6/5/08

TAROT ZEN - OSHO (4º PARTE Y FINAL)

65. Culpa


¡Este momento!... Este aquí y ahora... se olvida cuando empiezas a pensar en términos de lograr algo. Cuando surge la mente que pretende algo, pierdes contacto con el paraíso en el que estás. Este es uno de los enfoques más liberadores: ¡te libera ahora mismo! Olvida todo lo relacionado con el pecado y olvida todo lo relacionado con la santidad: ambos son estúpidos. Los dos juntos han destruido todos los gozos de la humanidad. El pecador se siente culpable; de ahí que haya perdido su alegría. ¿Cómo puedes disfrutar de la vida, si estás sintiéndote culpable constantemente, si estás yendo a la iglesia constantemente a confesarte que has hecho esto mal y has hecho aquello mal? Todo está mal y mal y mal... Toda tu vida parece que está hecha de pecados. ¿ Cómo puedes vivir gozosamente? Se vuelve imposible disfrutar de la vida. Te vuelves pesado, agobiado. La culpa se asienta en tu pecho como una roca, te aplasta: ¿Cómo podrías danzar? ¿Cómo puede danzar la culpa? ¿Cómo puede amar la culpa? ¿Cómo puede cantar la culpa? ¿Cómo puede vivir la culpa? Por tanto, el que piensa que está haciendo algo equivocado se siente culpable, está agobiado, muerto antes de morir; ha entrado ya en la tumba.

Comentario:

La culpa es una de las emociones más destructivas de la cual podemos quedar atrapados. Si hemos equivocado a otro, si hemos ido contra nuestra propia verdad, por supuesto nos sentiremos mal. Pero dejar que la culpa nos agobie, es invitar una migraña. Terminamos rodeados de nubes agobiantes de duda sobre nosotros mismos y sentimientos de subestima, a tal punto que no podemos ver la belleza y gozo que la vida está tratando de ofrecernos. Todos queremos ser mejores: más amorosos, más conscientes, más sinceros con nosotros mismos. Pero cuando nos castigamos por nuestras faltas sintiéndonos culpables, podemos quedarnos atrapados en un ciclo de desesperación y falta de esperanza que nos quita toda la claridad sobre nosotros mismos y las situaciones que enfrentamos. Como eres, eres absolutamente perfecto y es perfectamente natural equivocarse de tanto en tanto. Aprende de esto, muévete, continúa y utiliza la lección para no cometer el mismo error otra vez.


66. Pena


Este sufrimiento no es para que te sientas triste, recuerda. Es por eso que la gente sigue sin comprender... Este sufrimiento es simplemente para que estés más alerta, porque la gente se vuelve alerta únicamente cuando la flecha va dentro de su corazón y les hiere. De otra forma no llegan a estar conscientes. Cuando la vida es fácil, confortable, conveniente, ¿a quién le importa? ¿A quién le importa volverse consciente? Cuando muere un amigo, hay una posibilidad. Cuando tu mujer te deja solo... en esas noches oscuras, estás solitario, has amado tanto a esa mujer, te lo has jugado todo y de repente, un día, ella se ha ido. Lloras en tu soledad y si utilizas estas ocasiones, puedes volverte consciente. La flecha duele: puede ser utilizada. El dolor no es para hacerte sufrir, ¡el dolor es para hacerte más consciente! Y cuando eres consciente la miseria desaparece.

Comentario:

La imagen corresponde a Ananda, el primo y discípulo del Gautama el Buda. Él estuvo al lado de Buda constantemente, atendiendo todas sus necesidades durante cuarenta y dos años. Cuando Buda murió, dice el relato que Ananda permaneció inmóvil a su lado, llorando. Los otros discípulos le reprocharon su incomprensión: Buda había muerto totalmente pleno; él tendría que haberse alegrado por esto. Pero Ananda dijo: "Vosotros no lo entendéis. Estoy llorando, no por él sino por mí, porque durante todos estos años he estado constantemente a su lado y aún así no me he iluminado". Ananda permaneció despierto durante toda la noche, meditando profundamente y sintiendo su pena y su dolor. Por la mañana se dice que se iluminó. Las épocas de mucho dolor tienen el potencial de ser épocas de gran transformación. Pero, a fin de que se produzca la transformación, debemos ir profundamente a las mismas raíces de nuestro dolor y experimentarlo como es, sin quejarse o teniendo pena de uno mismo.


67. Renacimiento


En el Zen, tú vienes de la nada y estás yendo a la nada. Tú estás en el aquí, ahora. Ni vas ni vienes. Todo pasa a través tuyo: tu conciencia lo refleja pero no se identifica. Cuando un león ruge frente a un espejo, ¿piensas que es el espejo el que ruge? O, cuando el león se ha ido y llega un niño bailando, el espejo se olvida completamente del león y empieza a danzar con el niño, ¿piensas que el espejo danza con el niño? El espejo no hace nada: Simplemente refleja.Tu conciencia es únicamente un espejo. Ni vienes ni vas. Las cosas van y vienen.Te vuelves joven, te vuelves viejo; estás vivo, estás muerto. Todos estos estados son simples reflejos en un remanso eterno de conciencia.
Osho Osho Live Zen, Volume, 2 Chapter 16

Comentario:

Esta carta describe la evolución de la conciencia, tal como lo desarrolla Friedrich Nietzsche en su libro, "Así habló Zaratustra". En él habla de tres niveles: el camello, el león y el niño. El camello está adormecido, es soso, conformista. Vive engañado pensando que es la cumbre de una montaña, cuando en realidad está tan preocupado por la opinión de otros, que difícilmente tiene energía propia. Emergiendo del camello está el león. Cuando nos damos cuenta de que hemos estado desperdiciando la vida, empezamos a decir no a las demandas de otros. Nos salimos de la multitud, solos y orgullosos, rugiendo nuestra verdad. Pero este no es el final. Al final emerge el niño; no es rebelde ni conformista sino inocente, espontáneo y acorde con su propio ser. Sea cual sea el espacio en el que estás ahora mismo. soñoliento y deprimido, o rugiente y rebelde, sé consciente de que esto se transforma en algo nuevo, si lo permites. Es una época de crecimiento y cambio.


68. Conciencia


Venimos de lo desconocido y continuamos moviéndonos hacia lo desconocido. Volveremos otra vez; hemos estado aquí miles de veces y estaremos aquí miles de veces. Nuestro ser esencial es inmortal, pero nuestro cuerpo, nuestra corporeidad es mortal. El marco en el que nos movemos: nuestras casas, el cuerpo, la mente, están hechos de cosas materiales. Se cansarán, se envejecerán, morirán. Pero tu conciencia, para la cual Bodhidharma usa la palabra "no-mente" -Guatama el Buda también ha utilizado la palabra "no-mente" – es algo más allá de la mente y el cuerpo, algo más allá de todo, esa no-mente es eterna. Es expresada y se va nuevamente a lo desconocido. Este movimiento de lo desconocido hacia la conocido y de lo conocido a lo desconocido, continúa por la eternidad, a menos que alguien se ilumine. Entonces ésta es su última vida. Entonces esta flor ya no volverá. Esta flor ha tomado conciencia de sí misma y no necesita regresar a la vida, porque la vida no es más que una escuela de aprendizaje. Él ha aprendido la lección, ahora está más allá de las ilusiones. El se moverá de lo conocido, por primera vez, no hacia lo desconocido, sino hacia lo incognoscible.

Comentario:

La mayoría de estas cartas de esta serie de la mente o bien son caricaturescas o son problemáticas, porque la influencia de la mente en nuestras vidas generalmente es o bien ridícula u opresiva. Pero en esta carta de la conciencia se muestra una gran figura de Buda. Es tan expansivo que ha ido incluso más allá de las estrellas, y sobre su cabeza hay puro vacío. Él representa la conciencia que está disponible para todos los que se convierten en maestros de la mente y pueden utilizarla como el sirviente que se supone debe ser. Si eliges esta carta, esto significa que hay una claridad cristiana disponible ahora mismo, desligada, enraizada en la quietud profunda que yace en lo más hondo de tu ser. No hay deseo de comprender desde la perspectiva de la mente; la comprensión que tienes ahora es existencial, total, en armonía con el pulso de la vida misma. Acepta este gran regalo y compártelo.


69. Momento a Momento


El pasado ya no existe y el futuro aún no ha llegado; los dos se mueven en direcciones que no existen. Uno solía existir pero ya no existe y el otro aún no ha empezado a existir. La única persona acertada es aquella que vive momento a momento, aquella cuya flecha se dirige al momento, lo que siempre está aquí y ahora. Dondequiera que esté, toda su conciencia, todo su ser, está ocupado en la realidad de aquí y ahora. Esta es la única dirección correcta. Solamente un hombre así puede entrar por la puerta dorada. El presente es la puerta dorada. El aquí y ahora es la puerta dorada... y tú puedes estar en el presente solamente si no eres ambicioso, si no hay propósito, si no hay deseo de lograr poder, dinero, prestigio, incluso iluminación, porque toda ambición te lleva al futuro. Solamente un hombre no ambicioso puede permanecer en el presente. Un hombre que quiere estar en el presente no debe pensar, simplemente tiene que ver y pasar por la puerta. La experiencia vendrá, pero la experiencia no tiene que ser premeditada.

Comentario:

A medida que esta figura se desplaza por las piedras, pisa con ligereza y sin seriedad, y al mismo tiempo con equilibrio y estado de alerta. Detrás del remolino de las aguas siempre cambiantes, podemos ver las formas de unos edificios; parece como si hubiese una ciudad al fondo. Este hombre que está en el mercado y al mismo tiempo fuera de él, mantiene su equilibrio y es capaz de observarlo todo desde arriba. Esta carta nos reta a alejarnos de nuestras preocupaciones por otros espacios y otros tiempos y a permanecer alerta a lo que está sucediendo aquí y ahora. La vida es un gran océano en el cual puedes jugar si abandonas todas tus opiniones, tus preferencias y la dependencia a los detalles de tus planes a largo plazo. Permanece disponible a lo que aparezca en tu camino tal como viene. Y no te preocupes si tropiezas o caes; levántate simplemente, límpiate el polvo, ríete con ganas y continúa.


70. Guía


Tienes que buscar un guía porque no conoces al guía interior que está oculto dentro de ti. Tienes que encontrar al guía interior. Esto es lo que llamo tu Buda intrínseco. Tienes que despertar ese Buda y tu vida derramará bendiciones, dicha. Tu vida se volverá radiante con lo bueno, con la divinidad; mucho más de lo que tú posiblemente puedas concebir. Es casi como la luz. Tu habitación estaba a oscuras, enciende una lucecita. Incluso una pequeña vela sirve y toda la oscuridad desaparece. Una vez que tienes una vela ves dónde está la puerta. No tienes que pensar en ello; "¿dónde está la puerta?". Sólo la gente ciega piensa en dónde puede quedar la puerta. La gente que tiene ojos y la luz consigo, no piensa. Has pensado alguna vez: "¿Dónde está la puerta?". Tú simplemente te levantas y sales. Nunca piensas un solo momento dónde está la puerta. No empiezas a buscar a tientas la puerta o te golpeas la cabeza con la pared. Tú simplemente ves y no hay siquiera un asomo de pensamiento. Tú sales, simplemente.

Comentario:

La figura angelical con alas del color del arco iris de esta carta representa al guía que cada uno de nosotros tiene dentro. Como la segunda figura, al fondo, puede que algunas veces seamos un poco reacios a confiar en este guía cuando viene a nosotros, porque estamos muy acostumbrados a seguir las señales externas, en vez de seguir las de adentro. La verdad de tu ser más profundo está tratando de indicarte hacia dónde ir ahora mismo y, cuando aparece esta carta, quiere decir que puedes confiar en la guía interior que se te está dando. Habla en susurros y algunas veces podemos dudar, ignorando si hemos comprendido correctamente. Pero las indicaciones son claras: Si sigues al guía interior te sentirás más total, más integrado, como si te estuvieras moviendo hacia afuera desde el propio centro de tu ser. Si te mueves con él, este rayo de luz te llevará a donde necesitas ir exactamente.


71. El Avaro


En el momento en que te vuelves avaro te has cerrado al fenómeno básico de la vida: la expansión, el compartir. En el momento en que empiezas a aferrarte a las cosas, has fallado la diana: has fallado porque las cosas no son la diana; tu ser más interior es el blanco; no una hermosa casa sino un hermoso "tú"; no muchas cosas sino un ser abierto, abierto para millones de cosas.

Comentario:

Esta mujer ha creado una fortaleza alrededor de ella y se ha aferrado a todas las posesiones que, piensa son sus tesoros. En realidad ha acumulado tantas cosas para adornarse ella misma, incluidas las plumas y las pieles de criaturas vivientes, que se ha vuelto fea en el intento. Esta carta nos desafía a ver a qué nos estamos aferrando y qué es lo que sentimos que poseemos, aquello que es tan valioso que necesita ser protegido por una fortaleza. No necesita ser una gran cuenta en un banco o una caja llena de joyas. Puede ser algo tan simple como compartir nuestro tiempo con un amigo o asumir el riesgo de expresar nuestro amor a otro. Como un pozo sellado que se queda estancado por falta de uso, nuestros tesoros se estropean y son inútiles si nos negamos a compartirlos. Sea lo que sea a lo que te aferras, recuerda que no lo puedes llevar contigo. Suelta tu asidero y siente la libertad y expansión que puede traer el compartir.


72. El Forastero


Así que te sientes un extraño; esto está bien. Es un período transitorio. Ahora tienes que estar atento para no llenarte de dolor y sufrimiento. Ahora que Dios ya no está aquí, ¿quién te va a consolar? Tú no necesitas consuelo. La humanidad ha madurado. Sé un hombre, sé una mujer y párate sobre tus propios pies... La única forma de estar conectado con la existencia consiste en ir hacia adentro, porque allí en el centro tú aún estás conectado. Tú has sido desconectado físicamente de tu madre. Esta desconexión era absolutamente necesaria para hacerte un individuo por derecho propio. Pero tú no estás desconectado del universo. Tu conexión con el universo se da a través de la conciencia. Tú no lo puedes ver, así que tienes que ir muy profundo, hacia adentro, con gran atención, observando, siendo un testigo y encontrarás la conexión. ¡El Buda es la conexión!

Comentario:

El niño pequeño en esta carta está parado de pie a un lado de la reja, mirando a través de ella. Es tan pequeño y está tan convencido de que no puede pasar, que es incapaz de ver que la cadena que aguanta la reja no está cerrada. Todo lo que tiene que hacer es abrirla. Cuando nos sentimos abandonados o excluidos, esto nos trae el sentimiento de ser un niño pequeño y desamparado. No es sorprendente, ya que este sentimiento se origina en nuestras experiencias infantiles más tempranas. El problema consiste en que está tan profundamente arraigado, que suena una y otra vez, como una cinta de cassette en nuestras vidas. Tú tienes ahora la oportunidad de detener la cinta, de dejar de atormentarte con ideas de que no vales lo suficiente para ser aceptado e incluido. Reconoce las raíces de estos sentimientos en el pasado y abandona el viejo dolor. Esto te traerá claridad para ver cómo podrías abrir la puerta y entrar hacia aquello que más deseas llegar a ser.


73. Transigir


No seas astuto, de otra forma continuarás siendo el mismo, no cambiarás. Las técnicas a medias en el camino del amor y las técnicas a medias en el camino de la meditación, crearán en ti mucha confusión: no van a ayudar... Pero pedir ayuda va contra el ego, así que intentas condescender, transigir. Este transigir será aún más peligroso, te confundirá aún más, porque al ser hecho debido a la confusión creará más confusión. Así que trata de comprender por qué buscas transigir. Tarde o temprano serás capaz de comprender que el condescender no va a ayudar, y el condescender puede ser una forma de no ir en ninguna dirección, o puede ser simplemente una represión de tu confusión. Que se sustentará por ella misma. Nunca reprimas nada: sé claro respecto a tu situación. Y si estás confundido, recuerda que estás confundido. Esta será la primera cosa clara con respecto a ti: que estás confundido. Has iniciado el camino.

Comentario:

En las cortes del antiguo Japón, los sirvientes masculinos eran a menudo seleccionados entre las filas de pequeños criminales que eran castrados. Debido a su familiaridad íntima con las actividades de la corte, a menudo estaban en el centro de las intrigas políticas y sociales y tenían una gran cantidad de poder detrás del escenario. Las dos figuras de esta carta nos recuerdan las situaciones turbias y de conspiración en las que podemos vernos involucrados cuando comprometemos nuestra propia verdad, cuando transigimos. Una cosa es tolerar a otro, comprender un punto de vista diferente del nuestro propio y esforzarse por encontrar una armonía entre las fuerzas opuestas. Otra cosa muy diferente es ceder y traicionar nuestra propia verdad. Si miramos esto con atención, encontramos usualmente que estamos tratando de ganar algo, o bien la aprobación de otros. Si te sientes tentado, ten cuidado. La recompensa a este tipo de compromiso siempre dejan un sabor amargo en la boca.


74. Paciencia


Hemos olvidado cómo esperar, es casi un asunto olvidado. Y nuestro tesoro más grande consiste en ser capaces de esperar el momento apropiado. Toda la existencia espera el momento apropiado. Hasta los árboles lo saben: cuándo ha llegado el momento de florecer y cuándo ha llegado la época de dejar caer todas las hojas y permanecer desnudos frente al firmamento. Ellos todavía son hermosos en esta desnudez, esperan el nuevo follaje con una gran confianza en que lo viejo se ha ido y lo nuevo vendrá pronto y las nuevas hojas empezarán a crecer. Hemos olvidado cómo esperar; lo queremos todo deprisa. Es una gran pérdida para la humanidad... En el silencio y la espera, algo dentro de ti continúa creciendo: tu ser auténtico. Y un día esto salta y se convierte en una llama y toda tu personalidad se hace pedazos: eres un hombre nuevo. Y este hombre nuevo sabe lo que es la ceremonia, este hombre nuevo conoce la savia eterna de la vida.

Comentario:

Hay épocas en las que lo único que se puede hacer es esperar. Se ha plantado la semilla, el bebé está creciendo en el vientre, la ostra cubre el grano de arena y lo va transformando en una perla. Esta carta nos recuerda que este es un momento en el que todo lo que se requiere es estar simplemente alerta, paciente, esperando. La mujer que aparece está precisamente en esta actitud. Ella está esperando, simplemente, satisfecha, sin ninguna traza de ansiedad. Ella sigue en estado de paciencia a través de todas las fases de la luna que pasan por encima de su cabeza, tan en armonía con los ritmos de la luna, que casi se ha convertido en una con ellos. Sabe que es una época para permanecer pasiva, para dejar que la naturaleza siga su curso. Sin embargo, no está adormecida ni indiferente; ella sabe que es la época de estar preparada para algo trascendente. Es una época llena de misterios, como las horas antes del amanecer. Es una época en la que lo único que se puede hacer es esperar.


75. Lo Ordinario


Algunas veces sucede que te vuelves uno, en algunos raros momentos. Observas el océano, lo tremendamente salvaje que es y de repente, olvidas tu división, tu esquizofrenia, te relajas. O, caminando por los Himalayas, viendo la nieve virgen de las cumbres de los Himalayas, de repente te rodea una quietud y no es necesario que seas falso, porque no hay otro ser humano ante el cual ser falso. Te sientes en armonía. O, escuchando una hermosa música te haces uno. Siempre que en cualquier situación te vuelves uno, una paz, una felicidad, una bendición te rodea, surge en ti: te sientes pleno. No es necesario esperar estos momentos: estos momentos pueden convertirse en tu vida natural. Estos momentos extraordinarios pueden volverse momentos ordinarios. Este es todo el esfuerzo del Zen. Tú puedes vivir una vida extraordinaria dentro de una vida ordinaria: cortar la madera, preparar la leña, llevar el agua del pozo; puedes estar tremendamente en paz contigo mismo. Limpiar el piso, preparar la comida, lavar la ropa... Puedes estar perfectamente en paz, porque el tema en su totalidad tiene que ver con llevar a cabo tu acción de forma total, disfrutando, gozando con ello.

Comentario:

Esta figura caminando en la naturaleza nos enseña que la belleza puede ser encontrada en las cosas ordinarias y simples de la vida. Con mucha facilidad tomamos este hermoso mundo en el que vivimos por privilegio. Limpiar la casa, arreglar el jardín, preparar una comida: las tareas más mundanas cogen una cualidad sagrada cuando se realizan con todo tu compromiso, con amor y por sí mismas, sin un pensamiento de recompensa o reconocimiento. Ahora estás encarando un momento donde éste enfoque fácil, natural y profundamente ordinario ante las situaciones que te encuentras traerá mejores resultados que cualquier intento por tu parte de ser brillante, agudo y por otro lado extraordinario. Olvídate de aparecer en los titulares por el último invento o de impresionar a tus amigos y colegas con tu inigualable cualidad de estrella. El regalo especial que tienes que obsequiar ahora se ofrece mejor tomando las cosas con sencillez y fácilmente, paso a paso.


76. Maduración


Solamente si tu meditación te ha traído una luz que brilla cada noche, la muerte no será una muerte para ti sino una puerta a lo divino. Con la luz en tu corazón, la muerte se transforma en una puerta y entras en el espíritu universal; te vuelves uno con el océano y, a menos que conozcas la experiencia oceánica, has vivido en vano. "Ahora" es siempre el momento, y la fruta siempre está madura. Tú sólo necesitas acumular valor para entrar en tu bosque interior. La fruta siempre está madura y el tiempo siempre es el tiempo adecuado. No existe la inoportunidad.

Comentario:

Cuando el fruto está maduro, cae del árbol por sí mismo. En un momento pende de las ramas del árbol, llena de jugo. Al siguiente momento cae, no porque se le haya forzado a caer, o porque haya hecho el esfuerzo de desprenderse, sino porque el árbol ha reconocido su madurez y simplemente la suelta. Cuando esta carta aparece en una lectura indica que estás listo para compartir tus riquezas interiores, tu "néctar". Todo lo que necesitas es relajarte precisamente donde estás y estar dispuesto a que suceda. Este compartir de ti mismo, esta expresión de tu creatividad puede venir de muchas formas: en tu trabajo, en tus relaciones, en tus experiencias cotidianas. No se requiere de ninguna preparación o esfuerzo de tu parte. Simplemente es el momento apropiado.


77. Somos el Mundo


Cuando miles y miles de personas en la tierra celebran, cantan, danzan, se sienten estáticos, borrachos con lo divino, no existe la posibilidad de un suicidio global. Con tal festividad y con tal risa, con tal salud y sanidad, con tal naturalidad y espontaneidad, ¿cómo puede haber una guerra?... A ti se te ha dado la vida para crear, para disfrutar y para celebrar. Cuando lloras y sollozas, cuando te sientes miserable, estás solo. Cuando celebras, toda la existencia participa contigo. Solamente en la celebración nos encontramos con lo supremo, lo eterno. Solamente en la celebración vamos más allá del círculo de nacimiento y muerte.

Comentario:

La humanidad se describe aquí como un arco iris de seres que danzan alrededor del mandala de la tierra con sus manos unidas en gozo y gratitud por el regalo de la vida. Esta carta representa una época de comunicación, de compartir las riquezas que cada uno de nosotros trae al todo. No hay un aferrarse, un agarrarse. Es un círculo en el que no hay sentimientos de superioridad o inferioridad. * Cuando reconocemos el origen común de nuestra humanidad, los orígenes comunes de nuestros sueños y anhelos, de nuestras esperanzas y temores, somos capaces de ver que todos estamos unidos en el gran milagro de la existencia. Cuando podamos combinar nuestra tremenda riqueza interior para crear un tesoro de amor y sabiduría que esté disponible para todos, estaremos unidos en este modelo exquisito de la creación eterna.


78. Madurez


La distinción entre las hierbas y las flores es la misma que hay entre el no saber que eres un Buda y el momento en que sabes que eres un Buda. En realidad no hay posibilidad de que sea de otra manera. Buda ha florecido, completamente abierto. Sus lotos, sus pétalos han llegado a una plenitud... Ciertamente, el que tú estés lleno de la primavera es mucho más hermoso que las gotas de rocío otoñales que caen de las hojas de loto. Esta es una de las cosas más hermosas a observar: cómo las gotas de rocío otoñales caen sobre las hojas de loto y brillan en el sol de la mañana como perlas reales. Pero, por supuesto, ésta es una experiencia momentánea. A medida que el sol se eleva, las gotas de rocío del otoño empiezan a evaporarse... Esta belleza temporal no se puede comparar ciertamente con una primavera eterna en tu ser. Tú miras hacia atrás tanto como puedes y siempre ha estado ahí. Miras hacia adelante tanto como puedes y te vas a sorprender: es tu propio ser. Donde quiera que estés, aquello estará ahí y las flores continuarán derramándose sobre ti. Esta es la primavera espiritual.

Comentario:

Esta figura está de pie sola, silenciosa y aún así alerta. El ser interior está lleno de flores que conlleva la cualidad de la primavera y, se regenera a donde quiera que él vaya. Este florecimiento interior y esta totalidad que siente, permiten la posibilidad de un movimiento ilimitado. Él puede ir en cualquier dirección: interior y exterior; no existe ninguna diferencia ya que su gozo y madurez no pueden ser disminuidos por los hechos externos. Ha llegado a una época de centramiento y expansión; el fulgor blanco alrededor de la figura es su protección y su luz. Todas las experiencias de la vida lo han traído a este momento de perfección. Cuando sacas esta carta puedes saber perfectamente que este momento implica un regalo por el duro trabajo. Tu base es sólida ahora y el éxito y la buena fortuna son tuyos ya que son el resultado de lo que se ha experimentado interiormente.

No hay comentarios: