31/10/07

LOS NIÑOS CRISTAL - PART.4 (FINAL)


CAPÍTULO NUEVE
TALENTOS PARA LA MÚSICA, EL ARTE Y EL ENTRETENIMIENTO


Los Niños de Cristal tienen múltiples talentos. No sólo son amorosos, sensitivos y dulces, también tienen un don natural para las artes. Muchos de estos niños tienen talentos para la música y capacidades artísticas. Algunos muestran talentos propios de niños prodigio sin haber recibido ningún entrenamiento formal. Una vez más, los Niños de Cristal son modelos que nos muestran lo mejor de la naturaleza humana.

Canciones en sus corazones

Muchos Cristales comienzan a cantar antes de pronunciar una sola palabra. De hecho, la abuela de Saharah dice que la pequeña salía del útero de su madre canturreando. Saharah tiene ahora seis meses y no dice ni una sola palabra, sin embargo, canturrea muy afinadamente.
Evie, otra madre de una Niña de Cristal, dice que su hija aprendió a hablar gracias a la música. Evie recuerda: «Cuando Meishan, que ahora tiene dos años, aprendió a hablar, se comunicaba con nosotros cantando pequeñas canciones. ¡Ella adora la música!».
Muchos de los padres que he entrevistado para escribir este libro cuentan que sus Niños de Cristal tienen un innato talento para la música. Cindy, por ejemplo, dice que su hija Kirsten de cinco años tiene una preciosa voz de cantante. Algo sorprendente según Cindy, ya que nadie en la familia es capaz de entonar una canción correctamente. Kirsten, sin embargo, es capaz de imitar cualquier canción que oye, afinando perfectamente.

En las aptitudes musicales encontramos con frecuencia la evidencia
de la gran inteligencia de los Niños de Cristal.

Varios padres me han comentado que sus hijos cantan constantemente. Por ejemplo, Emily de tres años inventa todo el tiempo melodías, canta canciones tradicionales y canciones infantiles, además imita las melodías que escucha en la radio. Baila continuamente, moviéndose perfectamente al son de cualquier música ¡a veces, incluso, sin música!). Wendy, su madre e apuntarla a clase de baile cuando sea mayor.
En las aptitudes musicales encontramos con frecuencia la evidencia de la gran inteligencia de los Niños de Cristal. William, por ejemplo, tiene tres años y ya conoce todas las letras de cada canción que emite el canal Disney. Erin de 15 meses se enseñó a sí misma cómo armonizarse con las canciones que emite la radio mientras canta al unísono.

Artistas creativos

A los Niños de Cristal les encanta el dibujo, la pintura y crear cosas. Ellos mismos se entretienen durante horas con un bloc de dibujos y algunas ceras. La gran creatividad de los Niños de Cristal refleja el predominio de su hemisferio derecho y esto incluye:

* Estar conscientes de sus emociones,
* Ser intuitivos,
* Tener habilidades motrices avanzadas,
* Ser filosóficos,
* Tener una orientación espiritual y musical.


Los individuos que emplean más el hemisferio derecho del cerebro piensan en dibujos y sensaciones en lugar de palabras. Su orientación visual les proporciona un aire artístico y una memoria fotográfica. Algunas de las obras de arte proceden de la copia de imágenes que ven con los ojos de sus mentes.
Rosa McElroy dice que su hija Audrey de cinco años muestra un verdadero talento para el dibujo. «Nadie le ha enseñado a dibujar -dice Rosa-. Siempre ha sido capaz de dibujar bellos cuadros que sólo un auténtico artista crearía. Cuando dibuja parece mayor de lo que es, ya que mezcla los colores de manera perfecta. ¡Sus obras quitan la respiración!"

Como usted puede apreciar, la madre de Audrey apoya firmemente la vena artística de su hija. Lo más probable es que con el tiempo Audrey se convierta en una artista conocida y segura gracias al aliento que le brinda Rosa.
Un aspecto muy grato de los Niños de Cristal es cómo se entretienen con cosas muy ordinarias. Mientras las generaciones previas parecían dependientes de juegos elaborados y caros para estar contentas, los Cristales se conforman con una flor, un muñeco, un lápiz y papel o con un cielo iluminado por la luna. Lo mismo sucede con sus obras de arte: no hacen falta herramientas caras. Esta es una generación que verdaderamente aprecia la sencillez y lo básico. ¡Que refrescante!
Jacob Daurham se adentra en el desierto cerca de su casa y encuentra «tesoros» para sus trabajos manuales. Trae viejas herraduras a casa o traviesas de raíles de tren o cualquier otra cosa que pueda utilizar. Luego traza sus propios planos para el proyecto y él mismo lo realiza.

Pequeños thespisanos

Puede que los Niños de Cristal no hablen mucho, especialmente cuando son jóvenes. ¡Sin embargo, es gente muy expresiva! Expresan sus emociones y opiniones fuertes a través de sus ojos, el movimiento de sus cuerpos, canciones y obras de arte. También se ex san a través del arte dramático, pero no en un sentido dramático como lo puedan hacer algunos niños cuando tienen una pataleta. No, los Niños de Cristal utilizan el drama como una forma juguetona de expresarse, parecido a la manera en la que la gente debió disfrutar de las producciones de Shakespeare antes de que existiesen la radio o la televisión. Estos niños nos muestran nuestras raíces.
Muchos de los padres y abuelos entrevistados para este libro dijeron que sus Niños de Cristal no mostraban ninguna timidez ante una audiencia. La mayoría se parece a Victoria de tres años cuya abuela nos cuenta:

Victoria tiene mucha confianza en sí misma y una increíble desenvoltura. Ella participa en clases de gimnasia y baile desde que tiene un año. Le encanta actuar, sobre todo le encanta bailar. Nunca ha dado muestras de timidez o miedo al escenario y no le importa que la audiencia se componga de cientos o miles de individuos o sólo de una docena de personas. Siempre es una alegría observarla bailar o hacer gimnasia ya que se pierde en sí misma y es tan feliz que resplandece. Se entrena sin cansarse, perdida en el placer de la música o de los movimientos.

Es divertido estar con los Niños de Cristal y una de las razones es porque son muy entretenidos. Una mujer dice que se siente pasmada por la habilidad de su hija de tres años de imitar a la gente. Me contó que su hija puede copiar las inflexiones más dramáticas de las voces, los manierismos y las frases que utiliza alguien. Ella incorpora todos estos elementos cuando imita a una persona. «Es tan buena que podemos reconocer inmediatamente a la persona que está imitando. No lo hace de manera ofensiva ni siquiera de manera burlona; lo hace en forma de observación o para su propio entretenimiento.»
Y no son solamente las niñas a las que les encanta disfrazarse y actuar. Los Niños de Cristal también disfrutan actuando. Catherine Poulton dice que su hijo Kylan de cinco años siempre está caracterizando a alguien y que se cambia unas diez veces al día.

«Continuamente estoy recogiendo ropa del suelo porque lo saca todo de los cajones para ver si algo le sirve para disfrazarse y caracterizar el personaje que él está siendo en un momento dado -dice Catherine-. También corta la tela de su almohada, de su ropa y de las sábanas -lo primero que encuentra- para crear nuevos disfraces. Le encanta actuar.»
Catherine dice que Kylan también dibuja cada día y con frecuencia esboza imágenes de personajes que luego representa. «Él se inventa sus propios superhéroes que tienen sus propios poderes mágicos. Estos personajes se parecen con frecuencia a él.»
Parece que Kylan recuerda sus propias capacidades mágicas y puede que esté practicando para el tiempo en el que los Cristales serán los superhéroes de nuestro mundo. Después de todo, ¡tienen lo que hace falta para ello!


CAPÍTULO DIEZ
BEBÉS ANGELICALES



«Maravilloso,» «un auténtico ángel,» «un regalo de Dios». Así es como los padres y abuelos describen a sus Niños de Cristal. Aunque todo el mundo tiene sus cualidades divinas, estos niños parecen expresar su Yo Superior más que las generaciones anteriores. A continuación describiré algunas características que los Cristales traen a este mundo:

Afectos: He aquí otra razón por la cual el hecho de comenzar a hablar tarde no justifica una etiqueta de «autista». Estos niños están llenos de afectos hasta tal punto que uno les podría calificar como «pegajosos». Los autistas son físicamente distantes y definitivamente no son mimosos.
Mary Marshall sabe que su hijo de cinco años está feliz cuando los dos están juntos, abrazándose y riéndose. Le encantan los mimos de su madre. Mary dice:
«Cuando era más pequeño era hasta "pegajoso" y a veces vuelve a esta actitud. Por ejemplo, si estamos en un lugar incómodo y que no le es familiar, quiere que le coja en brazos y le "achuche" mientras él esconde su cabeza en mi hombro.»
Los Niños de Cristal no limitan sus muestras de afectos a los miembros de la familia. Stephanie y Mark Watkeys dicen que su hijo Bryn de trece meses quiere besar a la mayoría de la gente que encuentra. «Es muy amoroso y cariñoso con todo el mundo,» explican los padres.

Felicidad y alegría: Estos niños emiten una energía positiva a través de su expresión facial, sus posturas, palabras y acciones. Son una verdadera alegría para tener en casa, ya que alegran a todo el mundo de su entorno.
Lauren Stocks dice que Carter, su hijo de seis años, tiene un comportamiento generalmente positivo: «Es como si Carter estuviera aquí exclusivamente para amar». Casi cada día Carter dice: «¡Oh, Mamá, que día tan bello!». Animándola cuando está baja de ánimos.
Todo el mundo comenta esa alegre actitud de Carter, algo que, por otra parte, es bastante común en los Niños de Cristal. Por ejemplo, Taylor, el hijo de Beth y Michael ha tenido tres canguros diferentes. Todas coinciden en lo mismo cuando hablan de ese niño de tres años: «¡Es un espíritu tan alegre!» Todo el mundo dice que Taylor alegra sus corazones.

Sus padres dicen: «En general, Taylor es un niño encantador y nos trae nada más que alegría y amor. Sintiendo su espíritu nos da esperanza de que la raza humana encontrará la paz y que la violencia será eliminada de este planeta».
Recibo más mensajes de este aspecto de los Niños de Cristal que cualquiera. Y en el caso de que el lector esté pensando que estos padres exageran porque son sus hijos, le puedo asegurar que muchos de ellos tienen otros niños que suponen un auténtico reto. He aquí algunos comentarios que escuché de padres hablando de sus Niños de Cristal:

Mucha gente dice que estar en compañía de Celeste hace que se siente más serena. Con frecuencia, ella se va espontáneamente hacia alguien que sufre de alguna manera, se sienta a su lado o juega con esa persona.
(Eso es lo que dice Nadia Leu de su hija Celeste de dieciocho meses.)

Es el ser más dulce y más amoroso con el que me he encontrado jamás. Es capaz de acercarse a un extraño, cogerle de las manos y uno puede sentir el amor que le está transmitiendo. Es una persona muy sensitiva, apasionada y atenta.
(Así habla Wendy Weidman de su hija Emily de tres años.)

Robert es un «corazón de ángel» de seis años. Quiere consolar a todo el mundo cuando siente que alguien lo necesita. Si un amigo se hace daño, Robert le cuida. Quiere dar algo a cualquier persona sin hogar que encuentre en la calle. Robert tienen un alma dulce y amorosa y parece irradiar desde su interior como un sol.
(Así habla Michell de su hijo Robert de seis años.)

Amor y respeto hacia los mayores: Los Niños de Cristal se sienten magnéticamente atraídos por las personas mayores, es como si sintieran la sabiduría y serenidad que acompañan a la edad. Adoran a sus abuelos y también se sienten unidos a personas mayores extrañas.
Mary y Haley de tres años van con frecuencia a una heladería que tiene una terraza al aire libre. En sus últimas tres visitas hubo tres personas mayores que estaban allí sentadas comiendo solos. Haley se fue hacia los mayores y se sentó a su lado. No hablaba hasta que la persona se dirigía a ella, sin embargo, parecía que estaba haciéndoles mimos a cada uno de ellos. Es obvio que sintió su necesidad de afecto y compañía y ella se los prestó voluntariamente.
En la misma línea está el comentario de Conchita Bryner con respecto a sus dos hijos jóvenes (un hijo de 20 meses y una hija de cinco años). Ellos se sienten atraídos por la gente mayor y es como si tuvieran una relación muy especial con ellos.
La familia de Conchita celebró recientemente una misa en memoria del décimo aniversario de la muerte de la abuela paterna. Conchita recuerda:

Debido a que mi hija menor no llegó a conocer a su abuela, me hizo un montón de preguntas antes del funeral en su memoria. Ella sabía que estábamos llevando muchas flores a la tumba y ella se preparó su propio ramo. Para mi sorpresa, pidió a su hermana mayor que le escribiese el poema que ella misma había creado. Cuando comenzó a leer el poema durante la celebración, mi marido y yo estábamos con los ojos llenos de lágrimas.

El perdón y guardar las paces: Lo que el mundo necesita ahora es el perdón y la compasión y los Niños de Cristal son un brillante ejemplo de poner la otra mejilla. Mientras sus hermanos mayores, los Niños Índigo, tienen un espíritu guerrero que les hace luchar por una causa, los Niños de Cristal adoptan una postura al más puro estilo Gandhi cuando tienen que enfrentarse a un conflicto. Por ejemplo:

Gloria Powell-Fredrickson, madre de dos Niños de Cristal y un Niño Índigo mayor dice que durante un conflicto ve diferencias notables entre esas dos generaciones. «Durante una discusión, mis Niños de Cristal ceden y se alejan sin preocuparse sintiendo nada más que perdón. Sin embargo, mi hijo índigo se apega al argumento y lucha hasta el final.»

Corbin de tres años ha aprendido cómo resolver un conflicto gracias a su conexión con la naturaleza. Siempre habla de árboles y de las cosas que le dicen a él. Cuando oye a la gente hablar en un tono de voz negativo, Corbin dice: «Por favor, hablad como los árboles.» Con ello, quiere decir que se debe hablar con suavidad y amor.

Mei tiene dos años, jamás pega a ninguno de sus compañeros de juego aunque ellos sí la pegan. Simplemente dice. «iNo me pegues, soy tu amiga!»

Denise Christie dice que Alice, su hija de cinco años puede sentirse muy dolida cuando alguien es cruel o rudo con ella: «Mice no puede entender por qué alguien iba a hacer una cosa así. Ella es tan ingenua que pienso que ni siquiera se da cuenta cuando son despiadados con ella».

Los Niños de Cristal emanan amor a través de todas sus acciones y tareas. Ellos son un indicador de que la raza humana está evolucionando y que empieza a estar por encima de diferencias triviales y peleas tontas. Los Niños de Cristal son ejemplos vivos de cómo funcionar desde el Yo Superior y no desde el ego.
Pero aun así, los Niños de Cristal no carecen de ciertos problemas. He preguntado a los padres de esos niños que me contasen cualquier desafío que hayan encontrado en la educación de estos hijos tan especiales. En la mayoría de los casos, los temas mencionados carecen de importancia, sin embargo, algunos problemas parecen surgir repetidamente. Se lo contaré en el siguiente capítulo.

CAPÍTULO ONCE
COMER, DORMIR Y SER CAPRICHOSO CON LA COMIDA



Cualquier conducta humana se puede ver bajo una perspectiva positiva y otra negativa. Por ejemplo: «Ser terco» también se puede interpretar como tenacidad o «mantener un punto de vista». «Ser asertivo» también puede significar «ser dominante». Supongo que el lector entiende lo que quiero decir.
Una observación similar se puede hacer con respecto a las elecciones que hacen los Niños de Cristal. Cualquiera que esté funcionando desde los chakras superiores también tiene una alta estima con respecto a sí mismo. Cuando una persona abre su chakra corazón y ama de verdad, tiende a atraer (o ser atraída por) situaciones e individuos con una energía amorosa. Una persona que tiene el chakra corazón abierto siente rechazo ante situaciones o relaciones personales que tengan que ver con la violencia o la negatividad y no le agradan las cosas impuras y ruidosas, es decir, todo aquello que sea chirriante.

La Ley de Atracción proclama que atraemos personas y situaciones que reflejan nuestros pensamientos y creencias. Por ejemplo, si creemos que la gente es buena, por regla general atraeremos amigos encantadores y amorosos.
Conforme avancemos en nuestro camino espiritual puede que cambiemos de círculo de amigos, modifiquemos nuestros hábitos alimenticios y otro tipo de cosas. Nuestras nuevas elecciones reflejan a nuestro Ser en plena evolución. Los Niños de Cristal que ya nacen bien entrados en el camino espiritual atraen y son atraídos por situaciones de frecuencias energéticas y espirituales muy altas.
Esto tiene como consecuencia que los Niños de Cristal pueden parecer melindrosos o caprichosos. No obstante, bajo otro punto de vista se puede decir que esos niños saben «discernir». Una persona que sabe discernir tiene una alta autoestima y se cuida mucho a la hora de elegir amigos, comidas, películas, trabajos, hogares y cosas similares. Elegirá siempre aquello que le nutre a nivel corporal y espiritual.

La alimentación y los Niños de Cristal

Una vez que me sumergí en los estudios espirituales, i apetito con respecto a ciertas comidas y bebidas se modificó casi de inmediato. Recibí una guía interior muy fuerte que me empujaba a comer más fruta y verdura biológica y menos productos de procedencia animal. Desde 1977 soy vegana (es decir, no como ni carne, ni aves, ni pescado, ni lácteos) y estoy extraordinariamente feliz con este estilo de vida.
Muchos de mis alumnos, lectores y asistentes a mis conferencias me han comentado que han recibido guías internos similares. Puede que las personas que estén en un camino espiritual no necesariamente se vuelvan veganos, pero sí es cierto que comen menos productos procesados industrialmente evitando las carnes rojas, el azúcar blanco y la harina refinada.

Los ángeles dicen que los humanos están evolucionando hacia una independencia energética de alimentos. De acuerdo con los ángeles, primero nos convertiremos en vegetarianos, después comeremos sólo comida cruda, y comeremos solamente fruta y verdura sin cocinar. A continuación cambiaremos a zumos, ya que son más fáciles de digerir. Finalmente nos alimentaremos del aire y recibiremos toda nuestra nutrición del prana, la fuerza vital del aire. Todo ello nos ayudará a ser más intuitivos además de ayudarnos a adaptarnos a los cambios de alimentos que la Tierra proveerá, alejándonos cada vez más de la comida procesada y acercándonos más a la recolección de productos frescos.
Pues bien, los Niños de Cristal ya están en esta fase. Ya han desarrollado sus papilas gustativas. La fruta y verdura orgánica y sin cocinar contienen la energía de la fuerza vital más elevada de todas las comidas. De modo que no es extraño que los Cristales prefieran dietas vegetarianas. Sin embargo, todo depende del punto de vista con que se quiere ver esta situación.

Para algunos padres resulta un problema. Por ejemplo: una madre me contó que estaba luchando continuamente para que su hijo de cuatro años comiese «comida de verdad». Ella está yendo en contra de la naturaleza de esos niños que consiste en consumir pequeñas cantidades de comida ecológica y zumos, pero más veces al día. Los especialistas en nutrición dicen que comer más veces al día es una manera sana de mantener equilibrado el nivel de azúcar en la sangre y que evita «atracones».
Muchos patrones de alimentación comentados por los padres de Niños de Cristal muestran que ellos realmente están en contacto con sus cuerpos. De modo que si los padres logran confiar en las preferencias alimenticias naturales de sus niños que suelen equilibrarse perfectamente con sus necesidades nutricionales, las luchas a la hora de comer ya no tendrán lugar. Si nos atenemos a los relatos que yo he escuchado, parece que se puede confiar plenamente en la predilección que sienten muchos de los Niños de Cristal por determinadas comidas. Por ejemplo: muchos Niños de Cristal son vegetarianos por decisión propia. Jacob de siete años, por ejemplo, se niega a comer carne, a pesar de que su madre no es vegetariana e intenta que la coma.

La principal razón de por qué los Niños de Cristal no quieren comer carne, pescado o aves tiene que ver con la empatía que sienten por los animales. Un niño de dos años dijo: «Comer pescado es malo porque los peces mueren cuando se les saca del agua». Shailyn de cuatro años y Maia de tres son vegetarianas por decisión propia porque dicen que no está bien matar a los animales para luego comérselos. Mei de dos años dice «Qué asco, pollo muerto» o «qué asco, vaca muerta» cada vez que ve aves o carne.
Los padres que se preocupan por cubrir las necesidades nutricionales de sus niños, estarán encantados de saber que la Asociación Americana de Alimentación ha declarado que ser vegetariano es sano y que es una manera de comer equilibradamente. Verduras, cereales, productos de soja, frutos secos y legumbres son suficientes para un cuerpo sano de un jovencito. La mayoría de los dietistas, especialistas en nutrición y médicos también confirman que ser vegetariano es sano. Después de todo, los productos procedentes de animales se asocian a problemas cardiacos, niveles elevados de colesterol, obesidad, osteoporosis y otros problemas de salud.
Los padres de Corbin, de tres años, reciben constantemente cumplidos referentes a la calma y tranquilidad de su hijo de tres años. Ellos atribuyen el temperamento tan relajado de Corbin en parte a su dieta que consiste en comida orgánica y la total ausencia de azúcar refinado.

Muchos padres me han dicho que sus hijos preferirían beber su comida en vez de masticarla. Por ejemplo: Kelly, la madre de cinco niños (tres de ellos son jóvenes Niños de Cristal) dice: «Mis hijos son veganos y consumen muy poco azúcar. Tienen una dieta bastante líquida. Muestran una aversión natural respecto a la carne y las comidas pesadas y piden continuamente agua». William de tres años prefiere beber zumos en lugar de comer comida sólida. Los padres que se preocupan por la dieta de sus hijos pueden preparar bebidas basadas en polvos de proteínas de soja o arroz añadiendo vitaminas y minerales (los hay en la mayoría de las tiendas que tienen una sección de comida biológica, o se puede pedir vía internet).
En esta misma línea van los comentarios de unas cuantas madres que dicen que sus Niños de Cristal quieren seguir mamando más allá del primer año. La mayoría de los padres confirma que eliminar el azúcar de la dieta ha ayudado a que sus hijos estén de mejor humor y que su nivel de energía sea estable. Una madre nos cuenta que si su hija de cinco años come cualquier cosa que contenga chocolate se vuelve insoportable y prácticamente incontrolable.

Patrones de sueño

En mi encuesta he pedido a los padres que describan cualquier problema o reto con el que se hayan encontrado. La respuesta más frecuente hace referencia a los patrones de sueño. Estos niños disponen de un nivel energético muy alto y no quieren perderse nada a causa del sueño. También puede ser que estén reflejando un estado superior de evolución, es decir, que tal vez los humanos necesitaremos menos horas de descanso. Independientemente de la razón, algo está ocurriendo en este ámbito.
Los Niños de Cristal son tan sensibles que cualquier cosa que les estimule puede acabar en un problema de insomnio. El patrón de sueño de Bryn, de trece meses, es el único problema que ha tenido que vencer su madre: «Desde que ha nacido -comenta su madre-, siempre está muy alerta. Bryn vive todo lo que su de en su entorno con gran intensidad. Esto, a veces, provoca un exceso de estimulación y luego le cuesta tranquilizarse para poder dormir».
Dormir o no dormir una siesta parece una decisión muy individual. Los padres de Erin se dieron cuenta deque si su hija dormía la siesta, luego estaba despierta toda la noche. Desde que han eliminado la siesta, Erin duerme perfectamente toda la noche y a la mañana siguiente parece más contenta. Su madre dice: «Ahora aprovechamos las tardes para jugar, para hacer trabajos manuales o para ver un video favorito».
Otros padres dicen que la hora de la siesta es esencial. Si Victoria de tres años no duerme su siestecita, le cuesta días enteros recuperarse y sentirse bien y sincronizada.

Los educadores querrán confeccionar un programa de sueño individual estando de acuerdo con las necesidades y el ritmo de cada niño. Con respecto a otros problemas relacionados con el sueño, los padres se han inventado soluciones bastante creativas:

* Colin, de cuatro años, está físicamente muy conectado con su madre. Ella dice: «Cuando era un bebé y hasta hace aproximadamente un año, se despertaba llorando justo cuando yo había tenido una pesadilla. De modo que comencé una rutina diaria de visualizar el cordón que nos une como una cadena de la cual eliminaba un eslabón (no me parecía adecuado cortar el cordón que nos une)». De esta manera se terminaron los problemas nocturnos.

* Otra madre que lo había intentado todo para que su hija se acostase por la noche también cortó el cordón y dice que hubo una mejoría inmediata. Ella cuenta: «Cuando tengo la sensación de que los viejos "tics" vuelen a la hora de dormir, limpio mis chakras y todo vuelve a la normalidad. Todo esto fue un descubrimiento sorprendente para nosotros». (Nota: Para cortar los «cordones umbilicales del miedo» que pueden causar problemas, simplemente mantenga la intención y pida a los ángeles que los alejen de usted. No hace falta nada más. No obstante, si quiere conocer más detalles sobre las técnicas de cortar cordones, consulte mi libro Chakra Clearing, publicado por Hay House.)

* Robin Rowney es la madre de dos varones gemelos que no conseguían dormir de un solo tirón por la noche cuando aún eran bebés. Una noche, agotada por otra noche sin dormir, Robin rezó desesperadamente pidiendo ayuda. Al cabo de un rato escuchó un sonido procedente del moisés de su hijo Zack. Pensó que se estaba despertando nuevamente para mamar de modo que se quedó quieta escuchando a ver si la reclamaba. Miró hacia el moisés y vio una luz que brillaba cada vez más y que estaba agachándose sobre la cunita. En ese mismo instante Robin escuchó que Zack empezó a reírse. Se movió hacia delante para asegurarse de lo que estaba viendo y las risas se hicieron tan fuertes que ella temía que iban a despertar al hermano.
Robin dice: «La luz me parecía una bruma amarilla-dorada. No tenía una forma definida, pero mi corazón y mi alma supieron que se trataba de uno de los ángeles de Zack. Pronto se extendió una sensación de paz y serenidad». Después de este incidente Robin y su hijo durmieron profundamente.

* Durante un tiempo, Shailyn se negaba a irse a la cama de modo que su madre comenzó a darle tratamientos de energía Reiki mientras la metía en la cama diciendo: «Ahora te estoy metiendo entre las sabanas junto a una bella luz dorada y los ángeles están aquí para protegerte y quedarse contigo». Ahora Shailyn va a la cama sin ningún problema.

* La madre de Crystal descubrió que si su hijo comía azúcar poco antes de acostarse no quería irse a dormir. De modo que se eliminó el azúcar a esta hora de la noche y se eliminaron también los problemas de dormir.

* Haley sufría mucho con sus pesadillas de brujas e imágenes oscuras, pero su madre enseñó a la pequeña cómo limpiar su espacio. Haley dice ahora a cualquier espíritu malvado: ((¡Si no eres de Dios, debes marcharte!». Haley también visualiza una burbuja de luz blanca que envuelve a toda la casa además de protegerla con una bóveda dorada. Esto ha aliviado sus pesadillas y ha reconfortado a la joven Haley.

* Kathy DiMeglio utilizaba un programa combinado para ayudar a dormir a su hija Jazmyn. Kathy dice que los problemas de dormir que tenía Jazmyn se debían en parte a su miedo de que alguien la hiciese daño durante la noche y a la ansiedad que le producía el hecho de estar separada de sus padres. Así que Kathy empezó a poner por la noche la cinta de Chahra Clearing (muchos padres piensan que es tranquilizante además de limpiar rápidamente la energía de cualquier habitación). También comenzó a rezar con su hija a la hora de acostarse y le hablaba de los arcángeles. Después Kathy llevó a Jazmyn a una tienda para que eligiera un peluche para llevarse a dormir. Luego Kathy cortó los «cordones de miedo» que la conectaban con su hija. Jazmyn duerme ahora estupendamente y sus padres ya no tienen que preocuparse.

Ir al baño


En la encuesta no se definió un patrón claro sobre cómo los Niños de Cristal aprenden a ir al baño. Algunos Padres dicen que todo fue muy fácil y que sus hijos prácticamente aprendieron por sí solos. Otros padres, sin embargo, aun están luchando.
La madre de Abbie cuenta que su hija se toma su tiempo para casi todo. Ella dice: «Abbie empezó a hablar muy tarde, comenzó a andar pasado su primer cumpleaños y se negó a utilizar el servicio hasta que tenía más de tres años».
Otra madre me contó que conseguir que su hijo fuese al baño era todo un desafío, ya que él quería hacerlo todo por sí mismo y nos cuenta: «Es extremadamente terco de modo que la enseñanza de ir al baño se está convirtiendo en una lucha. Él es muy consciente y sabe que sabe hacerlo; sencillamente elige su propia manera de hacerlo y su propio momento».

Los padres dicen que las explicaciones claras que dieron a sus Niños de Cristal ayudaron a éstos a comprender la necesidad de aprender a utilizar el servicio y por qué eso es importante. Algunos Niños de Cristal se niegan a obedecer hasta que comprenden el por qué.

¿Caprichosos o muy organizados?

¿Es posible que los Niños de Cristal sean artistas natos de feng shui que saben que el desorden crea una desarmonía energética? ¿O, resulta que simplemente tienen una tendencia perfeccionista neurótica? También aquí yo optaría por la respuesta que señala un progreso espiritual. No obstante, cuando uno convive con un Niño de Cristal que insiste en que todo debe ser de una manera determinada también puedo comprender que a usted, en momentos de frustración, le parezca más certera la última opción.
He recibido docenas de relatos con respecto a las habilidades organizativas de los Niños de Cristal y hasta qué punto son especiales cuando se trata de sus habitaciones, sus pertenencias y su vestimenta. Por ejemplo: Hannah de siete años es muy sensible en lo que se refiere a la comodidad de su vestimenta. Sus calcetines y zapatos tienen que estar perfectamente alineados y sus vestidos tienen que ser suaves o no se los pone. Siendo auténticos niños de la naturaleza, los Niños de Cristal prefieren estar desnudos a estar vestidos.
A los Niños de Cristal les encanta que sus dormitorios estén bien cuidados y ordenados y a algunos no les importa en absoluto hacer el trabajo ellos mismos. Victoria de tres años mantiene su habitación muy limpia, algo que no es ninguna tontería teniendo en cuenta la cantidad de juguetes, ropa, libros y peluches que posee.

Los Cristales también disfrutan ordenando sus juguetes a la hora de jugar. Por ejemplo a Taylor de tres años le encanta colocar todos sus bloques y juguetes en forma de cruces, aviones o letras alfabéticas. En una ocasión colocó todos sus juguetes en una línea continua por toda la casa. Cuando terminó de hacerlo exclamó: «¡Qué precioso!».
A Mei de dos años le encanta colocar las cosas según categorías y junta en un grupo a todas sus muñecas de bebé y en otro a todas sus muñecas-mamá. Le gusta colocar sus modelos de dinosaurios en una larga línea, empezando por los más pequeños y continuando con los más grandes.
A veces, la tendencia de los Niños de Cristal de tenerlo todo ordenado raya el perfeccionismo. William de tres años, por ejemplo, no utilizará ninguna tiza que esté rota. Tampoco comerá una comida que esté mezclada con salsa. Jacobo de siete años insiste en que sus bloques de construcción deben estar colocados en un orden determinado.

Pero, estamos en lo mismo: todo depende desde qué ángulo se miran las cosas. Se podría hablar de perfeccionismo -que tiene un tono peyorativo- pero yo prefiero la expresión «extraordinaria creatividad» que utiliza Wendy Eidman hablando de su hija Emily de tres años:

La capacidad de prestar atención de Emily es algo que me pasma y no he visto nada similar hasta ahora.
Ella se pone a colorear o jugar y no permite que se la moleste hasta que ha terminado. Esto es una ventaja para mí cuando, por ejemplo, se trata de recoger las piñas del jardín. Tenemos un gigantesco pino en el jardín y cada otoño caen cientos de piñas al suelo. Cuando las recogemos, Emily es mucho más constante que cualquiera de la familia. Mi hijo se aburre a los diez minutos, pero Emily puede estar allí incluso una hora más tarde y no termina hasta que se hayan recogido todas las piñas.
Le molesta dejar un trabajo a medias. Un día, después de haber limpiado el jardín, Emily se fue al columpio para jugar y a cada rato veía una piña olvidada que se había escapado de nuestra atención. Cuando divisaba alguna se bajaba del columpio, o dejaba de jugar al baloncesto y recogía la piña y la depositaba en la cesta. Emily es la constancia personificada. Le gusta saber qué esperar; le encanta tener las cosas en su sitio y la rutina.

Emily se puede enfadar mucho, por ejemplo, si su hermano decide sentarse en su silla a la hora de cenar y cosas así. Cada noche tenemos la misma conversación cuando estamos sentados a la mesa. Preguntamos a cada uno qué tal le ha ido el día. Mi marido Kirk suele responder diciendo: «He tenido un día de mucho trabajo» pero una noche se le ocurrió decir: «He tenido un día muy agitado». Emily le dijo enfadada: «¡No, papá! ¡Has tenido un día de mucho trabajo!».

A los Niños de Cristal les encanta la estabilidad. En un mundo en el que todo parece tan inestable ¿quién es capaz de negarles sus ganas de estabilidad y seguridad? ¡A mí me parece maravillosamente sano!

Tomándose su tiempo

En el nuevo mundo, nuestras vidas no serán gobernadas por los relojes y calendarios. Funcionaremos según el tiempo interior para dirigir nuestras acciones. Gracias a la sincronicidad y no a la cita, llegaremos a la hora exacta al lugar exacto.

Los Niños de Cristal ya se rigen por su reloj interior en lugar de ser manejados por mecanismos externos

Pues bien, los Niños de Cristal ya se rigen por su reloj interior en lugar de ser manejados por mecanismos externos. Esto puede resultar muy frustrante para padres que tienen que atenerse a un horario. Una cosa está clara: los padres de los Niños de Cristal tienen que ejercitar la paciencia, una de las lecciones que estos niños vienen a enseñar a los adultos.
Jennifer dice que Jacob, su hijo de siete años, toma su tiempo y no se da prisa por nada ni nadie. Jennifer comenta que no es que Jacob sea mentalmente lento, sino que hace las cosas de modo deliberadamente lento porque quiere que se hagan de una manera determinada. Él funciona según su propio horario y no según él de los demás.
Abbie de tres años es igual. Su madre dice: «Ella hace las cosas según "tiempo Abbie" y no necesariamente cuando su maestra de preescolar quiere que las haga. Odia los horarios y prefiere ser un espíritu libre. No tengo muy claro cómo funcionará todo esto cuando comience el colegio».

Crystal, la madre de Zoey de tres años dice: «Creo que uno tiene que tener mucha paciencia con los Niños de Cristal, ya que son almas viejas que toman su tiempo para verlo todo, inspeccionándolo, para luego darte una respuesta según lo que sienten. Zoey se queda sentada hasta que sabe cómo atar sus zapatos, cómo abotonar el vestido, cepillar su pelo y cosas así. Intento mantener la paciencia pues comprendo su necesidad de hacer las cosas a su tiempo. Ella nunca tiene prisa y tampoco le gusta que le den prisa».
Los Niños de Cristal saben que es mucho más sano mantenerse en el centro de uno, en lugar de 'atacarse' por el miedo de llegar tarde. Ellos ya saben que el tiempo no es real, que puede ser doblado y enrollado de tal manera que uno siempre llega a tiempo incluso cuando las apariencias sugieren otra cosa.

Una profunda unión y la necesidad de atención

Los Niños de Cristal sienten una unión muy especial con uno de sus padres o con los dos o con los abuelos, sea quien sea quien les entienda a un nivel profundo. Una vez que se haya formado esta unión, a los Niños de Cristal no les gusta estar lejos de esa persona. Los Cristales dependen de los adultos para su consuelo, la comprensión y los mimos. Estos niños pueden desarrollar fácilmente el síndrome de ansiedad de separación pues temen que otras personas no les entenderán. También pueden temer que otros niños o adultos sean malvados y los sensibles Niños de Cristal intentan evitar el dolor no apartándose de los adultos fiables.
Timothy dice que su hija Julia, de seis meses, siempre quiere estar en brazos y dice: «No la podemos soltar ni un minuto».
Pam dice que su hija Hannah de cuatro años «ya nació con un tremendo problema de abandono. No quiere estar alejada ni un minuto, especialmente cuando se trata de mí».
Algunos padres entienden la base metafísica de ese apego aparente. Es en este sentido, por ejemplo, que Carri Lineberry dice que Maia, su hija de tres años, siente un especial apego con respecto a ella y afirma: «Siento que mi relación con ella es muy importante. Pienso que soy su fuerza de "anclaje" o algo así».


CAPITULO DOCE
CONSEJOS DE PADRES, EDUCADORES Y DE LOS MISMOS NIÑOS DE CRISTAL



Siendo padre, abuelo o educador de un Niño de Cristal, usted tiene una misión sagrada y vital: ha firmado un contrato a nivel espiritual para guiar a estas almas a través de un delicado acto de equilibrio que exige por una parte que mantengan su elevada frecuencia espiritual junto con los sorprendentes dones de telepatía y sensibilidad... y por otra parte que aprendan a asimilar la forma de vida terrestre. Su cometido no es fácil, pero por suerte tiene mucha ayuda por parte de los ángeles terrestres y celestiales.
Las personas que he entrevistado para este libro están encantadas de compartir sus consejos para intentar encontrar soluciones basadas en sus experiencias personales.

Ángeles y oraciones: Cynthia Berkeley dice que ha encontrado muy efectivo pedir mentalmente al ángel de la guarda de sus hijos que les ayudase a calmarse y tranquilizarse cuando éstos se volvían demasiado irritables, sobre todo cuando estaban en el coche y ella conduciendo.

Comprender que su punto fuerte es lo visual: Los individuos en los que predomina el hemisferio derecho son personas que tienen una memoria visual en lugar de una memoria basada en el lenguaje. Por ejemplo, estas personas memorizan el aspecto visual al deletrear en lugar de fijarse cómo suenan fonéticamente las letras. Catherine Poulton dice que le ayuda recordar que su hijo Kylan de cinco años procesa la información de manera diferente. Cuando Kylan tenía dos años se esforzó por recordar el abecedario, pero un día estaba ojeando una revista, se paró y señaló una imagen diciendo correctamente: «Este es George Washington». Fue entonces cuando Catherine se percató de hasta qué punto Kylan procesaba todo visualmente.

Explicar y no forzar: Obligar a un Niño de Cristal sólo conduce a una guerra de poder. Pam Caldwell dice que su hija Hannah de cuatro años es encantadora y de fácil convivencia... excepto cuando uno la obliga a hacer algo que no quiere hacer. «Sin embargo, una vez que se le explica la lógica que hay detrás de lo solicitado, Hannah suele obedecer o, incluso, aportar una solución mejor.» Pam comenta que se ha dado cuenta de que lo mejor es hablar con Hannah como si fuera una adulta utilizando un lenguaje apropiado para su edad.
Penny, madre de un Niño de Cristal, está de acuerdo: «Hay que permitirles que sean diferentes y no se debe intentar encajarlos en un molde "normal". No les obligues a hablar, ya que es posible comunicarse con los hijos de manera instintiva. Hablarán cuando estén preparados para hacerlo, cuando ellos vean la necesidad de hablar verbalmente. Esto suele ocurrir normalmente cuando comienzan a interactuar con otras personas que obviamente no entienden su manera tan especial de comunicación».

Padres permisivos: Varios padres que entrevisté afirmaron que ser «padres permisivos» era una manera particularmente útil de criar a los hijos en el caso de los Niños de Cristal. Ser «padres permisivos» es una filosofía que recomienda a los padres unirse física y emocionalmente con sus hijos, siendo sensibles y dando respuestas a las necesidades de los niños, es decir, atender inmediatamente al niño cuando llora, darle el pecho, llevar al niño sobre la espalda o delante del pecho, dormir con él y procurarle un hogar tranquilo. Hay muchos libros y páginas Web que hablan de este tipo de educación.

Utilizar a los animales domésticos en casos de pataleo: He aquí una idea muy inteligente de Misty: «Cuando mi hija Leah de dos años tiene una pataleta simplemente digo: "¡Los gatos te están observando!" Esto le calma inmediatamente.» ¡Leah no quiere perder el respeto de los felinos!

Vivir y dejar vivir: Melissa, madre de Liam de siete años dice: «Yo no soy nada severa. No soy una esclavista. Permito a mi hijo ser quien es. Liam sabe instintivamente qué tareas hay que realizar y las hace. No hay discusiones ni gritos. Soy honesta y directa con él y él me devuelve ese favor. Somos una familia feliz, despreocupada y amorosa. Funcionamos bien dentro de nuestras disfunciones».
Sue, otra madre, confirma: «Estos niños necesitan libertad para correr y ser. Cuando vuelven del colegio y están enfadados es porque están hartos de estar encerrados todo el día; necesitan la libertad para dar rienda suelta sus sentimientos».

Cuidarse uno mismo: Kathy dice: «Los padres de los Niños de Cristal deben observar una rutina propia de yoga o meditación y tener momentos de reflexión tranquila para darse cuenta de su propia guía divina. ¡Lleve un diario! Escriba cartas a sus Niños de Cristal y no sólo serán un regalo maravilloso para ellos cuando sean mayores sino que les ayudará a recordar todos los incidentes milagrosos que han ido ocurriendo a lo largo de los años».

Hablar con ellos pero nunca desde la superioridad: Crystal dice que su hija Zoey de tres años se altera si tiene la sensación de que alguien la trata con arrogancia y habla con ella altivamente. Es importante recordar que cuando se habla con los Niños de Cristal se debe mantener el mismo respeto como cuando se habla con un amigo muy querido.

Entonar y cantar: Sue, la madre de dos Niños de Cristal dice que ella y su marido Darren cantan todas las noches cuando sus niños se van a dormir. Ahora, los niños lo piden diciendo: «¿Mamá podrías cantar esa canción de oohhh para mí?».

Educar: Los padres que pueden permitirse que sus hijos acudan a un colegio privado o a una escuela Waldorf hablan maravillas del nivel de felicidad y del potencial de aprendizaje de sus Niños de Cristal.
Una madre de un Niño de Cristal de cuatro años dice que su hijo va a un parvulario Waldorf y que ha notado cambios muy positivos en su autoestima, su sentido del orden social y su imaginación.
Si los horarios o la economía no permiten estas opciones, Michelle es un buen ejemplo de cómo utilizar una vía alternativa. Ella dice que Robert, su hijo de seis años está muy adelantado comparado con la mayoría de sus compañeros de clase. «Es muy inteligente e inquisitivo de modo que seguimos las clases en casa a parte de atender sus tareas escolares.» Michelle dice que Robert adora cualquier cosa creativa y que le encanta todo aquello que tenga un horario y una estructura. Varios padres han comentado que cuando ayudan a sus hijos con las tareas escolares los resultados son inmediatos.

Meditación: Catherine la madre de Kylan de cinco años dice: «A mi hijo le encanta meditar y rezar».

Ejercicios orientales: Tai Chi, Ki Gong, yoga y karate son maravillosas válvulas de escape para tanta energía juvenil y además son herramientas estupendas para que los Niños de Cristal aprendan a trabajar con su propia energía y con la de los demás. A Kylan, el hijo de Catherine, le encantan las clases de karate. «Este entrenamiento le enseña a utilizar su propio poder de manera efectiva, -explica la madre-. Tiene un maravilloso profesor y no realizan los ejercicios de forma competitiva. Además, el karate le enseña a Kylan cómo crear un campo de fuerza alrededor de su propio cuerpo para que pueda seguir sintiendo empatía sin absorber la negatividad de otras personas (él es extraordinariamente sensitivo). El karate le enseña además estupendos ejercicios de limpieza y enraizamiento energéticos.»

Preste atención y diga la verdad: Denise, madre de Alice de cinco años dice: «Preste siempre atención. A estos niños no les gusta nada ser ignorados. No tergiverse nunca la verdad ni les mienta; reconocen una mentira ipso facto y se alteran si le pillan en una. No rompa nunca una promesa; que usted cumpla su palabra es muy importante para ellos».

Paciencia: Andrea, madre de Abbie de tres años aconseja a los padres tener paciencia con sus Niños• de Cristal: «No son como otros niños y probablemente tienen mucho más que ofrecer si se les da la oportunidad, es decir, cuando no están medicados para 'encajar' en un sistema que la sociedad considera adecuado para el comportamiento infantil».

Estabilidad: Muchos padres dicen que sus Cristales funcionan mejor con una rutina estable de comidas y de sueño. Los estudios muestran que los niños se sienten
más seguros cuando saben qué esperar. Mary, la madre de un niño de cinco años dice: «Hacer que mis hijos se vayan cada noche a la misma hora a la cama con mucho cariño y afecto, tiene unos efectos muy positivos».

Aprender de ellos: Cynthia, madre de dos Niños de Cristal nos recuerda que los Cristales son nuestros maestros: «Nosotros podemos enseñar a esos niños cómo se debe funcionar en la realidad tridimensional y cómo hay que comportarse aquí, pero en realidad son ellos los que están aquí para enseñarnos a nosotros lo que hay más allá de eso. Si no se funciona desde el corazón, estos niños lo notan. Si uno espera que los niños sean desobedientes ¿qué pasará? Lo serán. Vigile su propia integridad y sus expectativas. Ellos pueden leerle como si fuese un libro abierto y saben jugar con eso».

Visualizaciones: Dado que los Niños de Cristal son muy visuales, se les puede ayudar a manejar su humor y a manifestar sus intenciones utilizando ejercicios de visualización. He aquí un precioso ejemplo que utiliza Rosie Ismail, maestra de una escuela primaria de Inglaterra:

A lo largo de los últimos cuatro años he trabajado con colores y sanaciones, usando visualizaciones en mi vida privada. Cuando me di cuenta de lo efectivo que es el color rosa, comencé a introducirlo en mi clase y observé los resultados tan maravillosos y eficaces que se produjeron en los niños. El color rosa es sanador y amoroso, crea paz y armonía para uno mismo y luego se proyecta a los demás.
Yo llamo esta simple técnica de visualización «La luz mágica del color rosa». Pido a los niños que cierren sus ojos y que respiren conmigo cinco o seis veces profundamente dejando que se disuelva la respiración en la fase de exhalación. Acto seguido, les pido que visualicen una luz mágica de color rosa que gira y gira desde sus pies alrededor de sus cuerpos. También les digo que no importa si no ven la luz rosa, pero que resulta muy poderoso sólo pensar en ella. Les digo que se imaginen que esta luz rosa es mágica y que visualicen cómo les envuelve, como una cálida manta. Les digo que expresen un deseo estando envueltos en esa mágica luz rosa y que la inhalen y luego finalizamos con dos respiraciones muy profundas. Después pido a los niños que abran los ojos, estiren sus brazos y que digan: «¡Esto me sentó bien!» Creo que después de esta visualización, los niños están más tranquilos, más contentos y más amorosos.

Asistencia energética: ¡Esos niños tan sensitivos necesitan nuestra ayuda! Son como esponjas que absorben la energía de otra gente (incluyendo la de los padres bienintencionados). David Morelli es un médium profesional que da clases de espiritualidad a estos niños en el Psychic Horizon Center de Boulder, (Colorado). El trabaja como maestro en una escuela Montesori. David dice:

Un método que enseño a los niños en mi clase es que se imaginen una burbuja de energía entre las dos manos depositando en ella toda la energía negativa y luego dar una palmada para romper la burbuja. Pueden colocar la energía de cualquiera -de sus padres, maestros o amigos- en la burbuja y luego hacer que explote. Les pido que se imaginen una energía dorada y llena de felicidad encima de sus cabezas llenando todo su cuerpo. Esto les devuelve una nueva energía reemplazando las otras.

Los padres de los Niños de Cristal deben observar su propia rutina de yoga o meditación
y tener momentos de reflexión tranquila para darse cuenta de su propia guía divina.

Simplemente amarles: Gloria, la madre de dos Niños de Cristal coloca la educación en perspectiva cuando dice:

He aprendido que el amor es lo más importante de todo. Es importante ser paciente y cálida. Hay que recordar que no hemos venido a esta Tierra para dominar las matemáticas. Sonreír y reír con los hijos son los mejores sentimientos posibles. ¡Practíquelo! Cuando se derrama la leche sobre el suelo haga muecas divertidas. Cuando afuera llueve, baile con sus hijos bajo la lluvia. ¡Ámeles, ámeles, ámeles!

Por boca de los Niños de Cristal

Varios Niños de Cristal han ofrecido palabras de sabiduría para los adultos:
Audrey, de cinco años: «Me encantaría que este libro ayudase a que la gente nos entienda».

La madre de Crystal de cinco años le preguntó qué quería transmitir a la gente. Ella dijo: «Amor. Amor, ayuda para la gente necesitada y amabilidad».
Robert de seis años: «Todo lo que puedo decir es que deseo que todos los Seres del universo (si hay vida en otros planetas) tengan una buena vida, un buen corazón y comida buena. Que los adultos ayuden a los Niños de Cristal y los protejan, que jueguen y lean con ellos».

Cuando su madre preguntó a Colin de cuatro años qué es lo que quería transmitir a la gente, éste dijo:
«Quiero decirles que Dios y los ángeles están siempre con ellos, incluso cuando están asustados».

Haley de tres años:
«Antes de acostarme, cuando digo mis oraciones, pido a mis ángeles que me envíen sueños llenos de luz».

Hannah de siete años:
«El receptáculo lleno de oro al final del arco iris desaparece, de modo que hay que estar contento con lo que se tiene».

Jacob de siete años:
«En el futuro, todo el mundo tiene que saber que uno vuelve después de la muerte».

Kylan de cinco años:
«Me gustaría decir que este planeta contiene amor y alegría y un corazón. La gente puede ayudarse levantando pancartas sobre sus paredes que digan: ¡SÉ FELIZ!».

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