con los animales. Cuando la tecnología va en contra de su Ser, parece que es abstraída por ella y no puede escapar de su poder. En casa tenemos que apagar el televisor y el ordenador si queremos que interactué con la familia.
Denise Bunning, otra madre, cuenta que su hija Alice tenía la costumbre de entrar en trance cuando era más pequeña. Denise utilizaba sus manos para girar la cara de Alice para que la mirase de frente y le prestase atención. ¡Cuando Denise ignora su hija, la pequeña gira la cara de su madre para que la mire!
Tal como ya mencioné más arriba, muchos padres me han dicho que sus niños tienen una increíble capacidad de focalizar de modo que cuando están en la naturaleza parece que entran en trance. Los Niños de Cristal se sientan y miran fijamente a escarabajos y hojas durante minutos enteros. Esta capacidad de focalizar la mente es un regalo muy útil para el futuro de los Cristales, es decir, cuando ya sean adultos y empiecen a asumir su papel de líderes.
CAPÍTULO CUARTO
UN ALTO GRADO DE SENSIBILIDAD
Los Niños de Cristal confían en su intuición para discernir lo que es verdad con respecto a la gente y las situaciones en lugar de hacer valoraciones basadas en las apariencias físicas o juicios. Su intuición es como un radar que está escaneando constantemente el entorno. Nadie puede esconder sus verdaderos sentimientos, pensamientos o intenciones ante la exquisita conciencia de la verdad de los Niños de Cristal. Pero también es cierto que estos pequeños no pueden eludir esa conciencia de la verdad, incluso si prefiriesen no percibirla. A veces, un alto grado de sensibilidad es más bien una desgracia que una gracia. Gente sensitiva puede absorber sin darse cuenta siquiera, energías negativas que luego le afectan de manera nociva.
Danica dice que su hijo Koa de tres años es muy sensitivo. El mayor reto para Danica es comprender cómo ayudar a su hijo cuando la energía de los demás le afecta. Ella dice:
Koa es tan sensitivo que si alguien está enfadado, frustrado o está experimentando una emoción muy fuerte (incluso si nadie más se da cuenta o si la persona lo disimula) él lo experimenta en carne propia. Es difícil ser padres de niños tan sensitivos, ya que el entorno les afecta muchísimo.
Desde que tenemos un hogar maravilloso con una energía excelente, nuestro hijo es un encanto. En algunas casas en las que hemos vivido anteriormente, sólo la energía del lugar ya era con frecuencia una razón para el llanto y la confusión. Koa se siente mucho mejor cuando está rodeado de una energía positiva y para él es absolutamente vital vivir en una casa con un buen ambiente energético.
Una manera de asegurarse un hogar con buena energía, es practicar el antiguo arte conocido como Feng Shui que indica colocar las cosas dentro de casa de una manera determinada. Limpiar el espacio es otro método eficaz. En el libro The Western Guide to Feng Shui de Terah Kathryn Collins se describe todo esto con maravilloso detalle. En mi propio libro Angel Therapy, también trato este tema. (Ambos libros publicados por Hay House).
Sensibilidad con respecto a las energías del mundo
La energía colectiva del planeta afecta muchísimo a los Niños de Cristal. Cuando una gran masa de gente se siente con miedo o cuando un suceso que cambia el mundo está a punto de ocurrir, los Cristales pueden volverse depresivos o agitados.
Sara dice que su hijo Zak tenía dos años cuando ocurrió lo del 11 de Septiembre del 2001. Ellos viven en Londres de modo que el ataque sucedió aproximadamente a las 10 de la noche hora local. Zak estaba durmiendo desde las 7 de la tarde. Sara escuchó la noticia del ataque a las Torres Gemelas en el telediario y momentos más tarde escuchó unos ruidos extraños procedentes del dormitorio de Zak.
La energía colectiva del planeta afecta muchísimo a los Niños de Cristal
Sara se fue corriendo a la habitación de su hijo y presenció los terribles momentos que describe de la siguiente manera:
Él estaba en un estado terrible, agarrándose la garganta luchando por respirar. ¡Nunca antes había visto nada semejantes! Escuché una voz desencarnada diciendo «llama una ambulancia» y lo hice. Cuando la ambulancia llegó, el equipo de emergencia echó un solo vistazo a Zak y dijo «código azul» y le llevaron corriendo al hospital. En el interior de la ambulancia Zak seguía luchando por respirar y yo temía que estuviera a punto de abandonar el planeta.
Zak se estaba volviendo azul cuando por fin llegamos al hospital y los médicos nos dijeron que tenía un ataque de Krupp tan fuerte que podía costarle la vida. Sara recuerda: «Supe que la situación era terriblemente grave cuando miré las caras pálidas de los médicos. Fui guiada a quitarme el collar de cristal de cuarzo que llevaba para colocarlo encima de Zak, rezando para que sanara. Y así sucedió. Más tarde me dijeron los médicos que había sido el peor ataque de Krupp que habían visto jamás».
Un Niño de Cristal americano, llamado Chad, sintió tanta empatía con la situación global creada por los acontecimientos del 11 de Septiembre que escribió lo siguiente sobre sus sentimientos de aquel momento:
Mi sueño es ayudar a la gente de Afganistán. Se están muriendo. A pesar de que hayan matado a muchas personas de nuestro país uno debería tratar a otras personas de la manera como le gustaría ser tratado. Uno debería ayudar a sus vecinos. Ellos padecen muchas enfermedades. Es muy triste que un grupo de personas hiciera lo que hizo, pero yo les perdono.
Los padres que se preocupan si sus hijos están deprimidos, hiperactivos o ansiosos en un momento dado, harían bien en observar lo que está pasando en el mundo y lo que pueda afectarles. Muchos niños son impactados inconscientemente por la energía del mundo. Invoque al arcángel Miguel para que cuide sus hijos o pida a la Virgen María que les consuele. Hable con sus hijos y permítales que expresen sus miedos y frustraciones abiertamente.
La naturaleza de la sensibilidad
Las generaciones anteriores a los Índigo y Cristales tenían la habilidad de pretender que todo estaba en orden aunque no fuera así. Los nuevos niños, sobre todo los Cristales, no tienen la opción de negar lo que está ocurriendo. Ellos sienten las emociones de los demás como si fueran las suyas.
Catherine dice que su hija de tres años es una de las personas con más capacidad de observación que ha visto en su vida. Ella explica: «No hay nada que se le escape. Mi hija está muy sintonizada con la gente y sus emociones. Tanto es así que mi marido y yo tenemos que tener mucho cuidado de no discutir delante de ella ya que enseguida intenta mediar y no está a gusto hasta que todo el mundo haya recobrado la paz. Continuamente nos pregunta si somos felices y no cesa en su empeño hasta que lo estemos realmente».
Los Niños de Cristal están aquí como guardianes de la paz y se percatan rápidamente si alguien no se siente en paz. Según las madres de Taylor, Emily, William y Zoey, todos niños de tres años, éstos reflejan las siguientes características:
* Taylor deja de hacer lo que está haciendo cuando oye a otro niño llorar. Pregunta: «¿Qué pasa?» y cómo puede ayudar. Cada día cuenta a sus padres qué niños estaban llorando en la clase de preescolares y por qué. Parece que su mayor preocupación es ayudar a aquellos que están tristes.
* Emily aún no tiene un gran vocabulario pero cuando habla parece que lo que más le preocupa son las emociones de los demás. Su madre, Wendy, dice: «Emily es muy perceptiva con respecto a emociones que se están acumulando en adultos y de alguna manera parece tener el lenguaje y la habilidad de etiquetarlos y llamar la atención al respecto (a pesar de mis esfuerzos de protegerla de mis emociones y pensamientos)».
* William- otro de estos maravillosos Niños de Cristal-, se siente fácilmente herido en sus sentimientos y se siente derrotado cuando piensa que ha hecho algo malo sin ser consciente de ello.
* Zoey abraza y consuela a cualquiera que esté llorando. Les dice: «Todo está bien, no te preocupes. ¿Quieres que te dé besos hasta que estés mejor?". A todo el mundo que entra en contacto con ella le dice que le quiere.
Rihana e Isabella también son extraordinariamente sensitivas:
* Rihana de 12 meses, llora desconsoladamente cuando cree que ha hecho daño a alguien, ya sea física o emocionalmente.
* Isabella de 12 semanas, se pone rápidamente nerviosa si está con gente que está enfadada o que es negativa y su madre añade: «No obstante, Isabella irradia mucha paz y calma hacia la gente. Su energía es tan fuerte y tan amorosa que instantáneamente ejerce un efecto tranquilizador sobre las personas».
Cuerpos sensitivos
Los Niños de Cristal no sólo son sensitivos a nivel emocional sino también a nivel físico. Un exceso de estímulos puede agotarles con facilidad.
* Los Niños de Cristal son muy sensibles al ruido
Penny dice que a sus hijas, de dos y cuatro años, les altera mucho cuando alguien levanta la voz porque está enfadado. Dice: «Ahora tengo más cuidado con la manera de comunicarme con las niñas cuando estoy enojada, sabiendo que ellas sienten las emociones tan fuertemente. Realmente tengo que tener cuidado con el volumen de mi voz o la intensidad de mi irritación».
* Los Niños de Cristal son muy sensibles a las aglomeraciones de gente
Beth dice que su hijo Taylor de tres años no sabe cómo manejarse cuando está en un entorno multitudinario. Ella recuerda: «Él ha tenido esta manía desde que nació. En su colegio preescolar organizaron el otro día una fiesta por motivos de "la vuelta al colegio" y Taylor no quiso saber nada de ello: el exceso de actividad y ruido hizo que saliera corriendo y se refugiara debajo de un árbol comiéndose ahí una galleta».
* Los Niños de Cristal son muy sensibles a la temperatura
Cathy se dio cuenta de que su hijo William de tres años siente el frío con más facilidad que otras personas.
* Los Niños de Cristal son muy sensibles ante el desorden y la falta de organización
Cuando Haley de seis años tiene la sensación de que su habitación está muy desordenada, la limpia diciendo: «¡Necesito una limpieza de espacio!». Su madre le da entonces una campanita especial para limpiar la energía. Después de haber hecho sonar la campana ceremoniosamente dice: «¡Mamá, la energía de mi cuarto ahora es fantástica!».
* Los Niños de Cristal son muy sensibles ante entornos caóticos
Mei de dos años, se vuelve hiperactiva cuando está en algún lugar en el que hay una actividad frenética como por ejemplo en un centro comercial durante la época navideña. Su madre dice que en casa jamás es hiperactiva.
* Los Niños de Cristal son muy sensibles a ingredientes artificiales y químicos
Jaimie dice que su hija Isabella de 18 meses tiene una piel muy sensible. Jaimie explica:
Ahora utilizo sólo ingredientes naturales para cuidar su piel, ya que se reseca cuando la lavo con jabones comerciales. En lugar de ellos utilizamos un jabón hecho de onagra. Ella siempre responde mejor a los remedios naturales y tengo la suerte de que mi farmacéutico trabaja con diversos remedios herbales que valen para muchas enfermedades infantiles. Isabella siempre vomita cuando toma medicamentos alopáticos. No los soporta; su pequeño cuerpo siempre los rechazó como acto reflejo. Sin embargo, tolera perfectamente los medicamento fitoterapéuticos.
Aparentemente indestructibles
Por fortuna, los ángeles vigilan a los sensibles Niños de Cristal. Muchos de ellos parecen indestructibles, parecen inaccesibles al daño.
La madre de Tori dice que aunque su hija de cuatro años juega con bastante brusquedad con sus animales domésticos, a ella nunca le pasa nada. Por ejemplo, Tori está tirada en el suelo y los perros grandes de la familia la pisotean, pero ella siempre sale bien parada salvo pequeños rasguños. A veces nuestro gran gato la muerde, pero jamás le deja una señal.
Andrea cuenta que su hija Abbie de seis meses, se salvó en una ocasión por los pelos. Andrea explica: «Yo llevaba a Abbie en los brazos cuando me resbalé en un aparcamiento a causa de una mancha de aceite». Andrea estaba horrorizada cuando vio a su hija boca abajo en el suelo y sin moverse. Andrea rápidamente le dio la vuelta a Abbie y se encontró con que su hijita estaba sonriendo y sin magulladura alguna.
Andrea dice que Abbie ha estado expuesta unas cuantas veces a accidentes, pero por un motivo u otro jamás le sucede nada. «Es como si físicamente fuera indestructible a pesar de ser emocionalmente tan extraordinariamente sensible. No le gustan los ruidos, ni la gente que se pelea, ni la violencia, ni los juegos rudos o la carne roja.»
Parece ser que los Niños de Cristal se pueden permitir ser tan sensibles... están amparados; su misión vital les garantiza que los cielos les protejan. Aquellos que aún así se hacen daño, pueden vivir esta experiencia como un aprendizaje de crecimiento espiritual que forma parte de su contrato.
Muchos de los padres que me han escrito cuentan que sus hijos no sólo parecen inaccesibles al daño, sino que también muestran una total ausencia de miedo. Puede que una de las razones de esto sea el hecho de que siempre esperan lo mejor. Su optimismo atrae experiencias de protección y seguridad.
No hay miedos
¡Este pequeño era absolutamente increíble! Yo estaba sentada en los jardines de un hotel en Kona (Hawai), y no podía quitar mis ojos de él. Vestido con un traje tan colorido que el ropaje de sueños de José se hubiera quedado sin brillo al lado de esta vestimenta! ¡El niño se estaba paseando literalmente por el bordillo de un muro!
Calculé que este niño tendría unos siete años más o menos y se estaba paseando sobre el quicio de un muro de casi un metro de altura, perteneciente al hotel, como si fuera un camionero sentado en su camión de cuatro ruedas. El quicio del muro era más estrecho que el pie de la criatura, pero eso no parecía tener importancia alguna. El chaval se paseó con toda confianza y sin vacilación alguna y en ningún momento se tambaleó. Por fin, su abuelo se cansó de ver a su nieto retando la gravedad y le pidió que se bajara. El niño bajó con un salto, rebotó como si tuviera muelles en los pies y se perdió junto a su abuelo en el atardecer hawaiano.
Desde ese día supe que los Niños de Cristal tienen un increíble sistema motriz, algo que parece reflejarse en las pruebas para el coeficiente intelectual que miden dos tipos de inteligencia: la inteligencia verbal y la no-verbal. Los resultados de las habilidades verbales suelen ser muy bajas, sin embargo, la inteligencia no-verbal es asombrosamente alta. El promedio de resultados de los tests del coeficiente intelectual es alto, ya que se unen los resultados de una y otra prueba.
Muchos Cristales muestran una gran habilidad motriz incluso ante la ausencia de capacidades verbales. Además, esas destrezas motoras tan brillantes se juntan con una total ausencia de miedo, teniendo como resultado que estos niños sean exploradores muy valientes. La falta de miedos parece tener que ver con la confianza que los Niños de Cristal muestran también en otras áreas tales como el acercamiento a animales salvajes o el hacer predicciones psíquicas.
Debido a que el miedo es una función del «self» inferior -el ego- la ausencia de miedos es un dato más de la evolución superior de los Niños de Cristal. ¡Confían, aman y se divierten mientras exploran este planeta!
Cynthia Berkeley dice que su hija Leah, de quince meses, se siente muy cómoda en su cuerpo y que tiene un asombroso sentido de exploración. Cynthia comenta:
Es como si Leah no tuviera ninguna noción de lo que es el miedo. Se sube a todo y con la mayor facilidad sabe cómo maniobrar para solucionar un problema.
La gente comenta lo muy avanzada que parece a nivel físico. Su sentido de relación con el espacio es maravilloso. Cuando tenía tan sólo nueve meses ya estaba subiendo y bajando las escaleras por sí sola. ¡Jugamos con el 'Gymboreé y a ella le encanta subirse por todas partes! Parece no conocer el miedo.
Harry a quien el lector ya ha conocido en el capítulo anterior nunca ha sentido miedo. Su madre, Karenanne dice que esto había sido una fuente de muchas preocupaciones (más por la intranquilidad de la madre que por el niño) cuando el niño era todavía muy pequeño, pero ahora ya ha aprendido a ser más precavido. «Creo que Harry sabe que está a salvo y nunca se preocupa por nada. Me dice: ¡Mamá, todo va bien! ¡Está claro que si él tiene un alma que vibra a una frecuencia superior, el miedo y la preocupación no le afectan!»
Los Niños de Cristal no sólo carecen de miedos sino que además disfrutan enormemente explorando sus entornos físicos. Tara dice que Grant, su hijo de 16 meses es muy atrevido y me contó: «Grant adora balancearse. El otro día le encontré subido a su coche de bomberos buscando el equilibrio sobre uno de los asientos. Acto seguido se balanceo sobre el volante. Ahí estaba, con los brazos extendidos, sintiéndose muy orgulloso de sus logros».
Instintos naturales
Puede que estos niños sean más naturales y que confíen en sus instintos. Están más en contacto con sus cuerpos. Después de todo, esto es como será nuestro futuro según mis ángeles. Desde mi más tierna infancia he tenido visiones de un mundo más natural, un mundo en el que nuestras habilidades divinas de comunicarnos telepáticamente sustituirán a la tecnología. Es un mundo con un aire limpio, aguas claras y una atmósfera tropical que nos proveerá con fruta y verdura frescas en cantidad.
Los nuevos Niños de Cristal son un atisbo de este mundo. ¡Ellos están definitivamente más en contacto con sus cuerpos!
Ellen Welch compró recientemente un video de yoga para la relajación. Ellen dice: «Debido a que uno debe ver la cinta antes de realizar los ejercicios, la puse un rato mientras acabé unas tareas de casa». Su hija Erin de cuatro años, se plantó delante del televisor y realizó todas las posturas parando exclusivamente para pedir un poco de ayuda para realizar una postura determinada. La cinta contiene dos sesiones de yoga, total unos 70 minutos de ejercicios. Erin hizo yoga sin ninguna interrupción ni descanso durante todo este tiempo. Mientras realizaba los ejercicios me dijo: «Mamá, esto es muy bueno para ti. Deberíamos hacerlo cada noche antes de acostarnos».
Erin tiene razón, efectivamente, deberíamos hacerlo.
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