CAPÍTULO CINCO
SANADORES NATOS
Los Niños de Cristal tienen tanto amor en sus corazones que su mera presencia tiene un efecto sanador, pero además de eso tienen sorprendentes capacidades innatas en ese ámbito. Incluso Niños de Cristal muy jóvenes parecen saber cómo dirigir la energía a través de sus manos, sus pensamientos e incluso cuarzos para lograr una profunda sanación. Las historias que vienen a continuación hablan por sí solas, ofreciéndonos una breve ojeada a un futuro caracterizado por una sanación natural y espiritual.
Sanadores infantiles
Las habilidades sanadoras de la hija de Andrea ya eran evidentes durante su infancia. Un día, Andrea tuvo que guardar cama por sentirse enferma y su marido trajo a su hija de siete meses al dormitorio. Andrea cuenta que su hija se quedaba sentada encima de la cama, cerca de ella,
la miró fijamente y puso las dos manos sobre su estómago. «Así se quedó unos diez minutos y mi marido se estaba poniendo un poco nervioso con todo esto. Cuando ella había terminado se volvió a "convertir" en un bebé "normal" y quiso jugar. Realmente me quedé abrumada.»
Enseñanzas de los ángeles
Cuando Haley tenía cinco años, comenzó a hablar a sus padres sobre los ángeles que estaba viendo y escuchando. Les contó que estaba trabajando sobre todo con el Arcángel de la Sanación Física, es decir, con el Arcángel Rafael. Haley dijo que el Ángel del Conocimiento y el Ángel del Amor también le estaban enseñando. Describió cómo los ángeles llevaban una máquina a su habitación que le enseñaba cómo sanar el cuerpo de las personas. También contó que veía sombras alrededor de gente enferma.
Haley tiene ahora seis años y cuando se encuentra con una persona enfadada abre una ventana, saca sus manos y sacude la energía negativa de la habitación. Carolyn, la madre de Haley dice:
Me encanta cuando Haley me pone las manos en los hombros, presionando suavemente pues recupero la calma rápidamente. Un día, cuando estábamos celebrando una ceremonia, Haley se levantó, cogió un cuenco tibetano y lo pasó por nuestras cabezas. Luego volvió y, utilizando sus manos, abrió nuestros chakras corona. Supo perfectamente lo que estaba haciendo. No había hecho nunca nada igual anteriormente, sin embargo, parecía tan apropiado, y lo hizo con tanta gentileza, tanto amor y compasión.
Un niño sana a su perro
Magda dice que ella y sus hijos estaban horrorizados cuando se enteraron de que su perro Gator padecía una enfermedad tan grave que podía costarle la vida. Mientras la hija de Magda estaba llorando, Austin, su hijo de seis años se fue tranquilamente a su baño y recogió la vara de energía que su abuela (una sanadora espiritual) le había regalado.
Austin agitó el cuarzo fijado al final de la vara encima del perro. Y, sorprendentemente, Gator se tumbó como si los dos estuvieran hablándose y se mostró dispuesto a que comenzara la sesión de sanación.
Austin trabajó con la vara de energía encima de Gator durante unos 30 minutos diciéndole que no iba a morir y que él le estaba ayudando. Cuando terminó, Austin dijo alegremente a su madre: «Mamá, Gator se pondrá bien. He utilizado mi vara de energía y ya está mejor».
Austin (cuya abuela le había iniciado como sanador de Reiki) continuaba con los tratamientos de Reiki con Gator y utilizó la vara de energía a lo largo de todo el mes. Magda dice: «Gator está ahora perfectamente sano. No hubo ningún efecto secundario y él y nuestra familia somos felices pues estamos todos juntos».
Se sana a si misma y a su madre
Teresa Zepeda dice: «¡Estoy segura de que mi hija Crystal, de seis años, es una sanadora!». Teresa dice que Crystal se ha sanado así misma instantáneamente más de una vez.
Cuando la familia se fue de acampada a la playa para celebrar el cuarto cumpleaños de Crystal, la pequeña comenzó a quejarse de un dolor de oídos. Teresa dijo a su hija que se sanase a sí misma pues de otra manera todos tendrían que marcharse de la playa para llevarla al médico. Esa perspectiva enojó a Crystal, de modo que su madre la llevó hasta la caravana para que se tumbase ahí y pusiese su mano sobre la oreja pidiendo a Dios y a Jesús que la sanasen. Diez minutos más tarde, Crystal salió de la caravana encontrándose estupendamente bien. ¡No hubo más dolor! ¡No hubo más dolor de oído! Teresa dice: «Crystal es una persona con una voluntad firme. Le apetecía tanto quedarse en la playa que hizo que ocurriera la sanación».
En otra ocasión a Teresa le dolía la espalda y pidió que Crystal impusiera sus manos sanadoras. Colocó las manos de su pequeña hija sobre su espalda, pero Crystal las retiró diciendo: «No hace falta que imponga manos para sanarte».
Teresa sigue contando: «El alivio fue inmediato, era como si el dolor jamás hubiera estado ahí. He padecido serios dolores de espalda desde que tuve varias hernias hace 14 años. Antes de la sanación que me hizo Crystal me tuve que quedar muchas veces en cama debido al dolor. Desde la sanación ya no he tenido que quedarme nunca más en la cama a causa del dolor y la espalda me molesta ahora sólo muy de vez en cuando».
La fe absoluta
Toda sanación tiene un componente de fe, y no importa si se trata de medicina tradicional o alternativa o una sanación espiritual. Hay estudios que demuestran que la fe del sanador y del paciente son variables importantes a la hora de determinar la eficacia del tratamiento. Los Niños de Cristal tienen una increíble fe en sus capacidades sanadoras y esto es, sin duda, una de las razones de su eficacia.
Los Niños de Cristal no sólo curan a los cuerpos físicos; también sanan los corazones de la gente
Victoria de tres años se llama a sí misma «Dra. Toria» y ya ha conseguido una considerable fama entre los amigos y miembros de la familia cuando se trata de aliviar dolores de cabeza o de espalda. Desde su infancia, Victoria siempre se ha dado rápidamente cuenta cuando alguien no se sentía bien o se había hecho daño queriendo dar besos o poner sus manos hasta que la persona estuviera mejor.
La abuela de Victoria dice: «Victoria cree que puede "echar las cosas malas" y durante su tratamiento hace como si cogiese el mal y lo tirara al aire. ¡Ella siempre se ha dado cuenta de los problemas de los demás y está convencida de poder ayudar!».
En un momento dado, Victoria y su abuela visitaron una residencia de enfermos y, claro está, Victoria quería sanar a todos los residentes. Su abuela recuerda que fue muy difícil convencer a su nieta de que no podía sanar todos los problemas de personas muy mayores y enfermas; o que una persona en una silla de ruedas podía estar en las manos de Dios. Victoria dijo muy solemnemente: «¡Pero abuela, yo hablo con Dios!». La abuela añade que Victoria tiene una asombrosa fe en sí misma y en su capacidad de cambiar al mundo y dice: «Es una maravilla verlo».
Los Niños de Cristal proporcionan alivio
Los Niños de Cristal no sólo curan a los cuerpos físicos, también sanan los corazones de la gente. Por ejemplo:
* Sanación emocional. Cuando murió el hermano de Lois O'Neill de cuatro años, 50 visitas estaban en su casa para dar el pésame a la familia. Mick el padre de Lois dice que en lugar de estar pendiente de su propio dolor, su pequeña hija estuvo acompañando todo el tiempo a los adultos apenados paseando con ellos por el jardín. Lois explicó a cada una de las personas que, en verdad, Jack, su hermano, no se había ido. Mick dice: «Lois iluminó el corazón de todos con sus explicaciones referentes al jardín y a los ángeles y hadas que viven ahí».
* Consuelo. Colin, de cuatro años, intuye cómo consolar a una persona necesitada. En un momento dado, Colin y sus padres visitaron a unos parientes cuando una de las mujeres se puso enferma. Colin, insistió en quedarse con ella en su dormitorio. Aunque ella durmió durante casi todo el tiempo, Colin no se movió de su lado. Cada vez que la mujer se despertaba, Colin le llevaba alguna bebida o avisaba a la familia si ella necesitaba algo. Era una auténtica fuente de energía sanadora y de ayuda.
* Compasión. Hay estudios que demuestran que los niños evitan con frecuencia el contacto con niños discapacitados. Esta nueva generación parece romper con esta actitud ya que muestra una compasión natural hacia personas con problemas físicos. Por ejemplo, Zoey de tres años, se hace amiga sobre todo de niños discapacitados. Una de las compañeras de juegos de Zoey nació con una discapacidad para andar y con una ligera torsión del cuerpo hacia un lado.
Crystal, la madre de Zoey, dice: «Esta pequeña ha progresado mucho desde que comenzó a ir al colegio junto con otros niños y a jugar regularmente con Zoey. Ha sido una experiencia muy grata saber que a los ojos de nuestros Niños de Cristal no existen ni barreras ni prejuicios».
* Consejos. Los Cristales parecen tener una habilidad especial para decir justo aquello que pueda inspirar, consolar o levantar el ánimo de la gente. Con su optimismo natural, ayudan a otros a ver el final del túnel, la luz que atraviesa los nubarrones de la vida.
Carter tienen sólo cinco años, pero ya está mostrando su habilidad para aconsejar a la gente. La madre de Carter recuerda el día en que su amiga Ingrid vino a visitarla. Ingrid es hipnoterapeuta y una artista con mucho talento, pero estaba muy baja de moral. El pequeño Carter se acercó a ella y dijo: «Ingrid, eres muy guapa y también eres una terapeuta con talento».
La madre de Carter recuerda: «Ingrid pensó que yo había alentado a Carter para decir eso. Pero le dije que eso no era así y que ni siquiera yo había oído a Carter utilizar la palabra terapeuta o hablar del concepto de tener talento. Lo que sí sé es que Carter tiene la habilidad de reconocer a la persona que necesita amor y dárselo».
Ofrecer ese amor es la misión colectiva de los Niños de Cristal. Nuestro trabajo como adultos consiste en nutrirles para que crezcan sin tener miedo a amar, de ayudarles a saber que hablar de emociones profundas no supone ningún problema. Debemos guiarles, sobre todo durante su adolescencia para que sigan siendo naturales y amorosos.
CAPÍTULO SEIS
NIÑOS MÁGICOS Y ESPIRITUALES
Incluso en hogares sin una orientación religiosa formal o espiritual, los Niños de Cristal hablan de temas esotéricos muy serios. A veces conocen a Dios, la oración, los ángeles, las ceremonias y cosas similares a través de sus padres. Pero muy a menudo poseen un conocimiento innato sobre la espiritualidad. Son pequeños filósofos, sumos sacerdotes y sacerdotisas. Claramente están sintonizados con lo divino. También están aportando el conocimiento de vidas pasadas.
Erin, de tres años, entró en el salón mientas sus padres estaban viendo la película Speed. La película estaba a punto de terminar y hubo una escena en la que un avión colisionó con un autobús causando una explosión tremenda y muy dramática. Erin pensó que eran las noticias y que la gente se había hecho daño de verdad, de modo que se giró hacia sus padres con cara de asombro, se puso de rodillas y exclamó: «¡Tenemos que rezar a Dios!» La madre de Erin dice: «Me impresionó mucho que una niña de tres años pudiera pasar con tanta facilidad de "oh, esto es horroroso" a "tenemos que pedir la ayuda divina para socorrer a esa gente"».
La reacción de Erin ante una tragedia -aunque no fuera «real»- llega al corazón. Esto es un indicador más hacia dónde nos estamos dirigiendo. Imagínese un mundo en el que todos, en respuesta a una crisis, recen en lugar de sentir miedo o preocupación.
Los Niños de Cristal tienen una notable vena filosófica, hablan con frecuencia de temas espirituales que en realidad pertenecen más al dominio de personas adultas. Melissa dice que su hijo Liam de siete años hace continuamente preguntas que un niño de su edad normalmente no plantearía. Por ejemplo: Liam pregunta con frecuencia qué es un 'cuerpo del alma', quién es Dios y plantea otras cuestiones similares. A veces, él mismo contesta sus preguntas. Puede que sus indagaciones provoquen una respuesta canalizada. Él dice por ejemplo: «Todos somos Dios».
Melissa siente gratitud por los ruegos espirituales de Liam y afirma: «Mientras Liam sigue siendo el alma que es, el mundo será un lugar mejor».
La energía de la luna
Los Niños de Cristal tienen una fuerte conexión con la energía terrestre, la energía de la naturaleza, de la luna y de las estrellas. Al igual que los viejos druidas, babilonios y egipcios, estos niños sienten fascinación por cielos estrellados y luna llenas.
Puede que su aguda sensibilidad haga que se den cuenta de las poderosas influencias sanadoras de la luna. Muchos de los Niños de Cristal pueden ver la luna y las estrellas por la noche mucho antes de que sean visibles para los ojos de los adultos.
De hecho, luna fue la primera palabra que pronunció una Niña de Cristal que se llama Isabella. Su padre Jaime explica: «Isabella adora a la luna y la llamó así cuando la vio por primera vez. ¡Esto sucedió incluso antes de que dijera "Mamá" o "Papá"! Yo le había sacado a fuera en una noche de cielo azul-tinta preciosa e Isabella se asombró, apuntó a la luna llena y dijo: "¡Oooooh, luna!" En aquella ocasión Isabella tenía sólo nueve meses».
Los Niños de Cristal tienen una fuerte conexión con la energía terrestre,
con la naturaleza y con la luna y las estrellas.
Los Niños de Cristal están realmente enamorados de la luna. Mientras otros niños juegan con sus juguetes, los Cristales se entretienen observando un cielo iluminado por la luna. Beth dice que a su hijo Taylor le encanta observar a las estrellas y a la luna. Puede estar horas sentado a oscuras en su dormitorio observando el cielo nocturno a través de su ventana.
El ciclo lunar también puede afectar a estos niños. Petra cuenta que su hija Julie de tres años, suele dormir tranquilamente y sin problema alguno durante toda la noche. Pero cuando hay luna llena, Julie está despierta durante una o dos horas cada noche.
Habilidades mágicas
Los Niños de Cristal no sólo tienen inclinaciones espirituales y habilidades sanadoras innatas, sino que también son alquimistas y magos divinos. ¡Retan a las leyes de la gravedad y mueven cosas con sus pensamientos! Muchos padres han compartido conmigo las hazañas mágicas de sus hijos. En algunos casos me han dado el permiso para relatar esas historias bajo una única condición: mantener el anonimato. Los padres temen repercusiones si el don de sus hijos es revelado públicamente. Siendo yo testigo de estas historias opino que son veraces. Contienen la emoción, el detalle y la autenticidad que las distingue de simples cuentos. Les ofreceré algunos ejemplos breves y los lectores decidirán.
En primer lugar quiero aclarar que la psicokinesis es la habilidad de mover cosas físicas con la mente o con emociones fuertes. Al igual que el poder de una persona puede interrumpir el suministro eléctrico de aparatos, relojes, baterías e incluso farolas de la calle. Tal como leerá a continuación, algunos Niños de Cristal realizan increíbles hazañas psicokinéticas.
Por ejemplo, en Francia vive un jovencito de siete años y que llamaré Adam ya que su madre y su abuelo me pidieron proteger su identidad. Adam habla de la vida que existe en otros planetas y comenta cosas de varias vidas pasadas dando detalles con respecto a la cultura, el trasfondo étnico y el idioma. La madre de Adam dice: «Cuando tenía tres años hizo que me sentara con él para contarme esto: "Tú sabes que no fuiste mi primera mamá. Yo te elegí a ti y a Papá para que fuéseis mis padres ahora y lo estáis haciendo muy bien"».
Adam ha mostrado con frecuencia habilidades psíquicas extraordinarias. Cuando tenía, por ejemplo, cuatro años contó a su madre: «Tu padre no se ha ido a trabajar esta mañana. Ha hecho mucho viento y en lugar de ir a trabajar prefirió dar un paseo». El abuelo de Adam vive en América y la diferencia de horario es de seis horas. Debido a que en América aún no era lunes y el abuelo de Adam no trabaja durante el fin de semana, Adam estaba viendo el futuro. Cuando la tarde siguiente, la madre de Adam llamó a su padre, no se sorprendió por lo que le dijo su padre ya que la visión de su hijo había sido real.
La madre de Adam dice que también ejerce un poder sobre cosas materiales:
Un día Adam me enseñó cómo encender y volver a encender una vela sin utilizar una cerilla. ¡Estábamos fuera y hacía viento!
Adam tiene poderes asombrosos de concentración y puede levantar una pelota de goma con sólo mirarla. Yo supe que lo había estado intentando durante algún tiempo y finalmente lo consiguió. Oí como la pelota rebotó en el suelo y subí a su habitación para ver lo que estaba haciendo. Lo había conseguido ya dos veces antes de que yo entrara en su habitación. Quiso enseñármelo y lo hizo; ¡yo no daba crédito a mis ojos! La pelota se elevó unos dos centímetros por encima del cubrecamas para luego caer con un gran rebote, al igual como si alguien la hubiera tirado ahí.
La madre de Adam me dijo que temía la opinión de la gente referente a las habilidades de su hijo, ya que vivían en una comunidad religiosa fundamentalista en Francia. Además se preocupa porque cree que Adam se hace vulnerable y se agota después de hacer levitar a cosas. Espero que sus miedos no se transfieran a Adam haciéndole abandonar su magia divina.
Otra mujer (que también pidió quedar en el anonimato) cuenta una historia similar sobre su hijo de cuatro años y de su hija de cuatro meses. Recuerda que su hija que entonces tenía sólo unas semanas, hizo que un juego de madera volara por los aires para caer a unos centímetros de distancia de su posición original. Esto ocurrió bajo la mirada de cuatro adultos y dos niños. La madre cree que su hija hizo uso de la psicokinesis porque estaba enfadada, ya que no se le había dado su comida de inmediato. También cuenta que su hijo era un bebé muy espabilado y que era capaz de manipular las cosas de su entorno. «Recuerdo perfectamente -nos cuenta esta madre- que en más de una ocasión, cuando aún era un bebé muy pequeño, apagaba el televisor cuando quería que se le prestase atención y nosotros no la complacíamos con la suficiente celeridad.»
Parecido a lo comentando más arriba, la hija de Tina de ocho semanas también es capaz de manejar aparatos electrónicos. Tina cuenta: «Me llevo a mi hija al trabajo y si está demasiado cerca de mi ordenador, éste se "congela". Una colega de mi oficina tuvo problemas con su monitor y también tuvimos problemas con la impresora. Al final coloqué racimos de cristales en todo mi equipo electrónico para dispersar las fuertes ondas de electricidad que emite mi hija».
Una visita del alma
Las almas amorosas de los Niños de Cristal también nos pueden visitar mágicamente durante nuestros sueños o nuestras meditaciones como si fueran ángeles-guías, entregándonos un mensaje divino. Laura Ainsworth estaba sentada en el suelo del dormitorio meditando con su hija Beth de cuatro años. Al principio Beth estaba sentada al lado de Laura. Pero después, aunque Laura seguía meditando, oyó cómo Beth salía sigilosamente de la habitación. Laura dice:
No sé cuánto tiempo llevaba yo meditando cuando oí la suave voz de Beth reclamándome: «Nana». Y luego un poco más fuerte: «Nana». Abrí los ojos y la miré fijamente y la vi sonriendo, envuelta en una manta al otro lado de la puerta del dormitorio. Dijo con una mirada penetrante y una honestidad tan cálida que envolvía el corazón: «Si me necesitas, estoy aquí».
Volví a mi meditación sólo para escuchar al cabo de unos segundos una profunda respiración. Era casi un ronquido. Beth estaba profundamente dormida en un dormitorio al otro lado del recibidor.
Si sus hijos no se comportan como pequeños magos o brujas no les descalifica pensando que no son Niños de Cristal. No todos esos niños trabajan con magia. No obstante ¿no le parece fantástico saber que algunos de ellos muestran talentos que seguramente duermen en el interior todos los humanos? Una vez más, los Niños de Cristal apuntan hacia las posibilidades de la humanidad... y preparan el camino para todos nosotros.
CAPÍTULO SIETE
CONECTADOS CON LA NATURALEZA, LOS ANÍMALES Y LAS ROCAS
Aunque pueda parecer que los Niños de Cristal vienen de otros planetas y reinos, lo cierto es que estos niños tan sumamente especiales conectan profundamente con la Tierra, la naturaleza y los animales. ¡Estos niños prefieren estar afuera, jugando entre árboles, flores, rocas y riachuelos!
Son bastantes los padres que nos han comentado que tienen serias dificultades para mantener a sus hijos Cristal dentro de casa. Otros padres comentan que una excursión a la naturaleza eleva instantáneamente el buen humor de sus Niños de Cristal cuando están apagados o tristes. Como pequeños sanfranciscos, estos niños muestran una actitud tan pura y sincera, que los animales confían en ellos. No cuesta mucho imaginarse que las flores, los pájaros y el sol se ponen a cantar de alegría, que son felices estando en compañía de esos maravillosos Niños de Cristal.
Los amigos de cuatro patas
Así como que la música calma a las bestias, los Niños de Cristal ejercen un efecto hipnótico sobre los animales. Tal como ya se dijo con anterioridad, pueden jugar rudamente con grandes perros y con gatos que tienen las uñas afiladas sin sufrir jamás daño alguno. Los animales sienten la inocencia de corazón de estos niños. Los Niños de Cristal y los animales se comunican a través de ondas de amor y se entienden perfectamente.
Con sus 15 meses, Leah ya ha forjado una profunda amistad con los animales que conviven en su familia. De hecho, Cynthia, la madre de Leah dice que el mejor amigo de Leah es Yoghi, su perro. Cynthia dice: «La primera vez que Leah se quedó de pie sola, fue después de haberse levantado del suelo agarrándose a Yoghi. Después Yoghi se alejó y ella sola se quedó de pie. Es asombroso, pues la mayoría de los animales toleran que ella les toque, les tire de los pelos o que juegue con ellos de forma brusca. ¡Es mágico! ¡Los animales la adoran!».
Abbie de tres años atrae a los animales de manera similar. Su madre Andrea nos cuenta: «Con frecuencia la encuentro sentada con nuestro perro o con los gatos sin decir ni una sola palabra, simplemente poniendo sus manos encima de ellos. Yo les observo durante varios minutos. Parece que ella tranquiliza a los animales».
Isabella de 18 meses ya ha nadado dos veces con delfines salvajes en Kona (Hawai). Philipa, su madre, dice que en ambas ocasiones, los delfines se sentían atraídos por Isabella. «Los delfines se fueron derechos hacia ella, se colocaron debajo de ella y lo repitieron una y otra vez.»
Tanto los animales salvajes como los animales domésticos se sienten atraídos por los Niños de Cristal. Es corno si sintieran el amor y la integridad de estos jovencitos tan especiales. Cuando Hannah Caldwell de 18 meses visitó con su madre Pam el parque zoológico, los animales se quedaron mirándola fijamente y no al revés.
Una madre gorila del parque tenía un bebé de la misma edad que Hannah. Pam cuenta: «La madre gorila y yo éramos ambas madres que daban el pecho a sus hijas y yo sentía una profunda unión con ella. La madre gorila vio a Hannah de inmediato y se acercó al cristal que les separaba. Hannah y la madre gorila se miraban fija y amorosamente a los ojos. Luego la madre gorila me miró a mí y puso suavemente su mano en el cristal, justo al lado de mi cara. Yo puse la palma de mi mano contra la suya. Hubo una conexión increíble; se sintió tan atraída por Hannah».
Después de algún tiempo, Hannah y Pam se despidieron de sus nuevos amigos y se dirigieron hacia la zona de los leones. Madre e hija miraron fijamente a través del muro de cristal a los leones que estaban desperdigados por un área muy grande. Pam recuerda:
De repente una leona elevó su mirada como si algo hubiera llamado su atención. Se levantó y se dirigió atentamente hacia algo que estaba al otro lado del muro cerca de mí. Atravesó toda aquella zona muy atenta e interesada. ¡Miré qué es lo que había atraído su interés y resultó ser mi hija! Ahí estaban, cara a cara, separadas sólo por el muro de cristal, sin embargo, estaban totalmente conectadas. ¡Se sintió tan atraída por Hannah! Era como si Hannah fuese la atracción del parque zoológico y no al revés. Ese espectáculo atrajo a un montón de gente y todo el mundo se preguntó qué es lo que era tan especial en esta niña para haber conseguido atraer la plena atención de esa bella leona.
Empatía con la naturaleza
Además de hacerse amigos de los animales, otra característica clave de los Niños de Cristal es la profunda empatía que sienten particularmente con la naturaleza. Los Niños de Cristal sienten las emociones y sensaciones de los animales, escarabajos y plantas. Prestan una voz a la naturaleza y nos recuerdan que todo y todos tienen sentimientos:
* Andrea dice que su hija Abbie de tres años no permite que nadie mate a un escarabajo, ni siquiera una gran araña que da miedo. «Dios los creó» dice Abbie a los adultos que quieren exterminar a los insectos. Con frecuencia pensamos que los escarabajos son amigos exclusivos de los chicos, pero las Niñas de Cristal no hacen ninguna discriminación entre sus amigos de la naturaleza. Les encantan los escarabajos tanto como cualquier otra criatura.
* Cuando los padres de Robert de seis años instalaron una piscina en el jardín de su casa, hubo que cortar dos árboles. Cuando Robert vio las sierras se fue corriendo hacia los árboles abrazándolos y grandes lágrimas corrieron por sus mejillas.
* Chad de siete años ha demostrado sentir una gran empatía con la naturaleza desde que era un chiquillo. En una ocasión, cuando se cayó una hoja de un árbol, Chad dijo a su madre: «¡Oh, esta pobre hoja se está cayendo al suelo; está perdiendo su familia!».
Los niños de Cristal nos enseñan la magia de la naturaleza
y hacen que tomemos conciencia de un hecho importante: todo está vivo.
* Liam de siete años recoge cariñosamente a los lagartos cuando entran en su casa y los devuelve al jardín. Mientras los lleva afuera les dice: «Tienes que ir al jardín para buscarte comida; sé que tienes hambre». La madre de Liam dice que el niño sabe lo que piensan y sienten los animales. Les anima a no tener miedo y ellos le hacen caso.
* En una ocasión alguien cortó una flor y se la ofreció a Crystal, una niña de dos años, pero ésta se enfadó mucho. Crystal se acercó al lugar donde aún se veía el tallo de la flor cortada e intentó pegarla a su tallo.
* Alice de cinco años siente un gran amor por las plantas y se enfada mucho cuando su madre las poda o cuando tira la hojarasca y las flores mustias.
* El pequeño Isaac de seis años mostró a su abuela un guijarro muy liso que sostenía en su mano.
Isaac explicó a su abuela que había recogido el guijarro de la calle porque no quería que lo atropellase un coche.
* Zoey de tres años, abraza a los árboles y besa a las hojas secas o arrancadas
Estar al aire Iibre
Dado que los Niños de Cristal tienen un corazón muy abierto y un ánimo alegre, no es de extrañar que prefieran pasar el tiempo al aire libre junto a los animales, plantas y al aire fresco. Los Cristales prefieren la belleza natural a la artificial.
Les encanta, por ejemplo, quitarse la ropa, hurgar en el lodo e inspeccionar colonias de hormigas. Los Niños de Cristal encuentran la belleza en los detalles de la naturaleza y se pueden quedar sentados como transfigurados durante largos periodos de tiempo mirando fijamente a las plantas que se mueven al son del viento.
Conchita dice que su hijo Nathan de 20 meses, es un verdadero amante de la naturaleza. «Tenemos que cerrar con llave a todas nuestras puertas para que no se escape Siempre que puede, le encanta quitarse la ropa cuando estamos en la naturaleza. Le gusta jugar en el agua mezclándola con tierra para luego comérselo.»
Puede que una de las razones por la cual los Niños de Cristal aman tanto a la naturaleza sea el hecho de que saben comunicarse con las plantas y los animales. Magda dice que su hija Taylor de cuatro años siempre habla con las flores. «Taylor habla con las flores que son bellas, -explica Magda-. También habla con pequeños escarabajos intentando reconfortarles.»
Los Niños de Cristal nos enseña la magia de la naturaleza y hacen que tomemos conciencia de que todo está vivo. Shawn y Keli Carpenter dicen que su hijo Corbin de tres años tiene una relación muy especial con los árboles. «Corbin nos cuenta lo que dicen, sienten y hacen los árboles,» explican los Carpenter. «También se da cuenta del espíritu que habita en toda vida y sabe comunicarse con los pájaros, peces, plantas, insectos y rocas aunque parece que su relación con los árboles es todavía más profunda.»
Un buen día, cuando Colin de cuatro años se fue de paseo con su madre, se paró, miró a un árbol y se apoyó en él. Colin suspiró y dijo: «Mami, siento el amor de este árbol; puedo sentir su corazón».
La naturaleza es una gran ayuda para mejorar el estado de ánimo de cualquiera incluyendo a los Niños de Cristal. Amanda dice que cuando su hija de 14 meses se pone llorona basta con sacarla a pasear. «Se vuelve pacífica y feliz en cuanto pasea por la hierba o coge un puñado de tierra.»
Estos niños tan especiales no necesitan juguetes elaborados para entretenerse. Sólo hay que sacarles al aire libre y se quedan prendados observando la hojarasca, una araña o los pájaros. Rihana de 12 meses se vuelve malhumorada cuando lleva demasiado tiempo dentro de casa. La madre de Rihana dice que a la pequeña le fascina tocar árboles, sentir la hierba o perseguir las hojas que vuelan.
Incluso los Niños de Cristal ya más mayores prefieren a la naturaleza en lugar de juguetes hechos por hombres.
Haley, de seis años, quiso ordenar su dormitorio y eliminar todos los juguetes que no utilizaba de modo que los vendió en un bazar de la vecindad. Haley y su hermana sacaron 190 € de esta venta. En lugar de comprar otros juguetes compraron un árbol de arce rojo para el jardín.
Mostrando todo este interés por la naturaleza, no es extraño que los Cristales desarrollen pronto una gran preocupación por el medio ambiente. Muchos de estos jóvenes son protectores de la Madre Tierra. Nicky de cinco años, por ejemplo, recuerda continuamente a su madre que no debe malgastar el agua. También es consciente de los efectos que ejerce la electricidad sobre el medio ambiente. Nicky siempre apaga las luces cuando sale de una habitación y no las vuelve a encender hasta que se pone el sol.
Cristales y rocas
Parece natural que los Niños de Cristal se sientan fascinados por cristales y rocas. Muestran una gran sensibilidad ante la energía de esa fuerza vital. Estos niños saben que el reino mineral está tan vivo como cualquier otro reino de Dios. Para un Niño de Cristal, una bella porción de rocas se merece tanto afecto y tanta atención como una persona o un animal. A los ojos de los Niños de Cristal todos son criaturas vivas de Dios.
Cuando Victoria de tres años, visitó con su padre y su abuela las playas del océano al Sur de California estaba en su elemento. Acercaba su oreja a las rocas del océano y habló y escuchó a cada una. Su abuela dice: «Atrajo a todo un grupo de personas, ya que quedaba tan claro que Victoria estaba manteniendo una conversación con aquellas rocas».
Desde hace mucho tiempo se utilizan cristales de cuarzo en ceremonias y en sanaciones para dirigir y amplificar la energía divina. En aparatos electrónicos como relojes y radios también se utiliza cristal de cuarzo para aumentar las señales eléctricas. Hay gente que cree que las antiguas civilizaciones utilizaban los cristales de cuarzo para el transporte y la iluminación y hay teorías que defienden que el Arca de la Alianza consistía de cristales infundidos de intenciones de energía perpetua.
Los Niños de Cristal sienten los impulsos emitidos por cristales y muestran un gran respeto ante las propiedades mágicas y los poderes de los cristales. Muchos de estos niños saben intuitivamente cómo usar cristales durante un trabajo de sanación aunque no tengan ningún entrenamiento formal.
Carri Lineberry es la madre de dos niñas, Shailyn de cuatro años y Maia de tres. Carri dice que a ambas niñas les encanta jugar con su colección de cristales de cuarzo pulidos. En varias ocasiones, las dos niñas han mostrado un infalible conocimiento del poder de esos cristales.
Maia, por ejemplo, guarda una geoda de amatista bajo su cama. «Un día -dice Carri- la encontré y la guardé. Maia lo descubrió rápidamente y volvió a colocar la geoda en su sitio diciéndome que debía quedarse ahí.»
En otra ocasión Shailyn se metió en la cama con Carri. Shailyn descubrió un cuarzo de rosa en la mesilla de noche de su madre y lo cogió. Carri recuerda: «No tengo ni idea por qué tuve que comprar este cuarzo y Shailyn no supo nada de esa compra».
Shailyn colocó la punta del cristal de cuarzo en el centro de la frente de Carri y dijo: «Mami, yo puedo curar a la gente con esto. ¿Sabes que se puede hacer cirugía con ese cristal?». Shailyn siguió colocando el cristal sobre diversos puntos del cuerpo de Carri con la misma seguridad que lo haría un sanador experimentado.
Finalmente Carri preguntó a Shailyn de quién había aprendido a usar cristales para sanar y su hija contestó lacónicamente: «De Jesús».
Carri recuerda que la energía de la habitación era increíblemente serena y plácida: «Tuve piel de gallina. No olvidaré jamás aquella mañana, ni tampoco los atisbos de otro tiempo y espacio que experimenté».
Isaac, el hijo de cuatro años de Judy Springer también tiene un inexplicable conocimiento de cuarzos. En una ocasión, Isaac dijo repentinamente a su madre: «Sabes, los cristales se agotan si se quedan demasiado tiempo dentro de la casa. Si esto ocurre los tienes que dejar fuera durante mucho tiempo».
Algunos Niños de Cristal reciben información de sus guías y ángeles con respecto al uso de los cristales. Otros niños, sin embargo, recuperan este conocimiento de otras vidas.
Stephan y Karen Williams dicen: «Sabrina, nuestra hija de cinco años, desarrolló pronto un gran amor por los cristales cuando se los mostramos. Rápidamente aprendió a reconocer los diferentes tipos de piedras. Ahora nos ayuda a elegir los cristales cuando queremos comprar algunos».
Una tarde, Sabrina dijo que necesitaba una sanación con cristales. Después de haber elegido algunos cuarzos, su madre empezó a enseñarle el sistema de chakras del cuerpo humano. Karen estaba a punto de explicar cómo se debían colocar los cuarzos sobre los chakras cuando Sabrina dijo: «Mamá, ya sé dónde hay que colocarlas porque he hecho todo esto antes». A continuación colocó los cuarzos sobre su cuerpo para una auto-sanación. Karen dijo que al observar a su pequeña hija manipular aquella tarde los cuarzos, se convenció de que la conexión de Sabrina con las piedras procedía de más allá de esta vida.
Puede que la conexión de los Niños de Cristal con vidas anteriores sea una de las razones por la que tienden hacia instrumentos de sanación como cristales, laberintos y ruedas medicinales.
Una niña de seis años mostró un increíble conocimiento con respecto a esas ruedas de medicina. Carolyn dice que ella estaba en el jardín cortando el césped cuando su hija Haley le pidió que echase un vistazo al espacio de meditación que había creado. Una vez en el dormitorio de Haley, Carolyn vio que su hija había atado mantas a los muebles de su habitación para crear un espacio sagrado. Haley había colocado en forma de circulo, en el centro de este espacio, sus cristales y piedras favoritas. Haley explicó a su madre que había estado sentada en el centro haciendo una meditación.
Carolyn recuerda:
La habitación estaba llena de paz y el círculo sagrado que había creado era precioso. Unos días después, Haley me preguntó si quería sentarme junto a ella en el centro del círculo de piedras y me contó todo sobre sanaciones. Compartió conmigo la importancia que tiene el círculo, hizo que sostuviera un cuarzo en mi mano y me indicó que lo acercase a mi corazón. A continuación ella se levantó e invocó a los ángeles alrededor del círculo pidiendo que el arcángel Rafael se colocara junto a nosotras en el centro. Haley colocó un pequeño cuarzo rosa en forma de corazón en el lugar en el que ella veía a Rafael. De este modo la energía sanadora estaba de frente y en el centro. ¡Mi hija sabía perfectamente lo que estaba haciendo! ¡Fue realmente increíble!
Aunque su hijo no esté realizando ceremonias de sanación con cristales, usted podrá observar que su niño o niña tiene una cierta afinidad con estas piedras mágicas. Mary Marshall me contó que su hijo de cuatro años adora los cristales de cuarzo hasta tal punto que los lleva siempre encima y duerme con ellos. Mary dice: «Él es un preescolar y para un proyecto de la escuela debía llevar alguna cosa que comenzara con la letra C. Decidió llevarse unos cristales».
Petra dice que cuando su hija Julie empezó a tener problemas de sueño, los cristales salvaban el día. Petra recuerda que Julie de repente no quería dormir sola y se despertaba cinco o seis veces cada noche. Finalmente Petra tuvo una conversación con Julie y ésta contó que estaba viendo espíritus en su habitación. El problema se solucionó celebrando cada noche un pequeño ritual con Julie. Petra ordena amorosamente a los espíritus que salgan de la habitación y luego coloca un cuarzo rosa y una amatista en la cama de Julie y en la ventana pone un cuarzo de cristal. Esto mantiene la energía libre de visitantes indeseados y desde entonces Julie duerme durante toda la noche sin despertarse.
Otra madre descubrió que los cristales ayudaban a su hija a dormir mejor. Laura Halls, una sanadora energética profesional recibió un mensaje intuitivo para que construyese una rejilla de energía de cristal en el dormitorio de su hija. En el centro exacto del dormitorio colocó una hematita y en cada una de las esquinas de la habitación sendas rodocrositas. Después, Laura visualizó una rejilla energética con las líneas de energía corriendo entre cada una de las piedras formando luego un punto alto en el centro, justo encima de la hematita. Después pidió que se colocaran espejos etéricos alrededor de la pirámide para reflectar la negatividad hacia arriba, alejándola de la habitación. A continuación Laura invocó a los ángeles y guías de la niña para protegerla.
Laura dice que su hija ahora se duerme enseguida y no se despierta en toda la noche. «¡En la habitación de mi hija se elevó la temperatura durante dos días después de haber instalado la rejilla energética ya que produjo mucha energía positiva!»
Algunas ideas básicas con respecto a cristales
Debido a que los Niños de Cristal tienen una relación simbiótica con los cuarzos, tal vez le gustaría enseñarles a sus hijos estas piedras tan asombrosas.
Los cristales de cuarzo se pueden comprar en librerías esotéricas, tiendas especializadas y ferias de gemas. Tenga en cuenta que los cuarzos naturales tienen una energía más fuerte que las variedades creadas artificialmente.
Connie Barrett que fue dueña de una tienda de gemas durante muchos años, recomienda que se permita a los niños que elijan los cuarzos que les atraen. Ella dice que con frecuencia los pequeños saben exactamente qué piedra les ayudará a sentirse más tranquilos y más pacíficos:
En una ocasión una madre visitó la tienda acompañada de su hijo. La madre empezó a hablarme de los diversos problemas de su hijo y éste, a su vez, intentó decirle que ya había encontrado la piedra que quería.
Por fin la madre se dirigió al niño diciendo «¿Quieres estarte quieto por un minuto? Estoy preguntando a la señora qué piedra sería la más adecuada para curar tu asma».
Yo pedí ver el cuarzo que había elegido el niño. Me mostró una rodocrosita, una piedra recomendada para el asma, ya que se dice que ayuda a relajar los músculos del plexo solar. Dije a la madre que su hijo había elegido correctamente escogiendo la piedra que necesitaba.
Los niños muestran mucha intuición cuando eligen sus propios cuarzos. Esto no quiere decir que usted no pueda darles otros cristales que le parece que puedan gustarles. A ellos, probablemente, les encantará cualquier piedra que usted les regale.
Si su hijo es todavía un bebé, recuerde que las piedras pequeñas se tragan fácilmente y pueden ser un peligro. No deje que un bebé se quede a solas con un cuarzo. Cuando lo guarde, hágalo en un lugar alejado del alcance de su niño. También puede comprar un cristal más grande y pulido que no quepa en la boca de su hijo/a o cuyos cantos no pueden hacerle daño. ¡Es importante explicar a su hijo/a que no se deben tirar las piedras!
Connie dice que es importante que los niños tengan libertad para elegir las piedras que quieran, pero también hay cuarzos que pueden ser útiles en determinadas situaciones o condiciones.
* Pesadillas/insomnio: Amatista. Colóquela en la mesilla de noche del niño o debajo de su almohada.
* Dolor de corazón o pena: Cuarzo rosa. Colóquelo sobre el corazón del niño o haga que lo lleve como un colgante a la altura de su pecho.
* Temas relacionados con la autoestima y la seguridad en uno mismo: Citrino. Se puede llevar como anillo o collar o colocarlo en cualquier lugar de la habitación.
* Concentración y estudios: Cornalina. (Para estar enraizado en el presente) o sodalita (para eliminar la confusión mental) se puede colocar en el lugar de estudios del niño.
* Sentirse arrollado por las emociones: piedra lunar. Debe llevarse como colgante o también se puede frotar la frente y las sienes con ella.
* Paciencia: Rodonita. El niño debería frotarlo entre sus manos cuando siente impaciencia.
* Comunicación: Turquesa (en el caso de que su hijo tenga problemas para solicitar ayuda a los demás); ágata de lazo azul (ayuda a comunicarse pacíficamente); amazonita (ayuda a encontrar el valor para decir la verdad); son especialmente eficaces si son llevados como collar o colgante.
Después de comprar el cuarzo debe eliminar la energía de las personas que lo hayan tocado anteriormente colocando la piedra a la luz del sol durante por lo menos cuatro horas. En el caso de que no haga sol puede limpiar la piedra sumergiéndola en agua a la que ha añadido sal marina. No deje el cuarzo demasiado tiempo en el agua salada, ya que la sal puede corroer el cristal. Una vez limpio pida a su hijo que se lo coloque cerca de su corazón y que infunda sus deseos o intenciones a la piedra. Por ejemplo, puede que su hijo o hija quiera que la piedra le ayude en sanaciones físicas o que la necesite para lograr un sueño más tranquilo. En el caso de que alguna energía negativa rodee al cristal, vuelva a limpiarlo exponiéndolo al sol o sumergiéndolo de nuevo en agua salada. Esto se puede hacer regularmente.
Naturaleza divina
La poetisa Dorothy Frances Gurney escribió: «En un jardín, uno está más cerca del corazón de Dios que en ninguna otra parte del mundo». Los Niños de Cristal lo saben instintivamente y sintonizan con la divinidad de la naturaleza. La naturaleza es su iglesia, su templo, su lugar donde tocar, oler y ser conscientes de Dios.
Cuando Colin, un chaval de cuatro años, paseó con su madre por un bellísimo jardín japonés se paró en seco y exclamó: «¡Mamá, esto es maravilloso! ¡Puedo sentir que Dios y los ángeles están aquí!».
Kate Mitchell tiene una tienda de piedras en Los Ángeles y cuenta que recientemente vino un niño llamado Alex con su madre a la tienda. Alex vio una gran drusa de cristal de cuarzo de 500 € y dijo a su madre: «¡Esto es lo que quiero que Papá Noel me traiga estas Navidades!». Su madre dudó por un momento y preguntó: «¿Pero, no te gustaría más un juego de Nintendo como a los otros niños?» Alex respondió terminantemente: «¡No!» Luego le preguntó: «Alex, ¿por qué quieres con tanta insistencia precisamente esta drusa?». Él contestó: «Porque es natural y Dios la creó».
No dude de que Papá Noel trajo al pequeño Alex precisamente esta drusa de cristal como regalo de Navidad.
CAPÍTULO OCHO
ANGELES Y AMIGOS INVISIBLES
A veces se puede observar cómo los bebés de Cristal miran fijamente al espacio, sus cabezas se mueven, y sus ojos están clavados en los ángeles. Con frecuencia, estas miradas son acompañadas de una «conversación» ininteligible con el mundo invisible. Muchos padres, con los que he podido hablar, están convencidos de que sus Niños de Cristal, siendo todavía bebés, (a veces se les llama «Cristalinos») están viendo a los ángeles y a personas queridas fallecidas. ¡Pues claro que sí! ¿Cómo no iba a ser clarividente la generación más sensitiva de todos los tiempos?
Muchas generaciones de seres humanos han alumbrado a bebés y niños sensitivos. Pero la generación de los Niños de Cristal tiene la tendencia a retener sus dones espirituales aún siendo adultos. Una de las razones consiste en la Nueva Era de apertura espiritual pues los padres entienden mejor las habilidades psíquicas de los Niños de Cristal. Las generaciones anteriores se asustaban ante fenómenos como éstos y castigaban a las personas que decían que veían u oían a los ángeles.
Tara Jordan y su familia suelen decir una oración cuando se sientan a cenar. Poco después de que su hijo hubiera cumplido los trece meses, éste empezó a llamar a Jesús durante la oración.
Tara cuenta:
Grant levanta la mirada cuando rezamos y uno se da perfectamente cuenta de que está viendo a Jesús o a los ángeles u otros espíritus de otras dimensiones. Exclama el nombre de Jesús y dice «hola» como si estuviera saludándole. Luego mira el cuadro de la Última Cena que tenemos en el comedor y le saluda nuevamente con la mano. En mi mente no existe ninguna duda de que Grant ve y siente el mundo de los espíritus.
Gracia a la ayuda de sus padres y abuelos, los Niños de Cristal retienen sus habilidades psíquicas a medida que van creciendo. Los Niños de Cristal tienen una natural afinidad con los ángeles, ya que sienten el amor incondicional de estos Seres Celestiales. Les encanta que sus padres les hablen de los ángeles y utilizan ese conocimiento para conectarse con el cielo de una manera todavía más profunda.
Carolyn se llevó mi libro Healing with the Angels cuando tuvo que ir con su hija Haley de cinco años a urgencias, ya que ésta se había roto un brazo. Mientras ella estaba leyendo la oración de la sanación le pidió a Haley que pidiese al arcángel Rafael (el ángel de la Sanación Física) que le asistiese y que la ayudase a que su brazo se curara rápidamente y que no doliese tanto. Después de esto, la pequeña reclamaba a San Rafael cada vez que su brazo le dolía.
Cuando los médicos por fin examinaron a Haley, expresaron su asombro con respecto a la tranquilidad de la pequeña. También Carolyn y su marido Mike se maravillaron por lo relajada que estaba Haley y por su propia serenidad. Carolyn se suele volver muy llorona y asustada cuando a uno de sus hijos le pasa algo. Es obvio que los ángeles estaban ejerciendo su influencia en todos de manera positiva.
Cuando los médicos escayolaron el brazo de Haley, Carolyn sintió una profunda paz en toda la sala de urgencias. Después Haley dijo: «Mira Mamá, la escayola es verde y verde es el color de sanación de San Rafael».
Desde entonces, Haley habla con sus ángeles y trabaja y aprende con ellos. Carolyn dio el pistoletazo de salida y Haley y sus ángeles lo aprovecharon. Una tarde Haley compartió los conocimientos adquiridos. Se puso de rodillas, casi en postura de rezar, y empezó a contar a su madre la maravillosa sabiduría y el gran conocimiento que había adquirido de los ángeles. Carolyn dice: «Tuve la sensación de que Haley era un ángel que canalizaba toda esa sabiduría».
Carolyn relata así la información que Haley compartió con respecto a los arcángeles Rafael, Gabriel y Miguel:
Primero Haley dijo que había ángeles grandes y que sus pies llegaban bien por debajo del suelo, que eran como árboles gigantes que crecían hacia el cielo. Haley admitió que cuando vio por primera vez a los ángeles temió que fuesen fantasmas, ya que hubo muchos en su habitación. Pero luego vio sus alas y supo que eran ángeles y que no había nada que temer.
Dijo que el ángel del Conocimiento estaba trabajando con ella. Una noche preguntó a ese ángel qué significaba la palabra «actividad». El ángel le contestó que significaba «que pasan muchas cosas». Haley dice que le están enseñando matemáticas y a leer. Su maestra del parvulario lo corrobora diciendo lo impresionada que está por el vocabulario de Haley.
En otra ocasión Haley me preguntó qué significa la palabra «anestesia». Inquirí a mi hija dónde había oído esta palabra y ella me contestó que San Rafael la había utilizado la noche anterior mientras le enseñaba a sanar. Haley dice que en ocasiones, cuando está jugando en su habitación, no está sola, está jugando con San Rafael y otros ángeles.
Niños sensitivos, padres sensitivos
Los ángeles nos rodean a cada uno de nosotros y los Niños de Cristal se comunican con ellos con toda confianza. ¡Si usted tiene un Niño de Cristal, tiene acceso a su propio maestro de desarrollo sensitivo!
Crystal, la madre de Zoey dice: «En cuanto Zoey nació empecé a ver ángeles y parientes fallecidos. Mi sensibilidad se estaba agudizando». Una de las razones por las que los Niños de Cristal son catalizadores de las habilidades sensitivas tiene que ver con su poderosa energía de amor. Este amor abre nuestros chakras, especialmente el chakra de la zona del corazón. Dejamos de tener miedo al amor y esto nos conduce a ser más conscientes de la presencia amorosa de los ángeles.
Crystal dice que comenzó a percibir halos de luz alrededor de Zoey. ¡Esos halos se ven incluso en las fotografías de la pequeña!
Es perfectamente normal, incluso sano, que los niños tengan «amigos invisibles»
es decir, seres que por regla general son sus ángeles de la guarda o guías espirituales.
Muchos de los padres y abuelos con los que hablé, me hablaron de una luz chispeante, auras relucientes e incluso, ángeles en torno a sus Niños de Cristal. Cindy Goldenberg dice que percibe halos de luz azul-blanquecinos alrededor de su hija dormida. Cindy dice: «Si yo movía la manta de Kirsten, los halos se metían debajo de la manta; seguían irradiando».
Cindy ha animado mucho a Kirsten a aprovechar su clarividencia y dice que su hija de cinco años acierta bastante cuando «lee» a la gente, basándose en los colores de su aura. Cindy y Kirsten espolvorean «polvo de ángeles y hadas» sobre los titulares de la prensa para que la gente involucrada en la noticia pueda sanar. Ellas son un buen ejemplo de cómo padres e hijos pueden unir sus dones espirituales.
Amigos invisibles
Es perfectamente normal, incluso sano, que los niños tengan «amigos invisibles», es decir, seres que por regla general son sus ángeles de la guarda o guías espirituales. Cuando los padres apoyan y animan las relaciones de sus hijos con sus amigos invisibles, los niños se sienten validados por tener esas habilidades naturales que son un regalo de Dios.
A veces esos amigos invisibles son arcángeles que ayudan a los niños en importantes propósitos de vida. O puede ser también que los amigos invisibles sean ángeles de la guarda que ayudan a los niños a perder sus miedos. Los amigos invisibles pueden, incluso, ser parientes fallecidos, amigos, o también animales domésticos.
Hace varios años una mujer llamada Melissa se quedó embarazada por un hombre al que ella adoraba y amaba. Sin embargo, ese hombre no estaba interesado en una relación estable ni en tener un bebé. Melissa no dijo a su joven hijo Liam que estaba embarazada. No obstante, un día, Liam confeccionó un dibujo y lo entregó a su madre explicándole que era un dibujo de su pequeño hermano (en aquella época Melissa tenía un sólo hijo).
Finalmente, Melissa eligió terminar el embarazo sin contárselo a Liam. Más o menos una semana más tarde, Liam dijo que su hermano pequeño le había dicho: «He decidido no venir aún, pero estoy bien y te quiero». El hermano pequeño le contó que estaba cuidando a Melissa como ángel de la guarda hasta que estuviese preparado para nacer como un niño. Cuando llegara este momento, los dos, el hermano pequeño y Liam cuidarían de su madre.
Melissa dice que Liam es un clarividente increíble. En una ocasión Melissa hizo una meditación para averiguar cuál era su «animal de poder» (algunas tradiciones creen que todos tenemos un animal como guía espiritual y que no es necesariamente un animal doméstico que se haya muerto). Durante la meditación, Melissa descubrió una leona a su lado. Ella estaba sentada en su gran sillón de cuero y estaba disfrutando con esa meditación cuando Liam entró en la habitación. Preguntó de dónde venían los grandes arañazos en el sillón. Cuando Melissa dijo que no tenía idea, Liam contestó su propia pregunta.
- Mamá, tú sabes que ha sido tu león quien los hizo -dijo.
- ¿Mi león? -preguntó Melissa.
- Sí Mamá, el león que te sigue a todas partes. ¿Es que no le ves?
Liam explicó que él siempre había visto a la leona junto a su madre y dijo que ese gran gato dormía a los pies de la cama de su Madre durante la noche.
Melissa dice: «¡Estaba sorprendida!» Y añade: «Me siento bendecida y honrada teniendo a ese hijo. Él es mi luz y mi fuerza».
Una de las razones por las que los padres no deben preocuparse por la elevada sensibilidad de sus hijos es que estos dones pueden ayudar a los niños a sanar de dolores emocionales y físicos. Son las habilidades divinas de autosanación que existen en cada uno de nosotros.
Por ejemplo, Sabrina de cinco años estaba profundamente apenada cuando murió una de sus amigas. Ella recibió consuelo de los ángeles con los cuales había tenido una relación personal a lo largo de toda su vida. Aun así, sólo se tranquilizó cuando «vio» a su amiga en el mundo espiritual.
Sabrina dijo que durante un sueño, habló con su amiga y que ésta estaba bajo un arco iris y que sonreía.
Un tiempo después, la madre de Sabrina dio este mensaje a los padres de la amiga y éstos, a su vez, le dijeron que el último dibujo de su hija había sido un dibujo de sí misma bajo un arco iris.
Memorias de vidas pasadas
Algunos de los Niños de Cristal hablan de vívidas memorias de otras vidas. Esto en sí mismo no es tan inusual, ya que los niños hablan con frecuencia de vidas pasadas. El desarrollo nuevo y excitante es que actualmente hay más adultos que dan permiso para hablar de ellas y dan una validación a las conversaciones sobre vidas anteriores de sus hijos. Esta actitud permite a los niños que mantengan estas memorias vivas sin regodearse en ellas.
Cuando nos percatamos de que la vida es eterna, perdemos nuestra preocupación con respecto a la muerte. También eliminamos la ansiedad perpetuada por algunas religiones que amenazan con el infierno y la condena. Cuando alejamos estos miedos somos verdaderamente libres para vivir plenamente.
A continuación relato algunos ejemplos de niños que recuerdan otras vidas:
* Robert de seis años habla con frecuencia de sus «padres antiguos», aquellos que tenía antes de entrar en el vientre de su mamá. Robert ha descrito su vida con ellos dando muchos detalles y contó a su madre que él desde el cielo observó cómo ella agitó aquella cosa que luego se volvió de color azul (un test de embarazo) y que después se metió en su vientre.
* Beverly Moore dice que su hijo Ethan de cinco años parece recordar muchas vidas pasadas. Beverly dice: «Ethan habla mucho de vidas pasadas. Siempre dice. "¿Recuerdas cuando yo tenía tu edad y tú eras mía?" Me contó que en una de estas vidas él había sido mi madre y en otra mi padre».
* Evan de cinco años estaba hablando con Nathan, su hermano mayor, del tópico respecto a niñas. Nathan dijo de repente: «Evan, ¿cómo es posible que sepas algo respecto a niñas? ¡Sólo tienes cinco años!». Evan le contestó inmediatamente: «¡Nathan, por Dios, he sido mujer por lo menos sesenta veces!».
Algunos de los Niños de Cristal están aquí, en el planeta Tierra, por primera vez y la vida terrestre les puede parecer extraña y les puede confundir. Cathy contestó a William, su hijo de tres años que estaba sentado en su falda preguntando si ya podían irse a casa. Cathy contestó a William: «Pero nosotros estamos en casa» y le replicó: «¿De veras?» Por fin Cathy se dio cuenta de que William se estaba refiriendo a una existencia previa extraterrestre y dijo suavemente a su hijo: «Estamos aquí en la Tierra porque debemos estar aquí y nuestro hogar no está tan lejos». Eso pareció satisfacer a William.
Parte de nuestro trabajo como guardianes adultos de los Niños de Cristal consiste en enseñarles cómo se vive la vida en la Tierra. Esto incluye ayudarles a permanecer abiertos a nivel sensitivo, enseñándoles cómo deshacerse de energías inferiores y fortalecerles con conocimientos. Somos los jardineros adultos que deben nutrir a los Niños de Cristal como si fuesen brotes florales que quieren abrirse para convertirse en flores plenamente abiertas.
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