31/10/07

LOS NIÑOS CRISTAL - PART.4 (FINAL)


CAPÍTULO NUEVE
TALENTOS PARA LA MÚSICA, EL ARTE Y EL ENTRETENIMIENTO


Los Niños de Cristal tienen múltiples talentos. No sólo son amorosos, sensitivos y dulces, también tienen un don natural para las artes. Muchos de estos niños tienen talentos para la música y capacidades artísticas. Algunos muestran talentos propios de niños prodigio sin haber recibido ningún entrenamiento formal. Una vez más, los Niños de Cristal son modelos que nos muestran lo mejor de la naturaleza humana.

Canciones en sus corazones

Muchos Cristales comienzan a cantar antes de pronunciar una sola palabra. De hecho, la abuela de Saharah dice que la pequeña salía del útero de su madre canturreando. Saharah tiene ahora seis meses y no dice ni una sola palabra, sin embargo, canturrea muy afinadamente.
Evie, otra madre de una Niña de Cristal, dice que su hija aprendió a hablar gracias a la música. Evie recuerda: «Cuando Meishan, que ahora tiene dos años, aprendió a hablar, se comunicaba con nosotros cantando pequeñas canciones. ¡Ella adora la música!».
Muchos de los padres que he entrevistado para escribir este libro cuentan que sus Niños de Cristal tienen un innato talento para la música. Cindy, por ejemplo, dice que su hija Kirsten de cinco años tiene una preciosa voz de cantante. Algo sorprendente según Cindy, ya que nadie en la familia es capaz de entonar una canción correctamente. Kirsten, sin embargo, es capaz de imitar cualquier canción que oye, afinando perfectamente.

En las aptitudes musicales encontramos con frecuencia la evidencia
de la gran inteligencia de los Niños de Cristal.

Varios padres me han comentado que sus hijos cantan constantemente. Por ejemplo, Emily de tres años inventa todo el tiempo melodías, canta canciones tradicionales y canciones infantiles, además imita las melodías que escucha en la radio. Baila continuamente, moviéndose perfectamente al son de cualquier música ¡a veces, incluso, sin música!). Wendy, su madre e apuntarla a clase de baile cuando sea mayor.
En las aptitudes musicales encontramos con frecuencia la evidencia de la gran inteligencia de los Niños de Cristal. William, por ejemplo, tiene tres años y ya conoce todas las letras de cada canción que emite el canal Disney. Erin de 15 meses se enseñó a sí misma cómo armonizarse con las canciones que emite la radio mientras canta al unísono.

Artistas creativos

A los Niños de Cristal les encanta el dibujo, la pintura y crear cosas. Ellos mismos se entretienen durante horas con un bloc de dibujos y algunas ceras. La gran creatividad de los Niños de Cristal refleja el predominio de su hemisferio derecho y esto incluye:

* Estar conscientes de sus emociones,
* Ser intuitivos,
* Tener habilidades motrices avanzadas,
* Ser filosóficos,
* Tener una orientación espiritual y musical.


Los individuos que emplean más el hemisferio derecho del cerebro piensan en dibujos y sensaciones en lugar de palabras. Su orientación visual les proporciona un aire artístico y una memoria fotográfica. Algunas de las obras de arte proceden de la copia de imágenes que ven con los ojos de sus mentes.
Rosa McElroy dice que su hija Audrey de cinco años muestra un verdadero talento para el dibujo. «Nadie le ha enseñado a dibujar -dice Rosa-. Siempre ha sido capaz de dibujar bellos cuadros que sólo un auténtico artista crearía. Cuando dibuja parece mayor de lo que es, ya que mezcla los colores de manera perfecta. ¡Sus obras quitan la respiración!"

Como usted puede apreciar, la madre de Audrey apoya firmemente la vena artística de su hija. Lo más probable es que con el tiempo Audrey se convierta en una artista conocida y segura gracias al aliento que le brinda Rosa.
Un aspecto muy grato de los Niños de Cristal es cómo se entretienen con cosas muy ordinarias. Mientras las generaciones previas parecían dependientes de juegos elaborados y caros para estar contentas, los Cristales se conforman con una flor, un muñeco, un lápiz y papel o con un cielo iluminado por la luna. Lo mismo sucede con sus obras de arte: no hacen falta herramientas caras. Esta es una generación que verdaderamente aprecia la sencillez y lo básico. ¡Que refrescante!
Jacob Daurham se adentra en el desierto cerca de su casa y encuentra «tesoros» para sus trabajos manuales. Trae viejas herraduras a casa o traviesas de raíles de tren o cualquier otra cosa que pueda utilizar. Luego traza sus propios planos para el proyecto y él mismo lo realiza.

Pequeños thespisanos

Puede que los Niños de Cristal no hablen mucho, especialmente cuando son jóvenes. ¡Sin embargo, es gente muy expresiva! Expresan sus emociones y opiniones fuertes a través de sus ojos, el movimiento de sus cuerpos, canciones y obras de arte. También se ex san a través del arte dramático, pero no en un sentido dramático como lo puedan hacer algunos niños cuando tienen una pataleta. No, los Niños de Cristal utilizan el drama como una forma juguetona de expresarse, parecido a la manera en la que la gente debió disfrutar de las producciones de Shakespeare antes de que existiesen la radio o la televisión. Estos niños nos muestran nuestras raíces.
Muchos de los padres y abuelos entrevistados para este libro dijeron que sus Niños de Cristal no mostraban ninguna timidez ante una audiencia. La mayoría se parece a Victoria de tres años cuya abuela nos cuenta:

Victoria tiene mucha confianza en sí misma y una increíble desenvoltura. Ella participa en clases de gimnasia y baile desde que tiene un año. Le encanta actuar, sobre todo le encanta bailar. Nunca ha dado muestras de timidez o miedo al escenario y no le importa que la audiencia se componga de cientos o miles de individuos o sólo de una docena de personas. Siempre es una alegría observarla bailar o hacer gimnasia ya que se pierde en sí misma y es tan feliz que resplandece. Se entrena sin cansarse, perdida en el placer de la música o de los movimientos.

Es divertido estar con los Niños de Cristal y una de las razones es porque son muy entretenidos. Una mujer dice que se siente pasmada por la habilidad de su hija de tres años de imitar a la gente. Me contó que su hija puede copiar las inflexiones más dramáticas de las voces, los manierismos y las frases que utiliza alguien. Ella incorpora todos estos elementos cuando imita a una persona. «Es tan buena que podemos reconocer inmediatamente a la persona que está imitando. No lo hace de manera ofensiva ni siquiera de manera burlona; lo hace en forma de observación o para su propio entretenimiento.»
Y no son solamente las niñas a las que les encanta disfrazarse y actuar. Los Niños de Cristal también disfrutan actuando. Catherine Poulton dice que su hijo Kylan de cinco años siempre está caracterizando a alguien y que se cambia unas diez veces al día.

«Continuamente estoy recogiendo ropa del suelo porque lo saca todo de los cajones para ver si algo le sirve para disfrazarse y caracterizar el personaje que él está siendo en un momento dado -dice Catherine-. También corta la tela de su almohada, de su ropa y de las sábanas -lo primero que encuentra- para crear nuevos disfraces. Le encanta actuar.»
Catherine dice que Kylan también dibuja cada día y con frecuencia esboza imágenes de personajes que luego representa. «Él se inventa sus propios superhéroes que tienen sus propios poderes mágicos. Estos personajes se parecen con frecuencia a él.»
Parece que Kylan recuerda sus propias capacidades mágicas y puede que esté practicando para el tiempo en el que los Cristales serán los superhéroes de nuestro mundo. Después de todo, ¡tienen lo que hace falta para ello!


CAPÍTULO DIEZ
BEBÉS ANGELICALES



«Maravilloso,» «un auténtico ángel,» «un regalo de Dios». Así es como los padres y abuelos describen a sus Niños de Cristal. Aunque todo el mundo tiene sus cualidades divinas, estos niños parecen expresar su Yo Superior más que las generaciones anteriores. A continuación describiré algunas características que los Cristales traen a este mundo:

Afectos: He aquí otra razón por la cual el hecho de comenzar a hablar tarde no justifica una etiqueta de «autista». Estos niños están llenos de afectos hasta tal punto que uno les podría calificar como «pegajosos». Los autistas son físicamente distantes y definitivamente no son mimosos.
Mary Marshall sabe que su hijo de cinco años está feliz cuando los dos están juntos, abrazándose y riéndose. Le encantan los mimos de su madre. Mary dice:
«Cuando era más pequeño era hasta "pegajoso" y a veces vuelve a esta actitud. Por ejemplo, si estamos en un lugar incómodo y que no le es familiar, quiere que le coja en brazos y le "achuche" mientras él esconde su cabeza en mi hombro.»
Los Niños de Cristal no limitan sus muestras de afectos a los miembros de la familia. Stephanie y Mark Watkeys dicen que su hijo Bryn de trece meses quiere besar a la mayoría de la gente que encuentra. «Es muy amoroso y cariñoso con todo el mundo,» explican los padres.

Felicidad y alegría: Estos niños emiten una energía positiva a través de su expresión facial, sus posturas, palabras y acciones. Son una verdadera alegría para tener en casa, ya que alegran a todo el mundo de su entorno.
Lauren Stocks dice que Carter, su hijo de seis años, tiene un comportamiento generalmente positivo: «Es como si Carter estuviera aquí exclusivamente para amar». Casi cada día Carter dice: «¡Oh, Mamá, que día tan bello!». Animándola cuando está baja de ánimos.
Todo el mundo comenta esa alegre actitud de Carter, algo que, por otra parte, es bastante común en los Niños de Cristal. Por ejemplo, Taylor, el hijo de Beth y Michael ha tenido tres canguros diferentes. Todas coinciden en lo mismo cuando hablan de ese niño de tres años: «¡Es un espíritu tan alegre!» Todo el mundo dice que Taylor alegra sus corazones.

Sus padres dicen: «En general, Taylor es un niño encantador y nos trae nada más que alegría y amor. Sintiendo su espíritu nos da esperanza de que la raza humana encontrará la paz y que la violencia será eliminada de este planeta».
Recibo más mensajes de este aspecto de los Niños de Cristal que cualquiera. Y en el caso de que el lector esté pensando que estos padres exageran porque son sus hijos, le puedo asegurar que muchos de ellos tienen otros niños que suponen un auténtico reto. He aquí algunos comentarios que escuché de padres hablando de sus Niños de Cristal:

Mucha gente dice que estar en compañía de Celeste hace que se siente más serena. Con frecuencia, ella se va espontáneamente hacia alguien que sufre de alguna manera, se sienta a su lado o juega con esa persona.
(Eso es lo que dice Nadia Leu de su hija Celeste de dieciocho meses.)

Es el ser más dulce y más amoroso con el que me he encontrado jamás. Es capaz de acercarse a un extraño, cogerle de las manos y uno puede sentir el amor que le está transmitiendo. Es una persona muy sensitiva, apasionada y atenta.
(Así habla Wendy Weidman de su hija Emily de tres años.)

Robert es un «corazón de ángel» de seis años. Quiere consolar a todo el mundo cuando siente que alguien lo necesita. Si un amigo se hace daño, Robert le cuida. Quiere dar algo a cualquier persona sin hogar que encuentre en la calle. Robert tienen un alma dulce y amorosa y parece irradiar desde su interior como un sol.
(Así habla Michell de su hijo Robert de seis años.)

Amor y respeto hacia los mayores: Los Niños de Cristal se sienten magnéticamente atraídos por las personas mayores, es como si sintieran la sabiduría y serenidad que acompañan a la edad. Adoran a sus abuelos y también se sienten unidos a personas mayores extrañas.
Mary y Haley de tres años van con frecuencia a una heladería que tiene una terraza al aire libre. En sus últimas tres visitas hubo tres personas mayores que estaban allí sentadas comiendo solos. Haley se fue hacia los mayores y se sentó a su lado. No hablaba hasta que la persona se dirigía a ella, sin embargo, parecía que estaba haciéndoles mimos a cada uno de ellos. Es obvio que sintió su necesidad de afecto y compañía y ella se los prestó voluntariamente.
En la misma línea está el comentario de Conchita Bryner con respecto a sus dos hijos jóvenes (un hijo de 20 meses y una hija de cinco años). Ellos se sienten atraídos por la gente mayor y es como si tuvieran una relación muy especial con ellos.
La familia de Conchita celebró recientemente una misa en memoria del décimo aniversario de la muerte de la abuela paterna. Conchita recuerda:

Debido a que mi hija menor no llegó a conocer a su abuela, me hizo un montón de preguntas antes del funeral en su memoria. Ella sabía que estábamos llevando muchas flores a la tumba y ella se preparó su propio ramo. Para mi sorpresa, pidió a su hermana mayor que le escribiese el poema que ella misma había creado. Cuando comenzó a leer el poema durante la celebración, mi marido y yo estábamos con los ojos llenos de lágrimas.

El perdón y guardar las paces: Lo que el mundo necesita ahora es el perdón y la compasión y los Niños de Cristal son un brillante ejemplo de poner la otra mejilla. Mientras sus hermanos mayores, los Niños Índigo, tienen un espíritu guerrero que les hace luchar por una causa, los Niños de Cristal adoptan una postura al más puro estilo Gandhi cuando tienen que enfrentarse a un conflicto. Por ejemplo:

Gloria Powell-Fredrickson, madre de dos Niños de Cristal y un Niño Índigo mayor dice que durante un conflicto ve diferencias notables entre esas dos generaciones. «Durante una discusión, mis Niños de Cristal ceden y se alejan sin preocuparse sintiendo nada más que perdón. Sin embargo, mi hijo índigo se apega al argumento y lucha hasta el final.»

Corbin de tres años ha aprendido cómo resolver un conflicto gracias a su conexión con la naturaleza. Siempre habla de árboles y de las cosas que le dicen a él. Cuando oye a la gente hablar en un tono de voz negativo, Corbin dice: «Por favor, hablad como los árboles.» Con ello, quiere decir que se debe hablar con suavidad y amor.

Mei tiene dos años, jamás pega a ninguno de sus compañeros de juego aunque ellos sí la pegan. Simplemente dice. «iNo me pegues, soy tu amiga!»

Denise Christie dice que Alice, su hija de cinco años puede sentirse muy dolida cuando alguien es cruel o rudo con ella: «Mice no puede entender por qué alguien iba a hacer una cosa así. Ella es tan ingenua que pienso que ni siquiera se da cuenta cuando son despiadados con ella».

Los Niños de Cristal emanan amor a través de todas sus acciones y tareas. Ellos son un indicador de que la raza humana está evolucionando y que empieza a estar por encima de diferencias triviales y peleas tontas. Los Niños de Cristal son ejemplos vivos de cómo funcionar desde el Yo Superior y no desde el ego.
Pero aun así, los Niños de Cristal no carecen de ciertos problemas. He preguntado a los padres de esos niños que me contasen cualquier desafío que hayan encontrado en la educación de estos hijos tan especiales. En la mayoría de los casos, los temas mencionados carecen de importancia, sin embargo, algunos problemas parecen surgir repetidamente. Se lo contaré en el siguiente capítulo.

CAPÍTULO ONCE
COMER, DORMIR Y SER CAPRICHOSO CON LA COMIDA



Cualquier conducta humana se puede ver bajo una perspectiva positiva y otra negativa. Por ejemplo: «Ser terco» también se puede interpretar como tenacidad o «mantener un punto de vista». «Ser asertivo» también puede significar «ser dominante». Supongo que el lector entiende lo que quiero decir.
Una observación similar se puede hacer con respecto a las elecciones que hacen los Niños de Cristal. Cualquiera que esté funcionando desde los chakras superiores también tiene una alta estima con respecto a sí mismo. Cuando una persona abre su chakra corazón y ama de verdad, tiende a atraer (o ser atraída por) situaciones e individuos con una energía amorosa. Una persona que tiene el chakra corazón abierto siente rechazo ante situaciones o relaciones personales que tengan que ver con la violencia o la negatividad y no le agradan las cosas impuras y ruidosas, es decir, todo aquello que sea chirriante.

La Ley de Atracción proclama que atraemos personas y situaciones que reflejan nuestros pensamientos y creencias. Por ejemplo, si creemos que la gente es buena, por regla general atraeremos amigos encantadores y amorosos.
Conforme avancemos en nuestro camino espiritual puede que cambiemos de círculo de amigos, modifiquemos nuestros hábitos alimenticios y otro tipo de cosas. Nuestras nuevas elecciones reflejan a nuestro Ser en plena evolución. Los Niños de Cristal que ya nacen bien entrados en el camino espiritual atraen y son atraídos por situaciones de frecuencias energéticas y espirituales muy altas.
Esto tiene como consecuencia que los Niños de Cristal pueden parecer melindrosos o caprichosos. No obstante, bajo otro punto de vista se puede decir que esos niños saben «discernir». Una persona que sabe discernir tiene una alta autoestima y se cuida mucho a la hora de elegir amigos, comidas, películas, trabajos, hogares y cosas similares. Elegirá siempre aquello que le nutre a nivel corporal y espiritual.

La alimentación y los Niños de Cristal

Una vez que me sumergí en los estudios espirituales, i apetito con respecto a ciertas comidas y bebidas se modificó casi de inmediato. Recibí una guía interior muy fuerte que me empujaba a comer más fruta y verdura biológica y menos productos de procedencia animal. Desde 1977 soy vegana (es decir, no como ni carne, ni aves, ni pescado, ni lácteos) y estoy extraordinariamente feliz con este estilo de vida.
Muchos de mis alumnos, lectores y asistentes a mis conferencias me han comentado que han recibido guías internos similares. Puede que las personas que estén en un camino espiritual no necesariamente se vuelvan veganos, pero sí es cierto que comen menos productos procesados industrialmente evitando las carnes rojas, el azúcar blanco y la harina refinada.

Los ángeles dicen que los humanos están evolucionando hacia una independencia energética de alimentos. De acuerdo con los ángeles, primero nos convertiremos en vegetarianos, después comeremos sólo comida cruda, y comeremos solamente fruta y verdura sin cocinar. A continuación cambiaremos a zumos, ya que son más fáciles de digerir. Finalmente nos alimentaremos del aire y recibiremos toda nuestra nutrición del prana, la fuerza vital del aire. Todo ello nos ayudará a ser más intuitivos además de ayudarnos a adaptarnos a los cambios de alimentos que la Tierra proveerá, alejándonos cada vez más de la comida procesada y acercándonos más a la recolección de productos frescos.
Pues bien, los Niños de Cristal ya están en esta fase. Ya han desarrollado sus papilas gustativas. La fruta y verdura orgánica y sin cocinar contienen la energía de la fuerza vital más elevada de todas las comidas. De modo que no es extraño que los Cristales prefieran dietas vegetarianas. Sin embargo, todo depende del punto de vista con que se quiere ver esta situación.

Para algunos padres resulta un problema. Por ejemplo: una madre me contó que estaba luchando continuamente para que su hijo de cuatro años comiese «comida de verdad». Ella está yendo en contra de la naturaleza de esos niños que consiste en consumir pequeñas cantidades de comida ecológica y zumos, pero más veces al día. Los especialistas en nutrición dicen que comer más veces al día es una manera sana de mantener equilibrado el nivel de azúcar en la sangre y que evita «atracones».
Muchos patrones de alimentación comentados por los padres de Niños de Cristal muestran que ellos realmente están en contacto con sus cuerpos. De modo que si los padres logran confiar en las preferencias alimenticias naturales de sus niños que suelen equilibrarse perfectamente con sus necesidades nutricionales, las luchas a la hora de comer ya no tendrán lugar. Si nos atenemos a los relatos que yo he escuchado, parece que se puede confiar plenamente en la predilección que sienten muchos de los Niños de Cristal por determinadas comidas. Por ejemplo: muchos Niños de Cristal son vegetarianos por decisión propia. Jacob de siete años, por ejemplo, se niega a comer carne, a pesar de que su madre no es vegetariana e intenta que la coma.

La principal razón de por qué los Niños de Cristal no quieren comer carne, pescado o aves tiene que ver con la empatía que sienten por los animales. Un niño de dos años dijo: «Comer pescado es malo porque los peces mueren cuando se les saca del agua». Shailyn de cuatro años y Maia de tres son vegetarianas por decisión propia porque dicen que no está bien matar a los animales para luego comérselos. Mei de dos años dice «Qué asco, pollo muerto» o «qué asco, vaca muerta» cada vez que ve aves o carne.
Los padres que se preocupan por cubrir las necesidades nutricionales de sus niños, estarán encantados de saber que la Asociación Americana de Alimentación ha declarado que ser vegetariano es sano y que es una manera de comer equilibradamente. Verduras, cereales, productos de soja, frutos secos y legumbres son suficientes para un cuerpo sano de un jovencito. La mayoría de los dietistas, especialistas en nutrición y médicos también confirman que ser vegetariano es sano. Después de todo, los productos procedentes de animales se asocian a problemas cardiacos, niveles elevados de colesterol, obesidad, osteoporosis y otros problemas de salud.
Los padres de Corbin, de tres años, reciben constantemente cumplidos referentes a la calma y tranquilidad de su hijo de tres años. Ellos atribuyen el temperamento tan relajado de Corbin en parte a su dieta que consiste en comida orgánica y la total ausencia de azúcar refinado.

Muchos padres me han dicho que sus hijos preferirían beber su comida en vez de masticarla. Por ejemplo: Kelly, la madre de cinco niños (tres de ellos son jóvenes Niños de Cristal) dice: «Mis hijos son veganos y consumen muy poco azúcar. Tienen una dieta bastante líquida. Muestran una aversión natural respecto a la carne y las comidas pesadas y piden continuamente agua». William de tres años prefiere beber zumos en lugar de comer comida sólida. Los padres que se preocupan por la dieta de sus hijos pueden preparar bebidas basadas en polvos de proteínas de soja o arroz añadiendo vitaminas y minerales (los hay en la mayoría de las tiendas que tienen una sección de comida biológica, o se puede pedir vía internet).
En esta misma línea van los comentarios de unas cuantas madres que dicen que sus Niños de Cristal quieren seguir mamando más allá del primer año. La mayoría de los padres confirma que eliminar el azúcar de la dieta ha ayudado a que sus hijos estén de mejor humor y que su nivel de energía sea estable. Una madre nos cuenta que si su hija de cinco años come cualquier cosa que contenga chocolate se vuelve insoportable y prácticamente incontrolable.

Patrones de sueño

En mi encuesta he pedido a los padres que describan cualquier problema o reto con el que se hayan encontrado. La respuesta más frecuente hace referencia a los patrones de sueño. Estos niños disponen de un nivel energético muy alto y no quieren perderse nada a causa del sueño. También puede ser que estén reflejando un estado superior de evolución, es decir, que tal vez los humanos necesitaremos menos horas de descanso. Independientemente de la razón, algo está ocurriendo en este ámbito.
Los Niños de Cristal son tan sensibles que cualquier cosa que les estimule puede acabar en un problema de insomnio. El patrón de sueño de Bryn, de trece meses, es el único problema que ha tenido que vencer su madre: «Desde que ha nacido -comenta su madre-, siempre está muy alerta. Bryn vive todo lo que su de en su entorno con gran intensidad. Esto, a veces, provoca un exceso de estimulación y luego le cuesta tranquilizarse para poder dormir».
Dormir o no dormir una siesta parece una decisión muy individual. Los padres de Erin se dieron cuenta deque si su hija dormía la siesta, luego estaba despierta toda la noche. Desde que han eliminado la siesta, Erin duerme perfectamente toda la noche y a la mañana siguiente parece más contenta. Su madre dice: «Ahora aprovechamos las tardes para jugar, para hacer trabajos manuales o para ver un video favorito».
Otros padres dicen que la hora de la siesta es esencial. Si Victoria de tres años no duerme su siestecita, le cuesta días enteros recuperarse y sentirse bien y sincronizada.

Los educadores querrán confeccionar un programa de sueño individual estando de acuerdo con las necesidades y el ritmo de cada niño. Con respecto a otros problemas relacionados con el sueño, los padres se han inventado soluciones bastante creativas:

* Colin, de cuatro años, está físicamente muy conectado con su madre. Ella dice: «Cuando era un bebé y hasta hace aproximadamente un año, se despertaba llorando justo cuando yo había tenido una pesadilla. De modo que comencé una rutina diaria de visualizar el cordón que nos une como una cadena de la cual eliminaba un eslabón (no me parecía adecuado cortar el cordón que nos une)». De esta manera se terminaron los problemas nocturnos.

* Otra madre que lo había intentado todo para que su hija se acostase por la noche también cortó el cordón y dice que hubo una mejoría inmediata. Ella cuenta: «Cuando tengo la sensación de que los viejos "tics" vuelen a la hora de dormir, limpio mis chakras y todo vuelve a la normalidad. Todo esto fue un descubrimiento sorprendente para nosotros». (Nota: Para cortar los «cordones umbilicales del miedo» que pueden causar problemas, simplemente mantenga la intención y pida a los ángeles que los alejen de usted. No hace falta nada más. No obstante, si quiere conocer más detalles sobre las técnicas de cortar cordones, consulte mi libro Chakra Clearing, publicado por Hay House.)

* Robin Rowney es la madre de dos varones gemelos que no conseguían dormir de un solo tirón por la noche cuando aún eran bebés. Una noche, agotada por otra noche sin dormir, Robin rezó desesperadamente pidiendo ayuda. Al cabo de un rato escuchó un sonido procedente del moisés de su hijo Zack. Pensó que se estaba despertando nuevamente para mamar de modo que se quedó quieta escuchando a ver si la reclamaba. Miró hacia el moisés y vio una luz que brillaba cada vez más y que estaba agachándose sobre la cunita. En ese mismo instante Robin escuchó que Zack empezó a reírse. Se movió hacia delante para asegurarse de lo que estaba viendo y las risas se hicieron tan fuertes que ella temía que iban a despertar al hermano.
Robin dice: «La luz me parecía una bruma amarilla-dorada. No tenía una forma definida, pero mi corazón y mi alma supieron que se trataba de uno de los ángeles de Zack. Pronto se extendió una sensación de paz y serenidad». Después de este incidente Robin y su hijo durmieron profundamente.

* Durante un tiempo, Shailyn se negaba a irse a la cama de modo que su madre comenzó a darle tratamientos de energía Reiki mientras la metía en la cama diciendo: «Ahora te estoy metiendo entre las sabanas junto a una bella luz dorada y los ángeles están aquí para protegerte y quedarse contigo». Ahora Shailyn va a la cama sin ningún problema.

* La madre de Crystal descubrió que si su hijo comía azúcar poco antes de acostarse no quería irse a dormir. De modo que se eliminó el azúcar a esta hora de la noche y se eliminaron también los problemas de dormir.

* Haley sufría mucho con sus pesadillas de brujas e imágenes oscuras, pero su madre enseñó a la pequeña cómo limpiar su espacio. Haley dice ahora a cualquier espíritu malvado: ((¡Si no eres de Dios, debes marcharte!». Haley también visualiza una burbuja de luz blanca que envuelve a toda la casa además de protegerla con una bóveda dorada. Esto ha aliviado sus pesadillas y ha reconfortado a la joven Haley.

* Kathy DiMeglio utilizaba un programa combinado para ayudar a dormir a su hija Jazmyn. Kathy dice que los problemas de dormir que tenía Jazmyn se debían en parte a su miedo de que alguien la hiciese daño durante la noche y a la ansiedad que le producía el hecho de estar separada de sus padres. Así que Kathy empezó a poner por la noche la cinta de Chahra Clearing (muchos padres piensan que es tranquilizante además de limpiar rápidamente la energía de cualquier habitación). También comenzó a rezar con su hija a la hora de acostarse y le hablaba de los arcángeles. Después Kathy llevó a Jazmyn a una tienda para que eligiera un peluche para llevarse a dormir. Luego Kathy cortó los «cordones de miedo» que la conectaban con su hija. Jazmyn duerme ahora estupendamente y sus padres ya no tienen que preocuparse.

Ir al baño


En la encuesta no se definió un patrón claro sobre cómo los Niños de Cristal aprenden a ir al baño. Algunos Padres dicen que todo fue muy fácil y que sus hijos prácticamente aprendieron por sí solos. Otros padres, sin embargo, aun están luchando.
La madre de Abbie cuenta que su hija se toma su tiempo para casi todo. Ella dice: «Abbie empezó a hablar muy tarde, comenzó a andar pasado su primer cumpleaños y se negó a utilizar el servicio hasta que tenía más de tres años».
Otra madre me contó que conseguir que su hijo fuese al baño era todo un desafío, ya que él quería hacerlo todo por sí mismo y nos cuenta: «Es extremadamente terco de modo que la enseñanza de ir al baño se está convirtiendo en una lucha. Él es muy consciente y sabe que sabe hacerlo; sencillamente elige su propia manera de hacerlo y su propio momento».

Los padres dicen que las explicaciones claras que dieron a sus Niños de Cristal ayudaron a éstos a comprender la necesidad de aprender a utilizar el servicio y por qué eso es importante. Algunos Niños de Cristal se niegan a obedecer hasta que comprenden el por qué.

¿Caprichosos o muy organizados?

¿Es posible que los Niños de Cristal sean artistas natos de feng shui que saben que el desorden crea una desarmonía energética? ¿O, resulta que simplemente tienen una tendencia perfeccionista neurótica? También aquí yo optaría por la respuesta que señala un progreso espiritual. No obstante, cuando uno convive con un Niño de Cristal que insiste en que todo debe ser de una manera determinada también puedo comprender que a usted, en momentos de frustración, le parezca más certera la última opción.
He recibido docenas de relatos con respecto a las habilidades organizativas de los Niños de Cristal y hasta qué punto son especiales cuando se trata de sus habitaciones, sus pertenencias y su vestimenta. Por ejemplo: Hannah de siete años es muy sensible en lo que se refiere a la comodidad de su vestimenta. Sus calcetines y zapatos tienen que estar perfectamente alineados y sus vestidos tienen que ser suaves o no se los pone. Siendo auténticos niños de la naturaleza, los Niños de Cristal prefieren estar desnudos a estar vestidos.
A los Niños de Cristal les encanta que sus dormitorios estén bien cuidados y ordenados y a algunos no les importa en absoluto hacer el trabajo ellos mismos. Victoria de tres años mantiene su habitación muy limpia, algo que no es ninguna tontería teniendo en cuenta la cantidad de juguetes, ropa, libros y peluches que posee.

Los Cristales también disfrutan ordenando sus juguetes a la hora de jugar. Por ejemplo a Taylor de tres años le encanta colocar todos sus bloques y juguetes en forma de cruces, aviones o letras alfabéticas. En una ocasión colocó todos sus juguetes en una línea continua por toda la casa. Cuando terminó de hacerlo exclamó: «¡Qué precioso!».
A Mei de dos años le encanta colocar las cosas según categorías y junta en un grupo a todas sus muñecas de bebé y en otro a todas sus muñecas-mamá. Le gusta colocar sus modelos de dinosaurios en una larga línea, empezando por los más pequeños y continuando con los más grandes.
A veces, la tendencia de los Niños de Cristal de tenerlo todo ordenado raya el perfeccionismo. William de tres años, por ejemplo, no utilizará ninguna tiza que esté rota. Tampoco comerá una comida que esté mezclada con salsa. Jacobo de siete años insiste en que sus bloques de construcción deben estar colocados en un orden determinado.

Pero, estamos en lo mismo: todo depende desde qué ángulo se miran las cosas. Se podría hablar de perfeccionismo -que tiene un tono peyorativo- pero yo prefiero la expresión «extraordinaria creatividad» que utiliza Wendy Eidman hablando de su hija Emily de tres años:

La capacidad de prestar atención de Emily es algo que me pasma y no he visto nada similar hasta ahora.
Ella se pone a colorear o jugar y no permite que se la moleste hasta que ha terminado. Esto es una ventaja para mí cuando, por ejemplo, se trata de recoger las piñas del jardín. Tenemos un gigantesco pino en el jardín y cada otoño caen cientos de piñas al suelo. Cuando las recogemos, Emily es mucho más constante que cualquiera de la familia. Mi hijo se aburre a los diez minutos, pero Emily puede estar allí incluso una hora más tarde y no termina hasta que se hayan recogido todas las piñas.
Le molesta dejar un trabajo a medias. Un día, después de haber limpiado el jardín, Emily se fue al columpio para jugar y a cada rato veía una piña olvidada que se había escapado de nuestra atención. Cuando divisaba alguna se bajaba del columpio, o dejaba de jugar al baloncesto y recogía la piña y la depositaba en la cesta. Emily es la constancia personificada. Le gusta saber qué esperar; le encanta tener las cosas en su sitio y la rutina.

Emily se puede enfadar mucho, por ejemplo, si su hermano decide sentarse en su silla a la hora de cenar y cosas así. Cada noche tenemos la misma conversación cuando estamos sentados a la mesa. Preguntamos a cada uno qué tal le ha ido el día. Mi marido Kirk suele responder diciendo: «He tenido un día de mucho trabajo» pero una noche se le ocurrió decir: «He tenido un día muy agitado». Emily le dijo enfadada: «¡No, papá! ¡Has tenido un día de mucho trabajo!».

A los Niños de Cristal les encanta la estabilidad. En un mundo en el que todo parece tan inestable ¿quién es capaz de negarles sus ganas de estabilidad y seguridad? ¡A mí me parece maravillosamente sano!

Tomándose su tiempo

En el nuevo mundo, nuestras vidas no serán gobernadas por los relojes y calendarios. Funcionaremos según el tiempo interior para dirigir nuestras acciones. Gracias a la sincronicidad y no a la cita, llegaremos a la hora exacta al lugar exacto.

Los Niños de Cristal ya se rigen por su reloj interior en lugar de ser manejados por mecanismos externos

Pues bien, los Niños de Cristal ya se rigen por su reloj interior en lugar de ser manejados por mecanismos externos. Esto puede resultar muy frustrante para padres que tienen que atenerse a un horario. Una cosa está clara: los padres de los Niños de Cristal tienen que ejercitar la paciencia, una de las lecciones que estos niños vienen a enseñar a los adultos.
Jennifer dice que Jacob, su hijo de siete años, toma su tiempo y no se da prisa por nada ni nadie. Jennifer comenta que no es que Jacob sea mentalmente lento, sino que hace las cosas de modo deliberadamente lento porque quiere que se hagan de una manera determinada. Él funciona según su propio horario y no según él de los demás.
Abbie de tres años es igual. Su madre dice: «Ella hace las cosas según "tiempo Abbie" y no necesariamente cuando su maestra de preescolar quiere que las haga. Odia los horarios y prefiere ser un espíritu libre. No tengo muy claro cómo funcionará todo esto cuando comience el colegio».

Crystal, la madre de Zoey de tres años dice: «Creo que uno tiene que tener mucha paciencia con los Niños de Cristal, ya que son almas viejas que toman su tiempo para verlo todo, inspeccionándolo, para luego darte una respuesta según lo que sienten. Zoey se queda sentada hasta que sabe cómo atar sus zapatos, cómo abotonar el vestido, cepillar su pelo y cosas así. Intento mantener la paciencia pues comprendo su necesidad de hacer las cosas a su tiempo. Ella nunca tiene prisa y tampoco le gusta que le den prisa».
Los Niños de Cristal saben que es mucho más sano mantenerse en el centro de uno, en lugar de 'atacarse' por el miedo de llegar tarde. Ellos ya saben que el tiempo no es real, que puede ser doblado y enrollado de tal manera que uno siempre llega a tiempo incluso cuando las apariencias sugieren otra cosa.

Una profunda unión y la necesidad de atención

Los Niños de Cristal sienten una unión muy especial con uno de sus padres o con los dos o con los abuelos, sea quien sea quien les entienda a un nivel profundo. Una vez que se haya formado esta unión, a los Niños de Cristal no les gusta estar lejos de esa persona. Los Cristales dependen de los adultos para su consuelo, la comprensión y los mimos. Estos niños pueden desarrollar fácilmente el síndrome de ansiedad de separación pues temen que otras personas no les entenderán. También pueden temer que otros niños o adultos sean malvados y los sensibles Niños de Cristal intentan evitar el dolor no apartándose de los adultos fiables.
Timothy dice que su hija Julia, de seis meses, siempre quiere estar en brazos y dice: «No la podemos soltar ni un minuto».
Pam dice que su hija Hannah de cuatro años «ya nació con un tremendo problema de abandono. No quiere estar alejada ni un minuto, especialmente cuando se trata de mí».
Algunos padres entienden la base metafísica de ese apego aparente. Es en este sentido, por ejemplo, que Carri Lineberry dice que Maia, su hija de tres años, siente un especial apego con respecto a ella y afirma: «Siento que mi relación con ella es muy importante. Pienso que soy su fuerza de "anclaje" o algo así».


CAPITULO DOCE
CONSEJOS DE PADRES, EDUCADORES Y DE LOS MISMOS NIÑOS DE CRISTAL



Siendo padre, abuelo o educador de un Niño de Cristal, usted tiene una misión sagrada y vital: ha firmado un contrato a nivel espiritual para guiar a estas almas a través de un delicado acto de equilibrio que exige por una parte que mantengan su elevada frecuencia espiritual junto con los sorprendentes dones de telepatía y sensibilidad... y por otra parte que aprendan a asimilar la forma de vida terrestre. Su cometido no es fácil, pero por suerte tiene mucha ayuda por parte de los ángeles terrestres y celestiales.
Las personas que he entrevistado para este libro están encantadas de compartir sus consejos para intentar encontrar soluciones basadas en sus experiencias personales.

Ángeles y oraciones: Cynthia Berkeley dice que ha encontrado muy efectivo pedir mentalmente al ángel de la guarda de sus hijos que les ayudase a calmarse y tranquilizarse cuando éstos se volvían demasiado irritables, sobre todo cuando estaban en el coche y ella conduciendo.

Comprender que su punto fuerte es lo visual: Los individuos en los que predomina el hemisferio derecho son personas que tienen una memoria visual en lugar de una memoria basada en el lenguaje. Por ejemplo, estas personas memorizan el aspecto visual al deletrear en lugar de fijarse cómo suenan fonéticamente las letras. Catherine Poulton dice que le ayuda recordar que su hijo Kylan de cinco años procesa la información de manera diferente. Cuando Kylan tenía dos años se esforzó por recordar el abecedario, pero un día estaba ojeando una revista, se paró y señaló una imagen diciendo correctamente: «Este es George Washington». Fue entonces cuando Catherine se percató de hasta qué punto Kylan procesaba todo visualmente.

Explicar y no forzar: Obligar a un Niño de Cristal sólo conduce a una guerra de poder. Pam Caldwell dice que su hija Hannah de cuatro años es encantadora y de fácil convivencia... excepto cuando uno la obliga a hacer algo que no quiere hacer. «Sin embargo, una vez que se le explica la lógica que hay detrás de lo solicitado, Hannah suele obedecer o, incluso, aportar una solución mejor.» Pam comenta que se ha dado cuenta de que lo mejor es hablar con Hannah como si fuera una adulta utilizando un lenguaje apropiado para su edad.
Penny, madre de un Niño de Cristal, está de acuerdo: «Hay que permitirles que sean diferentes y no se debe intentar encajarlos en un molde "normal". No les obligues a hablar, ya que es posible comunicarse con los hijos de manera instintiva. Hablarán cuando estén preparados para hacerlo, cuando ellos vean la necesidad de hablar verbalmente. Esto suele ocurrir normalmente cuando comienzan a interactuar con otras personas que obviamente no entienden su manera tan especial de comunicación».

Padres permisivos: Varios padres que entrevisté afirmaron que ser «padres permisivos» era una manera particularmente útil de criar a los hijos en el caso de los Niños de Cristal. Ser «padres permisivos» es una filosofía que recomienda a los padres unirse física y emocionalmente con sus hijos, siendo sensibles y dando respuestas a las necesidades de los niños, es decir, atender inmediatamente al niño cuando llora, darle el pecho, llevar al niño sobre la espalda o delante del pecho, dormir con él y procurarle un hogar tranquilo. Hay muchos libros y páginas Web que hablan de este tipo de educación.

Utilizar a los animales domésticos en casos de pataleo: He aquí una idea muy inteligente de Misty: «Cuando mi hija Leah de dos años tiene una pataleta simplemente digo: "¡Los gatos te están observando!" Esto le calma inmediatamente.» ¡Leah no quiere perder el respeto de los felinos!

Vivir y dejar vivir: Melissa, madre de Liam de siete años dice: «Yo no soy nada severa. No soy una esclavista. Permito a mi hijo ser quien es. Liam sabe instintivamente qué tareas hay que realizar y las hace. No hay discusiones ni gritos. Soy honesta y directa con él y él me devuelve ese favor. Somos una familia feliz, despreocupada y amorosa. Funcionamos bien dentro de nuestras disfunciones».
Sue, otra madre, confirma: «Estos niños necesitan libertad para correr y ser. Cuando vuelven del colegio y están enfadados es porque están hartos de estar encerrados todo el día; necesitan la libertad para dar rienda suelta sus sentimientos».

Cuidarse uno mismo: Kathy dice: «Los padres de los Niños de Cristal deben observar una rutina propia de yoga o meditación y tener momentos de reflexión tranquila para darse cuenta de su propia guía divina. ¡Lleve un diario! Escriba cartas a sus Niños de Cristal y no sólo serán un regalo maravilloso para ellos cuando sean mayores sino que les ayudará a recordar todos los incidentes milagrosos que han ido ocurriendo a lo largo de los años».

Hablar con ellos pero nunca desde la superioridad: Crystal dice que su hija Zoey de tres años se altera si tiene la sensación de que alguien la trata con arrogancia y habla con ella altivamente. Es importante recordar que cuando se habla con los Niños de Cristal se debe mantener el mismo respeto como cuando se habla con un amigo muy querido.

Entonar y cantar: Sue, la madre de dos Niños de Cristal dice que ella y su marido Darren cantan todas las noches cuando sus niños se van a dormir. Ahora, los niños lo piden diciendo: «¿Mamá podrías cantar esa canción de oohhh para mí?».

Educar: Los padres que pueden permitirse que sus hijos acudan a un colegio privado o a una escuela Waldorf hablan maravillas del nivel de felicidad y del potencial de aprendizaje de sus Niños de Cristal.
Una madre de un Niño de Cristal de cuatro años dice que su hijo va a un parvulario Waldorf y que ha notado cambios muy positivos en su autoestima, su sentido del orden social y su imaginación.
Si los horarios o la economía no permiten estas opciones, Michelle es un buen ejemplo de cómo utilizar una vía alternativa. Ella dice que Robert, su hijo de seis años está muy adelantado comparado con la mayoría de sus compañeros de clase. «Es muy inteligente e inquisitivo de modo que seguimos las clases en casa a parte de atender sus tareas escolares.» Michelle dice que Robert adora cualquier cosa creativa y que le encanta todo aquello que tenga un horario y una estructura. Varios padres han comentado que cuando ayudan a sus hijos con las tareas escolares los resultados son inmediatos.

Meditación: Catherine la madre de Kylan de cinco años dice: «A mi hijo le encanta meditar y rezar».

Ejercicios orientales: Tai Chi, Ki Gong, yoga y karate son maravillosas válvulas de escape para tanta energía juvenil y además son herramientas estupendas para que los Niños de Cristal aprendan a trabajar con su propia energía y con la de los demás. A Kylan, el hijo de Catherine, le encantan las clases de karate. «Este entrenamiento le enseña a utilizar su propio poder de manera efectiva, -explica la madre-. Tiene un maravilloso profesor y no realizan los ejercicios de forma competitiva. Además, el karate le enseña a Kylan cómo crear un campo de fuerza alrededor de su propio cuerpo para que pueda seguir sintiendo empatía sin absorber la negatividad de otras personas (él es extraordinariamente sensitivo). El karate le enseña además estupendos ejercicios de limpieza y enraizamiento energéticos.»

Preste atención y diga la verdad: Denise, madre de Alice de cinco años dice: «Preste siempre atención. A estos niños no les gusta nada ser ignorados. No tergiverse nunca la verdad ni les mienta; reconocen una mentira ipso facto y se alteran si le pillan en una. No rompa nunca una promesa; que usted cumpla su palabra es muy importante para ellos».

Paciencia: Andrea, madre de Abbie de tres años aconseja a los padres tener paciencia con sus Niños• de Cristal: «No son como otros niños y probablemente tienen mucho más que ofrecer si se les da la oportunidad, es decir, cuando no están medicados para 'encajar' en un sistema que la sociedad considera adecuado para el comportamiento infantil».

Estabilidad: Muchos padres dicen que sus Cristales funcionan mejor con una rutina estable de comidas y de sueño. Los estudios muestran que los niños se sienten
más seguros cuando saben qué esperar. Mary, la madre de un niño de cinco años dice: «Hacer que mis hijos se vayan cada noche a la misma hora a la cama con mucho cariño y afecto, tiene unos efectos muy positivos».

Aprender de ellos: Cynthia, madre de dos Niños de Cristal nos recuerda que los Cristales son nuestros maestros: «Nosotros podemos enseñar a esos niños cómo se debe funcionar en la realidad tridimensional y cómo hay que comportarse aquí, pero en realidad son ellos los que están aquí para enseñarnos a nosotros lo que hay más allá de eso. Si no se funciona desde el corazón, estos niños lo notan. Si uno espera que los niños sean desobedientes ¿qué pasará? Lo serán. Vigile su propia integridad y sus expectativas. Ellos pueden leerle como si fuese un libro abierto y saben jugar con eso».

Visualizaciones: Dado que los Niños de Cristal son muy visuales, se les puede ayudar a manejar su humor y a manifestar sus intenciones utilizando ejercicios de visualización. He aquí un precioso ejemplo que utiliza Rosie Ismail, maestra de una escuela primaria de Inglaterra:

A lo largo de los últimos cuatro años he trabajado con colores y sanaciones, usando visualizaciones en mi vida privada. Cuando me di cuenta de lo efectivo que es el color rosa, comencé a introducirlo en mi clase y observé los resultados tan maravillosos y eficaces que se produjeron en los niños. El color rosa es sanador y amoroso, crea paz y armonía para uno mismo y luego se proyecta a los demás.
Yo llamo esta simple técnica de visualización «La luz mágica del color rosa». Pido a los niños que cierren sus ojos y que respiren conmigo cinco o seis veces profundamente dejando que se disuelva la respiración en la fase de exhalación. Acto seguido, les pido que visualicen una luz mágica de color rosa que gira y gira desde sus pies alrededor de sus cuerpos. También les digo que no importa si no ven la luz rosa, pero que resulta muy poderoso sólo pensar en ella. Les digo que se imaginen que esta luz rosa es mágica y que visualicen cómo les envuelve, como una cálida manta. Les digo que expresen un deseo estando envueltos en esa mágica luz rosa y que la inhalen y luego finalizamos con dos respiraciones muy profundas. Después pido a los niños que abran los ojos, estiren sus brazos y que digan: «¡Esto me sentó bien!» Creo que después de esta visualización, los niños están más tranquilos, más contentos y más amorosos.

Asistencia energética: ¡Esos niños tan sensitivos necesitan nuestra ayuda! Son como esponjas que absorben la energía de otra gente (incluyendo la de los padres bienintencionados). David Morelli es un médium profesional que da clases de espiritualidad a estos niños en el Psychic Horizon Center de Boulder, (Colorado). El trabaja como maestro en una escuela Montesori. David dice:

Un método que enseño a los niños en mi clase es que se imaginen una burbuja de energía entre las dos manos depositando en ella toda la energía negativa y luego dar una palmada para romper la burbuja. Pueden colocar la energía de cualquiera -de sus padres, maestros o amigos- en la burbuja y luego hacer que explote. Les pido que se imaginen una energía dorada y llena de felicidad encima de sus cabezas llenando todo su cuerpo. Esto les devuelve una nueva energía reemplazando las otras.

Los padres de los Niños de Cristal deben observar su propia rutina de yoga o meditación
y tener momentos de reflexión tranquila para darse cuenta de su propia guía divina.

Simplemente amarles: Gloria, la madre de dos Niños de Cristal coloca la educación en perspectiva cuando dice:

He aprendido que el amor es lo más importante de todo. Es importante ser paciente y cálida. Hay que recordar que no hemos venido a esta Tierra para dominar las matemáticas. Sonreír y reír con los hijos son los mejores sentimientos posibles. ¡Practíquelo! Cuando se derrama la leche sobre el suelo haga muecas divertidas. Cuando afuera llueve, baile con sus hijos bajo la lluvia. ¡Ámeles, ámeles, ámeles!

Por boca de los Niños de Cristal

Varios Niños de Cristal han ofrecido palabras de sabiduría para los adultos:
Audrey, de cinco años: «Me encantaría que este libro ayudase a que la gente nos entienda».

La madre de Crystal de cinco años le preguntó qué quería transmitir a la gente. Ella dijo: «Amor. Amor, ayuda para la gente necesitada y amabilidad».
Robert de seis años: «Todo lo que puedo decir es que deseo que todos los Seres del universo (si hay vida en otros planetas) tengan una buena vida, un buen corazón y comida buena. Que los adultos ayuden a los Niños de Cristal y los protejan, que jueguen y lean con ellos».

Cuando su madre preguntó a Colin de cuatro años qué es lo que quería transmitir a la gente, éste dijo:
«Quiero decirles que Dios y los ángeles están siempre con ellos, incluso cuando están asustados».

Haley de tres años:
«Antes de acostarme, cuando digo mis oraciones, pido a mis ángeles que me envíen sueños llenos de luz».

Hannah de siete años:
«El receptáculo lleno de oro al final del arco iris desaparece, de modo que hay que estar contento con lo que se tiene».

Jacob de siete años:
«En el futuro, todo el mundo tiene que saber que uno vuelve después de la muerte».

Kylan de cinco años:
«Me gustaría decir que este planeta contiene amor y alegría y un corazón. La gente puede ayudarse levantando pancartas sobre sus paredes que digan: ¡SÉ FELIZ!».

23/10/07

LOS NIÑOS CRISTAL - PART.3



CAPÍTULO CINCO
SANADORES NATOS


Los Niños de Cristal tienen tanto amor en sus corazones que su mera presencia tiene un efecto sanador, pero además de eso tienen sorprendentes capacidades innatas en ese ámbito. Incluso Niños de Cristal muy jóvenes parecen saber cómo dirigir la energía a través de sus manos, sus pensamientos e incluso cuarzos para lograr una profunda sanación. Las historias que vienen a continuación hablan por sí solas, ofreciéndonos una breve ojeada a un futuro caracterizado por una sanación natural y espiritual.

Sanadores infantiles

Las habilidades sanadoras de la hija de Andrea ya eran evidentes durante su infancia. Un día, Andrea tuvo que guardar cama por sentirse enferma y su marido trajo a su hija de siete meses al dormitorio. Andrea cuenta que su hija se quedaba sentada encima de la cama, cerca de ella,
la miró fijamente y puso las dos manos sobre su estómago. «Así se quedó unos diez minutos y mi marido se estaba poniendo un poco nervioso con todo esto. Cuando ella había terminado se volvió a "convertir" en un bebé "normal" y quiso jugar. Realmente me quedé abrumada.»

Enseñanzas de los ángeles

Cuando Haley tenía cinco años, comenzó a hablar a sus padres sobre los ángeles que estaba viendo y escuchando. Les contó que estaba trabajando sobre todo con el Arcángel de la Sanación Física, es decir, con el Arcángel Rafael. Haley dijo que el Ángel del Conocimiento y el Ángel del Amor también le estaban enseñando. Describió cómo los ángeles llevaban una máquina a su habitación que le enseñaba cómo sanar el cuerpo de las personas. También contó que veía sombras alrededor de gente enferma.
Haley tiene ahora seis años y cuando se encuentra con una persona enfadada abre una ventana, saca sus manos y sacude la energía negativa de la habitación. Carolyn, la madre de Haley dice:

Me encanta cuando Haley me pone las manos en los hombros, presionando suavemente pues recupero la calma rápidamente. Un día, cuando estábamos celebrando una ceremonia, Haley se levantó, cogió un cuenco tibetano y lo pasó por nuestras cabezas. Luego volvió y, utilizando sus manos, abrió nuestros chakras corona. Supo perfectamente lo que estaba haciendo. No había hecho nunca nada igual anteriormente, sin embargo, parecía tan apropiado, y lo hizo con tanta gentileza, tanto amor y compasión.

Un niño sana a su perro


Magda dice que ella y sus hijos estaban horrorizados cuando se enteraron de que su perro Gator padecía una enfermedad tan grave que podía costarle la vida. Mientras la hija de Magda estaba llorando, Austin, su hijo de seis años se fue tranquilamente a su baño y recogió la vara de energía que su abuela (una sanadora espiritual) le había regalado.
Austin agitó el cuarzo fijado al final de la vara encima del perro. Y, sorprendentemente, Gator se tumbó como si los dos estuvieran hablándose y se mostró dispuesto a que comenzara la sesión de sanación.
Austin trabajó con la vara de energía encima de Gator durante unos 30 minutos diciéndole que no iba a morir y que él le estaba ayudando. Cuando terminó, Austin dijo alegremente a su madre: «Mamá, Gator se pondrá bien. He utilizado mi vara de energía y ya está mejor».

Austin (cuya abuela le había iniciado como sanador de Reiki) continuaba con los tratamientos de Reiki con Gator y utilizó la vara de energía a lo largo de todo el mes. Magda dice: «Gator está ahora perfectamente sano. No hubo ningún efecto secundario y él y nuestra familia somos felices pues estamos todos juntos».

Se sana a si misma y a su madre

Teresa Zepeda dice: «¡Estoy segura de que mi hija Crystal, de seis años, es una sanadora!». Teresa dice que Crystal se ha sanado así misma instantáneamente más de una vez.
Cuando la familia se fue de acampada a la playa para celebrar el cuarto cumpleaños de Crystal, la pequeña comenzó a quejarse de un dolor de oídos. Teresa dijo a su hija que se sanase a sí misma pues de otra manera todos tendrían que marcharse de la playa para llevarla al médico. Esa perspectiva enojó a Crystal, de modo que su madre la llevó hasta la caravana para que se tumbase ahí y pusiese su mano sobre la oreja pidiendo a Dios y a Jesús que la sanasen. Diez minutos más tarde, Crystal salió de la caravana encontrándose estupendamente bien. ¡No hubo más dolor! ¡No hubo más dolor de oído! Teresa dice: «Crystal es una persona con una voluntad firme. Le apetecía tanto quedarse en la playa que hizo que ocurriera la sanación».
En otra ocasión a Teresa le dolía la espalda y pidió que Crystal impusiera sus manos sanadoras. Colocó las manos de su pequeña hija sobre su espalda, pero Crystal las retiró diciendo: «No hace falta que imponga manos para sanarte».

Teresa sigue contando: «El alivio fue inmediato, era como si el dolor jamás hubiera estado ahí. He padecido serios dolores de espalda desde que tuve varias hernias hace 14 años. Antes de la sanación que me hizo Crystal me tuve que quedar muchas veces en cama debido al dolor. Desde la sanación ya no he tenido que quedarme nunca más en la cama a causa del dolor y la espalda me molesta ahora sólo muy de vez en cuando».

La fe absoluta


Toda sanación tiene un componente de fe, y no importa si se trata de medicina tradicional o alternativa o una sanación espiritual. Hay estudios que demuestran que la fe del sanador y del paciente son variables importantes a la hora de determinar la eficacia del tratamiento. Los Niños de Cristal tienen una increíble fe en sus capacidades sanadoras y esto es, sin duda, una de las razones de su eficacia.

Los Niños de Cristal no sólo curan a los cuerpos físicos; también sanan los corazones de la gente

Victoria de tres años se llama a sí misma «Dra. Toria» y ya ha conseguido una considerable fama entre los amigos y miembros de la familia cuando se trata de aliviar dolores de cabeza o de espalda. Desde su infancia, Victoria siempre se ha dado rápidamente cuenta cuando alguien no se sentía bien o se había hecho daño queriendo dar besos o poner sus manos hasta que la persona estuviera mejor.
La abuela de Victoria dice: «Victoria cree que puede "echar las cosas malas" y durante su tratamiento hace como si cogiese el mal y lo tirara al aire. ¡Ella siempre se ha dado cuenta de los problemas de los demás y está convencida de poder ayudar!».

En un momento dado, Victoria y su abuela visitaron una residencia de enfermos y, claro está, Victoria quería sanar a todos los residentes. Su abuela recuerda que fue muy difícil convencer a su nieta de que no podía sanar todos los problemas de personas muy mayores y enfermas; o que una persona en una silla de ruedas podía estar en las manos de Dios. Victoria dijo muy solemnemente: «¡Pero abuela, yo hablo con Dios!». La abuela añade que Victoria tiene una asombrosa fe en sí misma y en su capacidad de cambiar al mundo y dice: «Es una maravilla verlo».

Los Niños de Cristal proporcionan alivio

Los Niños de Cristal no sólo curan a los cuerpos físicos, también sanan los corazones de la gente. Por ejemplo:

* Sanación emocional. Cuando murió el hermano de Lois O'Neill de cuatro años, 50 visitas estaban en su casa para dar el pésame a la familia. Mick el padre de Lois dice que en lugar de estar pendiente de su propio dolor, su pequeña hija estuvo acompañando todo el tiempo a los adultos apenados paseando con ellos por el jardín. Lois explicó a cada una de las personas que, en verdad, Jack, su hermano, no se había ido. Mick dice: «Lois iluminó el corazón de todos con sus explicaciones referentes al jardín y a los ángeles y hadas que viven ahí».

* Consuelo. Colin, de cuatro años, intuye cómo consolar a una persona necesitada. En un momento dado, Colin y sus padres visitaron a unos parientes cuando una de las mujeres se puso enferma. Colin, insistió en quedarse con ella en su dormitorio. Aunque ella durmió durante casi todo el tiempo, Colin no se movió de su lado. Cada vez que la mujer se despertaba, Colin le llevaba alguna bebida o avisaba a la familia si ella necesitaba algo. Era una auténtica fuente de energía sanadora y de ayuda.

* Compasión. Hay estudios que demuestran que los niños evitan con frecuencia el contacto con niños discapacitados. Esta nueva generación parece romper con esta actitud ya que muestra una compasión natural hacia personas con problemas físicos. Por ejemplo, Zoey de tres años, se hace amiga sobre todo de niños discapacitados. Una de las compañeras de juegos de Zoey nació con una discapacidad para andar y con una ligera torsión del cuerpo hacia un lado.
Crystal, la madre de Zoey, dice: «Esta pequeña ha progresado mucho desde que comenzó a ir al colegio junto con otros niños y a jugar regularmente con Zoey. Ha sido una experiencia muy grata saber que a los ojos de nuestros Niños de Cristal no existen ni barreras ni prejuicios».

* Consejos. Los Cristales parecen tener una habilidad especial para decir justo aquello que pueda inspirar, consolar o levantar el ánimo de la gente. Con su optimismo natural, ayudan a otros a ver el final del túnel, la luz que atraviesa los nubarrones de la vida.
Carter tienen sólo cinco años, pero ya está mostrando su habilidad para aconsejar a la gente. La madre de Carter recuerda el día en que su amiga Ingrid vino a visitarla. Ingrid es hipnoterapeuta y una artista con mucho talento, pero estaba muy baja de moral. El pequeño Carter se acercó a ella y dijo: «Ingrid, eres muy guapa y también eres una terapeuta con talento».
La madre de Carter recuerda: «Ingrid pensó que yo había alentado a Carter para decir eso. Pero le dije que eso no era así y que ni siquiera yo había oído a Carter utilizar la palabra terapeuta o hablar del concepto de tener talento. Lo que sí sé es que Carter tiene la habilidad de reconocer a la persona que necesita amor y dárselo».


Ofrecer ese amor es la misión colectiva de los Niños de Cristal. Nuestro trabajo como adultos consiste en nutrirles para que crezcan sin tener miedo a amar, de ayudarles a saber que hablar de emociones profundas no supone ningún problema. Debemos guiarles, sobre todo durante su adolescencia para que sigan siendo naturales y amorosos.

CAPÍTULO SEIS
NIÑOS MÁGICOS Y ESPIRITUALES



Incluso en hogares sin una orientación religiosa formal o espiritual, los Niños de Cristal hablan de temas esotéricos muy serios. A veces conocen a Dios, la oración, los ángeles, las ceremonias y cosas similares a través de sus padres. Pero muy a menudo poseen un conocimiento innato sobre la espiritualidad. Son pequeños filósofos, sumos sacerdotes y sacerdotisas. Claramente están sintonizados con lo divino. También están aportando el conocimiento de vidas pasadas.
Erin, de tres años, entró en el salón mientas sus padres estaban viendo la película Speed. La película estaba a punto de terminar y hubo una escena en la que un avión colisionó con un autobús causando una explosión tremenda y muy dramática. Erin pensó que eran las noticias y que la gente se había hecho daño de verdad, de modo que se giró hacia sus padres con cara de asombro, se puso de rodillas y exclamó: «¡Tenemos que rezar a Dios!» La madre de Erin dice: «Me impresionó mucho que una niña de tres años pudiera pasar con tanta facilidad de "oh, esto es horroroso" a "tenemos que pedir la ayuda divina para socorrer a esa gente"».
La reacción de Erin ante una tragedia -aunque no fuera «real»- llega al corazón. Esto es un indicador más hacia dónde nos estamos dirigiendo. Imagínese un mundo en el que todos, en respuesta a una crisis, recen en lugar de sentir miedo o preocupación.

Los Niños de Cristal tienen una notable vena filosófica, hablan con frecuencia de temas espirituales que en realidad pertenecen más al dominio de personas adultas. Melissa dice que su hijo Liam de siete años hace continuamente preguntas que un niño de su edad normalmente no plantearía. Por ejemplo: Liam pregunta con frecuencia qué es un 'cuerpo del alma', quién es Dios y plantea otras cuestiones similares. A veces, él mismo contesta sus preguntas. Puede que sus indagaciones provoquen una respuesta canalizada. Él dice por ejemplo: «Todos somos Dios».
Melissa siente gratitud por los ruegos espirituales de Liam y afirma: «Mientras Liam sigue siendo el alma que es, el mundo será un lugar mejor».

La energía de la luna


Los Niños de Cristal tienen una fuerte conexión con la energía terrestre, la energía de la naturaleza, de la luna y de las estrellas. Al igual que los viejos druidas, babilonios y egipcios, estos niños sienten fascinación por cielos estrellados y luna llenas.
Puede que su aguda sensibilidad haga que se den cuenta de las poderosas influencias sanadoras de la luna. Muchos de los Niños de Cristal pueden ver la luna y las estrellas por la noche mucho antes de que sean visibles para los ojos de los adultos.
De hecho, luna fue la primera palabra que pronunció una Niña de Cristal que se llama Isabella. Su padre Jaime explica: «Isabella adora a la luna y la llamó así cuando la vio por primera vez. ¡Esto sucedió incluso antes de que dijera "Mamá" o "Papá"! Yo le había sacado a fuera en una noche de cielo azul-tinta preciosa e Isabella se asombró, apuntó a la luna llena y dijo: "¡Oooooh, luna!" En aquella ocasión Isabella tenía sólo nueve meses».

Los Niños de Cristal tienen una fuerte conexión con la energía terrestre,
con la naturaleza y con la luna y las estrellas.

Los Niños de Cristal están realmente enamorados de la luna. Mientras otros niños juegan con sus juguetes, los Cristales se entretienen observando un cielo iluminado por la luna. Beth dice que a su hijo Taylor le encanta observar a las estrellas y a la luna. Puede estar horas sentado a oscuras en su dormitorio observando el cielo nocturno a través de su ventana.

El ciclo lunar también puede afectar a estos niños. Petra cuenta que su hija Julie de tres años, suele dormir tranquilamente y sin problema alguno durante toda la noche. Pero cuando hay luna llena, Julie está despierta durante una o dos horas cada noche.

Habilidades mágicas

Los Niños de Cristal no sólo tienen inclinaciones espirituales y habilidades sanadoras innatas, sino que también son alquimistas y magos divinos. ¡Retan a las leyes de la gravedad y mueven cosas con sus pensamientos! Muchos padres han compartido conmigo las hazañas mágicas de sus hijos. En algunos casos me han dado el permiso para relatar esas historias bajo una única condición: mantener el anonimato. Los padres temen repercusiones si el don de sus hijos es revelado públicamente. Siendo yo testigo de estas historias opino que son veraces. Contienen la emoción, el detalle y la autenticidad que las distingue de simples cuentos. Les ofreceré algunos ejemplos breves y los lectores decidirán.
En primer lugar quiero aclarar que la psicokinesis es la habilidad de mover cosas físicas con la mente o con emociones fuertes. Al igual que el poder de una persona puede interrumpir el suministro eléctrico de aparatos, relojes, baterías e incluso farolas de la calle. Tal como leerá a continuación, algunos Niños de Cristal realizan increíbles hazañas psicokinéticas.

Por ejemplo, en Francia vive un jovencito de siete años y que llamaré Adam ya que su madre y su abuelo me pidieron proteger su identidad. Adam habla de la vida que existe en otros planetas y comenta cosas de varias vidas pasadas dando detalles con respecto a la cultura, el trasfondo étnico y el idioma. La madre de Adam dice: «Cuando tenía tres años hizo que me sentara con él para contarme esto: "Tú sabes que no fuiste mi primera mamá. Yo te elegí a ti y a Papá para que fuéseis mis padres ahora y lo estáis haciendo muy bien"».
Adam ha mostrado con frecuencia habilidades psíquicas extraordinarias. Cuando tenía, por ejemplo, cuatro años contó a su madre: «Tu padre no se ha ido a trabajar esta mañana. Ha hecho mucho viento y en lugar de ir a trabajar prefirió dar un paseo». El abuelo de Adam vive en América y la diferencia de horario es de seis horas. Debido a que en América aún no era lunes y el abuelo de Adam no trabaja durante el fin de semana, Adam estaba viendo el futuro. Cuando la tarde siguiente, la madre de Adam llamó a su padre, no se sorprendió por lo que le dijo su padre ya que la visión de su hijo había sido real.
La madre de Adam dice que también ejerce un poder sobre cosas materiales:

Un día Adam me enseñó cómo encender y volver a encender una vela sin utilizar una cerilla. ¡Estábamos fuera y hacía viento!
Adam tiene poderes asombrosos de concentración y puede levantar una pelota de goma con sólo mirarla. Yo supe que lo había estado intentando durante algún tiempo y finalmente lo consiguió. Oí como la pelota rebotó en el suelo y subí a su habitación para ver lo que estaba haciendo. Lo había conseguido ya dos veces antes de que yo entrara en su habitación. Quiso enseñármelo y lo hizo; ¡yo no daba crédito a mis ojos! La pelota se elevó unos dos centímetros por encima del cubrecamas para luego caer con un gran rebote, al igual como si alguien la hubiera tirado ahí.

La madre de Adam me dijo que temía la opinión de la gente referente a las habilidades de su hijo, ya que vivían en una comunidad religiosa fundamentalista en Francia. Además se preocupa porque cree que Adam se hace vulnerable y se agota después de hacer levitar a cosas. Espero que sus miedos no se transfieran a Adam haciéndole abandonar su magia divina.
Otra mujer (que también pidió quedar en el anonimato) cuenta una historia similar sobre su hijo de cuatro años y de su hija de cuatro meses. Recuerda que su hija que entonces tenía sólo unas semanas, hizo que un juego de madera volara por los aires para caer a unos centímetros de distancia de su posición original. Esto ocurrió bajo la mirada de cuatro adultos y dos niños. La madre cree que su hija hizo uso de la psicokinesis porque estaba enfadada, ya que no se le había dado su comida de inmediato. También cuenta que su hijo era un bebé muy espabilado y que era capaz de manipular las cosas de su entorno. «Recuerdo perfectamente -nos cuenta esta madre- que en más de una ocasión, cuando aún era un bebé muy pequeño, apagaba el televisor cuando quería que se le prestase atención y nosotros no la complacíamos con la suficiente celeridad.»

Parecido a lo comentando más arriba, la hija de Tina de ocho semanas también es capaz de manejar aparatos electrónicos. Tina cuenta: «Me llevo a mi hija al trabajo y si está demasiado cerca de mi ordenador, éste se "congela". Una colega de mi oficina tuvo problemas con su monitor y también tuvimos problemas con la impresora. Al final coloqué racimos de cristales en todo mi equipo electrónico para dispersar las fuertes ondas de electricidad que emite mi hija».

Una visita del alma

Las almas amorosas de los Niños de Cristal también nos pueden visitar mágicamente durante nuestros sueños o nuestras meditaciones como si fueran ángeles-guías, entregándonos un mensaje divino. Laura Ainsworth estaba sentada en el suelo del dormitorio meditando con su hija Beth de cuatro años. Al principio Beth estaba sentada al lado de Laura. Pero después, aunque Laura seguía meditando, oyó cómo Beth salía sigilosamente de la habitación. Laura dice:

No sé cuánto tiempo llevaba yo meditando cuando oí la suave voz de Beth reclamándome: «Nana». Y luego un poco más fuerte: «Nana». Abrí los ojos y la miré fijamente y la vi sonriendo, envuelta en una manta al otro lado de la puerta del dormitorio. Dijo con una mirada penetrante y una honestidad tan cálida que envolvía el corazón: «Si me necesitas, estoy aquí».
Volví a mi meditación sólo para escuchar al cabo de unos segundos una profunda respiración. Era casi un ronquido. Beth estaba profundamente dormida en un dormitorio al otro lado del recibidor.
Si sus hijos no se comportan como pequeños magos o brujas no les descalifica pensando que no son Niños de Cristal. No todos esos niños trabajan con magia. No obstante ¿no le parece fantástico saber que algunos de ellos muestran talentos que seguramente duermen en el interior todos los humanos? Una vez más, los Niños de Cristal apuntan hacia las posibilidades de la humanidad... y preparan el camino para todos nosotros.

CAPÍTULO SIETE
CONECTADOS CON LA NATURALEZA, LOS ANÍMALES Y LAS ROCAS


Aunque pueda parecer que los Niños de Cristal vienen de otros planetas y reinos, lo cierto es que estos niños tan sumamente especiales conectan profundamente con la Tierra, la naturaleza y los animales. ¡Estos niños prefieren estar afuera, jugando entre árboles, flores, rocas y riachuelos!
Son bastantes los padres que nos han comentado que tienen serias dificultades para mantener a sus hijos Cristal dentro de casa. Otros padres comentan que una excursión a la naturaleza eleva instantáneamente el buen humor de sus Niños de Cristal cuando están apagados o tristes. Como pequeños sanfranciscos, estos niños muestran una actitud tan pura y sincera, que los animales confían en ellos. No cuesta mucho imaginarse que las flores, los pájaros y el sol se ponen a cantar de alegría, que son felices estando en compañía de esos maravillosos Niños de Cristal.

Los amigos de cuatro patas

Así como que la música calma a las bestias, los Niños de Cristal ejercen un efecto hipnótico sobre los animales. Tal como ya se dijo con anterioridad, pueden jugar rudamente con grandes perros y con gatos que tienen las uñas afiladas sin sufrir jamás daño alguno. Los animales sienten la inocencia de corazón de estos niños. Los Niños de Cristal y los animales se comunican a través de ondas de amor y se entienden perfectamente.
Con sus 15 meses, Leah ya ha forjado una profunda amistad con los animales que conviven en su familia. De hecho, Cynthia, la madre de Leah dice que el mejor amigo de Leah es Yoghi, su perro. Cynthia dice: «La primera vez que Leah se quedó de pie sola, fue después de haberse levantado del suelo agarrándose a Yoghi. Después Yoghi se alejó y ella sola se quedó de pie. Es asombroso, pues la mayoría de los animales toleran que ella les toque, les tire de los pelos o que juegue con ellos de forma brusca. ¡Es mágico! ¡Los animales la adoran!».
Abbie de tres años atrae a los animales de manera similar. Su madre Andrea nos cuenta: «Con frecuencia la encuentro sentada con nuestro perro o con los gatos sin decir ni una sola palabra, simplemente poniendo sus manos encima de ellos. Yo les observo durante varios minutos. Parece que ella tranquiliza a los animales».
Isabella de 18 meses ya ha nadado dos veces con delfines salvajes en Kona (Hawai). Philipa, su madre, dice que en ambas ocasiones, los delfines se sentían atraídos por Isabella. «Los delfines se fueron derechos hacia ella, se colocaron debajo de ella y lo repitieron una y otra vez.»

Tanto los animales salvajes como los animales domésticos se sienten atraídos por los Niños de Cristal. Es corno si sintieran el amor y la integridad de estos jovencitos tan especiales. Cuando Hannah Caldwell de 18 meses visitó con su madre Pam el parque zoológico, los animales se quedaron mirándola fijamente y no al revés.
Una madre gorila del parque tenía un bebé de la misma edad que Hannah. Pam cuenta: «La madre gorila y yo éramos ambas madres que daban el pecho a sus hijas y yo sentía una profunda unión con ella. La madre gorila vio a Hannah de inmediato y se acercó al cristal que les separaba. Hannah y la madre gorila se miraban fija y amorosamente a los ojos. Luego la madre gorila me miró a mí y puso suavemente su mano en el cristal, justo al lado de mi cara. Yo puse la palma de mi mano contra la suya. Hubo una conexión increíble; se sintió tan atraída por Hannah».
Después de algún tiempo, Hannah y Pam se despidieron de sus nuevos amigos y se dirigieron hacia la zona de los leones. Madre e hija miraron fijamente a través del muro de cristal a los leones que estaban desperdigados por un área muy grande. Pam recuerda:

De repente una leona elevó su mirada como si algo hubiera llamado su atención. Se levantó y se dirigió atentamente hacia algo que estaba al otro lado del muro cerca de mí. Atravesó toda aquella zona muy atenta e interesada. ¡Miré qué es lo que había atraído su interés y resultó ser mi hija! Ahí estaban, cara a cara, separadas sólo por el muro de cristal, sin embargo, estaban totalmente conectadas. ¡Se sintió tan atraída por Hannah! Era como si Hannah fuese la atracción del parque zoológico y no al revés. Ese espectáculo atrajo a un montón de gente y todo el mundo se preguntó qué es lo que era tan especial en esta niña para haber conseguido atraer la plena atención de esa bella leona.

Empatía con la naturaleza

Además de hacerse amigos de los animales, otra característica clave de los Niños de Cristal es la profunda empatía que sienten particularmente con la naturaleza. Los Niños de Cristal sienten las emociones y sensaciones de los animales, escarabajos y plantas. Prestan una voz a la naturaleza y nos recuerdan que todo y todos tienen sentimientos:

* Andrea dice que su hija Abbie de tres años no permite que nadie mate a un escarabajo, ni siquiera una gran araña que da miedo. «Dios los creó» dice Abbie a los adultos que quieren exterminar a los insectos. Con frecuencia pensamos que los escarabajos son amigos exclusivos de los chicos, pero las Niñas de Cristal no hacen ninguna discriminación entre sus amigos de la naturaleza. Les encantan los escarabajos tanto como cualquier otra criatura.

* Cuando los padres de Robert de seis años instalaron una piscina en el jardín de su casa, hubo que cortar dos árboles. Cuando Robert vio las sierras se fue corriendo hacia los árboles abrazándolos y grandes lágrimas corrieron por sus mejillas.

* Chad de siete años ha demostrado sentir una gran empatía con la naturaleza desde que era un chiquillo. En una ocasión, cuando se cayó una hoja de un árbol, Chad dijo a su madre: «¡Oh, esta pobre hoja se está cayendo al suelo; está perdiendo su familia!».

Los niños de Cristal nos enseñan la magia de la naturaleza
y hacen que tomemos conciencia de un hecho importante: todo está vivo.

* Liam de siete años recoge cariñosamente a los lagartos cuando entran en su casa y los devuelve al jardín. Mientras los lleva afuera les dice: «Tienes que ir al jardín para buscarte comida; sé que tienes hambre». La madre de Liam dice que el niño sabe lo que piensan y sienten los animales. Les anima a no tener miedo y ellos le hacen caso.

* En una ocasión alguien cortó una flor y se la ofreció a Crystal, una niña de dos años, pero ésta se enfadó mucho. Crystal se acercó al lugar donde aún se veía el tallo de la flor cortada e intentó pegarla a su tallo.
* Alice de cinco años siente un gran amor por las plantas y se enfada mucho cuando su madre las poda o cuando tira la hojarasca y las flores mustias.
* El pequeño Isaac de seis años mostró a su abuela un guijarro muy liso que sostenía en su mano.
Isaac explicó a su abuela que había recogido el guijarro de la calle porque no quería que lo atropellase un coche.
* Zoey de tres años, abraza a los árboles y besa a las hojas secas o arrancadas


Estar al aire Iibre

Dado que los Niños de Cristal tienen un corazón muy abierto y un ánimo alegre, no es de extrañar que prefieran pasar el tiempo al aire libre junto a los animales, plantas y al aire fresco. Los Cristales prefieren la belleza natural a la artificial.
Les encanta, por ejemplo, quitarse la ropa, hurgar en el lodo e inspeccionar colonias de hormigas. Los Niños de Cristal encuentran la belleza en los detalles de la naturaleza y se pueden quedar sentados como transfigurados durante largos periodos de tiempo mirando fijamente a las plantas que se mueven al son del viento.
Conchita dice que su hijo Nathan de 20 meses, es un verdadero amante de la naturaleza. «Tenemos que cerrar con llave a todas nuestras puertas para que no se escape Siempre que puede, le encanta quitarse la ropa cuando estamos en la naturaleza. Le gusta jugar en el agua mezclándola con tierra para luego comérselo.»
Puede que una de las razones por la cual los Niños de Cristal aman tanto a la naturaleza sea el hecho de que saben comunicarse con las plantas y los animales. Magda dice que su hija Taylor de cuatro años siempre habla con las flores. «Taylor habla con las flores que son bellas, -explica Magda-. También habla con pequeños escarabajos intentando reconfortarles.»

Los Niños de Cristal nos enseña la magia de la naturaleza y hacen que tomemos conciencia de que todo está vivo. Shawn y Keli Carpenter dicen que su hijo Corbin de tres años tiene una relación muy especial con los árboles. «Corbin nos cuenta lo que dicen, sienten y hacen los árboles,» explican los Carpenter. «También se da cuenta del espíritu que habita en toda vida y sabe comunicarse con los pájaros, peces, plantas, insectos y rocas aunque parece que su relación con los árboles es todavía más profunda.»
Un buen día, cuando Colin de cuatro años se fue de paseo con su madre, se paró, miró a un árbol y se apoyó en él. Colin suspiró y dijo: «Mami, siento el amor de este árbol; puedo sentir su corazón».

La naturaleza es una gran ayuda para mejorar el estado de ánimo de cualquiera incluyendo a los Niños de Cristal. Amanda dice que cuando su hija de 14 meses se pone llorona basta con sacarla a pasear. «Se vuelve pacífica y feliz en cuanto pasea por la hierba o coge un puñado de tierra.»
Estos niños tan especiales no necesitan juguetes elaborados para entretenerse. Sólo hay que sacarles al aire libre y se quedan prendados observando la hojarasca, una araña o los pájaros. Rihana de 12 meses se vuelve malhumorada cuando lleva demasiado tiempo dentro de casa. La madre de Rihana dice que a la pequeña le fascina tocar árboles, sentir la hierba o perseguir las hojas que vuelan.
Incluso los Niños de Cristal ya más mayores prefieren a la naturaleza en lugar de juguetes hechos por hombres.

Haley, de seis años, quiso ordenar su dormitorio y eliminar todos los juguetes que no utilizaba de modo que los vendió en un bazar de la vecindad. Haley y su hermana sacaron 190 € de esta venta. En lugar de comprar otros juguetes compraron un árbol de arce rojo para el jardín.
Mostrando todo este interés por la naturaleza, no es extraño que los Cristales desarrollen pronto una gran preocupación por el medio ambiente. Muchos de estos jóvenes son protectores de la Madre Tierra. Nicky de cinco años, por ejemplo, recuerda continuamente a su madre que no debe malgastar el agua. También es consciente de los efectos que ejerce la electricidad sobre el medio ambiente. Nicky siempre apaga las luces cuando sale de una habitación y no las vuelve a encender hasta que se pone el sol.

Cristales y rocas

Parece natural que los Niños de Cristal se sientan fascinados por cristales y rocas. Muestran una gran sensibilidad ante la energía de esa fuerza vital. Estos niños saben que el reino mineral está tan vivo como cualquier otro reino de Dios. Para un Niño de Cristal, una bella porción de rocas se merece tanto afecto y tanta atención como una persona o un animal. A los ojos de los Niños de Cristal todos son criaturas vivas de Dios.
Cuando Victoria de tres años, visitó con su padre y su abuela las playas del océano al Sur de California estaba en su elemento. Acercaba su oreja a las rocas del océano y habló y escuchó a cada una. Su abuela dice: «Atrajo a todo un grupo de personas, ya que quedaba tan claro que Victoria estaba manteniendo una conversación con aquellas rocas».

Desde hace mucho tiempo se utilizan cristales de cuarzo en ceremonias y en sanaciones para dirigir y amplificar la energía divina. En aparatos electrónicos como relojes y radios también se utiliza cristal de cuarzo para aumentar las señales eléctricas. Hay gente que cree que las antiguas civilizaciones utilizaban los cristales de cuarzo para el transporte y la iluminación y hay teorías que defienden que el Arca de la Alianza consistía de cristales infundidos de intenciones de energía perpetua.
Los Niños de Cristal sienten los impulsos emitidos por cristales y muestran un gran respeto ante las propiedades mágicas y los poderes de los cristales. Muchos de estos niños saben intuitivamente cómo usar cristales durante un trabajo de sanación aunque no tengan ningún entrenamiento formal.

Carri Lineberry es la madre de dos niñas, Shailyn de cuatro años y Maia de tres. Carri dice que a ambas niñas les encanta jugar con su colección de cristales de cuarzo pulidos. En varias ocasiones, las dos niñas han mostrado un infalible conocimiento del poder de esos cristales.
Maia, por ejemplo, guarda una geoda de amatista bajo su cama. «Un día -dice Carri- la encontré y la guardé. Maia lo descubrió rápidamente y volvió a colocar la geoda en su sitio diciéndome que debía quedarse ahí.»
En otra ocasión Shailyn se metió en la cama con Carri. Shailyn descubrió un cuarzo de rosa en la mesilla de noche de su madre y lo cogió. Carri recuerda: «No tengo ni idea por qué tuve que comprar este cuarzo y Shailyn no supo nada de esa compra».
Shailyn colocó la punta del cristal de cuarzo en el centro de la frente de Carri y dijo: «Mami, yo puedo curar a la gente con esto. ¿Sabes que se puede hacer cirugía con ese cristal?». Shailyn siguió colocando el cristal sobre diversos puntos del cuerpo de Carri con la misma seguridad que lo haría un sanador experimentado.
Finalmente Carri preguntó a Shailyn de quién había aprendido a usar cristales para sanar y su hija contestó lacónicamente: «De Jesús».

Carri recuerda que la energía de la habitación era increíblemente serena y plácida: «Tuve piel de gallina. No olvidaré jamás aquella mañana, ni tampoco los atisbos de otro tiempo y espacio que experimenté».
Isaac, el hijo de cuatro años de Judy Springer también tiene un inexplicable conocimiento de cuarzos. En una ocasión, Isaac dijo repentinamente a su madre: «Sabes, los cristales se agotan si se quedan demasiado tiempo dentro de la casa. Si esto ocurre los tienes que dejar fuera durante mucho tiempo».
Algunos Niños de Cristal reciben información de sus guías y ángeles con respecto al uso de los cristales. Otros niños, sin embargo, recuperan este conocimiento de otras vidas.
Stephan y Karen Williams dicen: «Sabrina, nuestra hija de cinco años, desarrolló pronto un gran amor por los cristales cuando se los mostramos. Rápidamente aprendió a reconocer los diferentes tipos de piedras. Ahora nos ayuda a elegir los cristales cuando queremos comprar algunos».

Una tarde, Sabrina dijo que necesitaba una sanación con cristales. Después de haber elegido algunos cuarzos, su madre empezó a enseñarle el sistema de chakras del cuerpo humano. Karen estaba a punto de explicar cómo se debían colocar los cuarzos sobre los chakras cuando Sabrina dijo: «Mamá, ya sé dónde hay que colocarlas porque he hecho todo esto antes». A continuación colocó los cuarzos sobre su cuerpo para una auto-sanación. Karen dijo que al observar a su pequeña hija manipular aquella tarde los cuarzos, se convenció de que la conexión de Sabrina con las piedras procedía de más allá de esta vida.
Puede que la conexión de los Niños de Cristal con vidas anteriores sea una de las razones por la que tienden hacia instrumentos de sanación como cristales, laberintos y ruedas medicinales.

Una niña de seis años mostró un increíble conocimiento con respecto a esas ruedas de medicina. Carolyn dice que ella estaba en el jardín cortando el césped cuando su hija Haley le pidió que echase un vistazo al espacio de meditación que había creado. Una vez en el dormitorio de Haley, Carolyn vio que su hija había atado mantas a los muebles de su habitación para crear un espacio sagrado. Haley había colocado en forma de circulo, en el centro de este espacio, sus cristales y piedras favoritas. Haley explicó a su madre que había estado sentada en el centro haciendo una meditación.
Carolyn recuerda:

La habitación estaba llena de paz y el círculo sagrado que había creado era precioso. Unos días después, Haley me preguntó si quería sentarme junto a ella en el centro del círculo de piedras y me contó todo sobre sanaciones. Compartió conmigo la importancia que tiene el círculo, hizo que sostuviera un cuarzo en mi mano y me indicó que lo acercase a mi corazón. A continuación ella se levantó e invocó a los ángeles alrededor del círculo pidiendo que el arcángel Rafael se colocara junto a nosotras en el centro. Haley colocó un pequeño cuarzo rosa en forma de corazón en el lugar en el que ella veía a Rafael. De este modo la energía sanadora estaba de frente y en el centro. ¡Mi hija sabía perfectamente lo que estaba haciendo! ¡Fue realmente increíble!

Aunque su hijo no esté realizando ceremonias de sanación con cristales, usted podrá observar que su niño o niña tiene una cierta afinidad con estas piedras mágicas. Mary Marshall me contó que su hijo de cuatro años adora los cristales de cuarzo hasta tal punto que los lleva siempre encima y duerme con ellos. Mary dice: «Él es un preescolar y para un proyecto de la escuela debía llevar alguna cosa que comenzara con la letra C. Decidió llevarse unos cristales».
Petra dice que cuando su hija Julie empezó a tener problemas de sueño, los cristales salvaban el día. Petra recuerda que Julie de repente no quería dormir sola y se despertaba cinco o seis veces cada noche. Finalmente Petra tuvo una conversación con Julie y ésta contó que estaba viendo espíritus en su habitación. El problema se solucionó celebrando cada noche un pequeño ritual con Julie. Petra ordena amorosamente a los espíritus que salgan de la habitación y luego coloca un cuarzo rosa y una amatista en la cama de Julie y en la ventana pone un cuarzo de cristal. Esto mantiene la energía libre de visitantes indeseados y desde entonces Julie duerme durante toda la noche sin despertarse.

Otra madre descubrió que los cristales ayudaban a su hija a dormir mejor. Laura Halls, una sanadora energética profesional recibió un mensaje intuitivo para que construyese una rejilla de energía de cristal en el dormitorio de su hija. En el centro exacto del dormitorio colocó una hematita y en cada una de las esquinas de la habitación sendas rodocrositas. Después, Laura visualizó una rejilla energética con las líneas de energía corriendo entre cada una de las piedras formando luego un punto alto en el centro, justo encima de la hematita. Después pidió que se colocaran espejos etéricos alrededor de la pirámide para reflectar la negatividad hacia arriba, alejándola de la habitación. A continuación Laura invocó a los ángeles y guías de la niña para protegerla.
Laura dice que su hija ahora se duerme enseguida y no se despierta en toda la noche. «¡En la habitación de mi hija se elevó la temperatura durante dos días después de haber instalado la rejilla energética ya que produjo mucha energía positiva!»

Algunas ideas básicas con respecto a cristales

Debido a que los Niños de Cristal tienen una relación simbiótica con los cuarzos, tal vez le gustaría enseñarles a sus hijos estas piedras tan asombrosas.
Los cristales de cuarzo se pueden comprar en librerías esotéricas, tiendas especializadas y ferias de gemas. Tenga en cuenta que los cuarzos naturales tienen una energía más fuerte que las variedades creadas artificialmente.
Connie Barrett que fue dueña de una tienda de gemas durante muchos años, recomienda que se permita a los niños que elijan los cuarzos que les atraen. Ella dice que con frecuencia los pequeños saben exactamente qué piedra les ayudará a sentirse más tranquilos y más pacíficos:

En una ocasión una madre visitó la tienda acompañada de su hijo. La madre empezó a hablarme de los diversos problemas de su hijo y éste, a su vez, intentó decirle que ya había encontrado la piedra que quería.
Por fin la madre se dirigió al niño diciendo «¿Quieres estarte quieto por un minuto? Estoy preguntando a la señora qué piedra sería la más adecuada para curar tu asma».
Yo pedí ver el cuarzo que había elegido el niño. Me mostró una rodocrosita, una piedra recomendada para el asma, ya que se dice que ayuda a relajar los músculos del plexo solar. Dije a la madre que su hijo había elegido correctamente escogiendo la piedra que necesitaba.

Los niños muestran mucha intuición cuando eligen sus propios cuarzos. Esto no quiere decir que usted no pueda darles otros cristales que le parece que puedan gustarles. A ellos, probablemente, les encantará cualquier piedra que usted les regale.
Si su hijo es todavía un bebé, recuerde que las piedras pequeñas se tragan fácilmente y pueden ser un peligro. No deje que un bebé se quede a solas con un cuarzo. Cuando lo guarde, hágalo en un lugar alejado del alcance de su niño. También puede comprar un cristal más grande y pulido que no quepa en la boca de su hijo/a o cuyos cantos no pueden hacerle daño. ¡Es importante explicar a su hijo/a que no se deben tirar las piedras!
Connie dice que es importante que los niños tengan libertad para elegir las piedras que quieran, pero también hay cuarzos que pueden ser útiles en determinadas situaciones o condiciones.

* Pesadillas/insomnio: Amatista. Colóquela en la mesilla de noche del niño o debajo de su almohada.

* Dolor de corazón o pena: Cuarzo rosa. Colóquelo sobre el corazón del niño o haga que lo lleve como un colgante a la altura de su pecho.

* Temas relacionados con la autoestima y la seguridad en uno mismo: Citrino. Se puede llevar como anillo o collar o colocarlo en cualquier lugar de la habitación.

* Concentración y estudios: Cornalina. (Para estar enraizado en el presente) o sodalita (para eliminar la confusión mental) se puede colocar en el lugar de estudios del niño.

* Sentirse arrollado por las emociones: piedra lunar. Debe llevarse como colgante o también se puede frotar la frente y las sienes con ella.

* Paciencia: Rodonita. El niño debería frotarlo entre sus manos cuando siente impaciencia.

* Comunicación: Turquesa (en el caso de que su hijo tenga problemas para solicitar ayuda a los demás); ágata de lazo azul (ayuda a comunicarse pacíficamente); amazonita (ayuda a encontrar el valor para decir la verdad); son especialmente eficaces si son llevados como collar o colgante.


Después de comprar el cuarzo debe eliminar la energía de las personas que lo hayan tocado anteriormente colocando la piedra a la luz del sol durante por lo menos cuatro horas. En el caso de que no haga sol puede limpiar la piedra sumergiéndola en agua a la que ha añadido sal marina. No deje el cuarzo demasiado tiempo en el agua salada, ya que la sal puede corroer el cristal. Una vez limpio pida a su hijo que se lo coloque cerca de su corazón y que infunda sus deseos o intenciones a la piedra. Por ejemplo, puede que su hijo o hija quiera que la piedra le ayude en sanaciones físicas o que la necesite para lograr un sueño más tranquilo. En el caso de que alguna energía negativa rodee al cristal, vuelva a limpiarlo exponiéndolo al sol o sumergiéndolo de nuevo en agua salada. Esto se puede hacer regularmente.

Naturaleza divina


La poetisa Dorothy Frances Gurney escribió: «En un jardín, uno está más cerca del corazón de Dios que en ninguna otra parte del mundo». Los Niños de Cristal lo saben instintivamente y sintonizan con la divinidad de la naturaleza. La naturaleza es su iglesia, su templo, su lugar donde tocar, oler y ser conscientes de Dios.
Cuando Colin, un chaval de cuatro años, paseó con su madre por un bellísimo jardín japonés se paró en seco y exclamó: «¡Mamá, esto es maravilloso! ¡Puedo sentir que Dios y los ángeles están aquí!».
Kate Mitchell tiene una tienda de piedras en Los Ángeles y cuenta que recientemente vino un niño llamado Alex con su madre a la tienda. Alex vio una gran drusa de cristal de cuarzo de 500 € y dijo a su madre: «¡Esto es lo que quiero que Papá Noel me traiga estas Navidades!». Su madre dudó por un momento y preguntó: «¿Pero, no te gustaría más un juego de Nintendo como a los otros niños?» Alex respondió terminantemente: «¡No!» Luego le preguntó: «Alex, ¿por qué quieres con tanta insistencia precisamente esta drusa?». Él contestó: «Porque es natural y Dios la creó».

No dude de que Papá Noel trajo al pequeño Alex precisamente esta drusa de cristal como regalo de Navidad.

CAPÍTULO OCHO
ANGELES Y AMIGOS INVISIBLES



A veces se puede observar cómo los bebés de Cristal miran fijamente al espacio, sus cabezas se mueven, y sus ojos están clavados en los ángeles. Con frecuencia, estas miradas son acompañadas de una «conversación» ininteligible con el mundo invisible. Muchos padres, con los que he podido hablar, están convencidos de que sus Niños de Cristal, siendo todavía bebés, (a veces se les llama «Cristalinos») están viendo a los ángeles y a personas queridas fallecidas. ¡Pues claro que sí! ¿Cómo no iba a ser clarividente la generación más sensitiva de todos los tiempos?
Muchas generaciones de seres humanos han alumbrado a bebés y niños sensitivos. Pero la generación de los Niños de Cristal tiene la tendencia a retener sus dones espirituales aún siendo adultos. Una de las razones consiste en la Nueva Era de apertura espiritual pues los padres entienden mejor las habilidades psíquicas de los Niños de Cristal. Las generaciones anteriores se asustaban ante fenómenos como éstos y castigaban a las personas que decían que veían u oían a los ángeles.
Tara Jordan y su familia suelen decir una oración cuando se sientan a cenar. Poco después de que su hijo hubiera cumplido los trece meses, éste empezó a llamar a Jesús durante la oración.
Tara cuenta:

Grant levanta la mirada cuando rezamos y uno se da perfectamente cuenta de que está viendo a Jesús o a los ángeles u otros espíritus de otras dimensiones. Exclama el nombre de Jesús y dice «hola» como si estuviera saludándole. Luego mira el cuadro de la Última Cena que tenemos en el comedor y le saluda nuevamente con la mano. En mi mente no existe ninguna duda de que Grant ve y siente el mundo de los espíritus.

Gracia a la ayuda de sus padres y abuelos, los Niños de Cristal retienen sus habilidades psíquicas a medida que van creciendo. Los Niños de Cristal tienen una natural afinidad con los ángeles, ya que sienten el amor incondicional de estos Seres Celestiales. Les encanta que sus padres les hablen de los ángeles y utilizan ese conocimiento para conectarse con el cielo de una manera todavía más profunda.
Carolyn se llevó mi libro Healing with the Angels cuando tuvo que ir con su hija Haley de cinco años a urgencias, ya que ésta se había roto un brazo. Mientras ella estaba leyendo la oración de la sanación le pidió a Haley que pidiese al arcángel Rafael (el ángel de la Sanación Física) que le asistiese y que la ayudase a que su brazo se curara rápidamente y que no doliese tanto. Después de esto, la pequeña reclamaba a San Rafael cada vez que su brazo le dolía.

Cuando los médicos por fin examinaron a Haley, expresaron su asombro con respecto a la tranquilidad de la pequeña. También Carolyn y su marido Mike se maravillaron por lo relajada que estaba Haley y por su propia serenidad. Carolyn se suele volver muy llorona y asustada cuando a uno de sus hijos le pasa algo. Es obvio que los ángeles estaban ejerciendo su influencia en todos de manera positiva.
Cuando los médicos escayolaron el brazo de Haley, Carolyn sintió una profunda paz en toda la sala de urgencias. Después Haley dijo: «Mira Mamá, la escayola es verde y verde es el color de sanación de San Rafael».

Desde entonces, Haley habla con sus ángeles y trabaja y aprende con ellos. Carolyn dio el pistoletazo de salida y Haley y sus ángeles lo aprovecharon. Una tarde Haley compartió los conocimientos adquiridos. Se puso de rodillas, casi en postura de rezar, y empezó a contar a su madre la maravillosa sabiduría y el gran conocimiento que había adquirido de los ángeles. Carolyn dice: «Tuve la sensación de que Haley era un ángel que canalizaba toda esa sabiduría».
Carolyn relata así la información que Haley compartió con respecto a los arcángeles Rafael, Gabriel y Miguel:

Primero Haley dijo que había ángeles grandes y que sus pies llegaban bien por debajo del suelo, que eran como árboles gigantes que crecían hacia el cielo. Haley admitió que cuando vio por primera vez a los ángeles temió que fuesen fantasmas, ya que hubo muchos en su habitación. Pero luego vio sus alas y supo que eran ángeles y que no había nada que temer.
Dijo que el ángel del Conocimiento estaba trabajando con ella. Una noche preguntó a ese ángel qué significaba la palabra «actividad». El ángel le contestó que significaba «que pasan muchas cosas». Haley dice que le están enseñando matemáticas y a leer. Su maestra del parvulario lo corrobora diciendo lo impresionada que está por el vocabulario de Haley.

En otra ocasión Haley me preguntó qué significa la palabra «anestesia». Inquirí a mi hija dónde había oído esta palabra y ella me contestó que San Rafael la había utilizado la noche anterior mientras le enseñaba a sanar. Haley dice que en ocasiones, cuando está jugando en su habitación, no está sola, está jugando con San Rafael y otros ángeles.

Niños sensitivos, padres sensitivos

Los ángeles nos rodean a cada uno de nosotros y los Niños de Cristal se comunican con ellos con toda confianza. ¡Si usted tiene un Niño de Cristal, tiene acceso a su propio maestro de desarrollo sensitivo!
Crystal, la madre de Zoey dice: «En cuanto Zoey nació empecé a ver ángeles y parientes fallecidos. Mi sensibilidad se estaba agudizando». Una de las razones por las que los Niños de Cristal son catalizadores de las habilidades sensitivas tiene que ver con su poderosa energía de amor. Este amor abre nuestros chakras, especialmente el chakra de la zona del corazón. Dejamos de tener miedo al amor y esto nos conduce a ser más conscientes de la presencia amorosa de los ángeles.
Crystal dice que comenzó a percibir halos de luz alrededor de Zoey. ¡Esos halos se ven incluso en las fotografías de la pequeña!

Es perfectamente normal, incluso sano, que los niños tengan «amigos invisibles»
es decir, seres que por regla general son sus ángeles de la guarda o guías espirituales.

Muchos de los padres y abuelos con los que hablé, me hablaron de una luz chispeante, auras relucientes e incluso, ángeles en torno a sus Niños de Cristal. Cindy Goldenberg dice que percibe halos de luz azul-blanquecinos alrededor de su hija dormida. Cindy dice: «Si yo movía la manta de Kirsten, los halos se metían debajo de la manta; seguían irradiando».
Cindy ha animado mucho a Kirsten a aprovechar su clarividencia y dice que su hija de cinco años acierta bastante cuando «lee» a la gente, basándose en los colores de su aura. Cindy y Kirsten espolvorean «polvo de ángeles y hadas» sobre los titulares de la prensa para que la gente involucrada en la noticia pueda sanar. Ellas son un buen ejemplo de cómo padres e hijos pueden unir sus dones espirituales.

Amigos invisibles

Es perfectamente normal, incluso sano, que los niños tengan «amigos invisibles», es decir, seres que por regla general son sus ángeles de la guarda o guías espirituales. Cuando los padres apoyan y animan las relaciones de sus hijos con sus amigos invisibles, los niños se sienten validados por tener esas habilidades naturales que son un regalo de Dios.
A veces esos amigos invisibles son arcángeles que ayudan a los niños en importantes propósitos de vida. O puede ser también que los amigos invisibles sean ángeles de la guarda que ayudan a los niños a perder sus miedos. Los amigos invisibles pueden, incluso, ser parientes fallecidos, amigos, o también animales domésticos.
Hace varios años una mujer llamada Melissa se quedó embarazada por un hombre al que ella adoraba y amaba. Sin embargo, ese hombre no estaba interesado en una relación estable ni en tener un bebé. Melissa no dijo a su joven hijo Liam que estaba embarazada. No obstante, un día, Liam confeccionó un dibujo y lo entregó a su madre explicándole que era un dibujo de su pequeño hermano (en aquella época Melissa tenía un sólo hijo).

Finalmente, Melissa eligió terminar el embarazo sin contárselo a Liam. Más o menos una semana más tarde, Liam dijo que su hermano pequeño le había dicho: «He decidido no venir aún, pero estoy bien y te quiero». El hermano pequeño le contó que estaba cuidando a Melissa como ángel de la guarda hasta que estuviese preparado para nacer como un niño. Cuando llegara este momento, los dos, el hermano pequeño y Liam cuidarían de su madre.
Melissa dice que Liam es un clarividente increíble. En una ocasión Melissa hizo una meditación para averiguar cuál era su «animal de poder» (algunas tradiciones creen que todos tenemos un animal como guía espiritual y que no es necesariamente un animal doméstico que se haya muerto). Durante la meditación, Melissa descubrió una leona a su lado. Ella estaba sentada en su gran sillón de cuero y estaba disfrutando con esa meditación cuando Liam entró en la habitación. Preguntó de dónde venían los grandes arañazos en el sillón. Cuando Melissa dijo que no tenía idea, Liam contestó su propia pregunta.

- Mamá, tú sabes que ha sido tu león quien los hizo -dijo.
- ¿Mi león? -preguntó Melissa.
- Sí Mamá, el león que te sigue a todas partes. ¿Es que no le ves?

Liam explicó que él siempre había visto a la leona junto a su madre y dijo que ese gran gato dormía a los pies de la cama de su Madre durante la noche.
Melissa dice: «¡Estaba sorprendida!» Y añade: «Me siento bendecida y honrada teniendo a ese hijo. Él es mi luz y mi fuerza».
Una de las razones por las que los padres no deben preocuparse por la elevada sensibilidad de sus hijos es que estos dones pueden ayudar a los niños a sanar de dolores emocionales y físicos. Son las habilidades divinas de autosanación que existen en cada uno de nosotros.
Por ejemplo, Sabrina de cinco años estaba profundamente apenada cuando murió una de sus amigas. Ella recibió consuelo de los ángeles con los cuales había tenido una relación personal a lo largo de toda su vida. Aun así, sólo se tranquilizó cuando «vio» a su amiga en el mundo espiritual.
Sabrina dijo que durante un sueño, habló con su amiga y que ésta estaba bajo un arco iris y que sonreía.

Un tiempo después, la madre de Sabrina dio este mensaje a los padres de la amiga y éstos, a su vez, le dijeron que el último dibujo de su hija había sido un dibujo de sí misma bajo un arco iris.

Memorias de vidas pasadas

Algunos de los Niños de Cristal hablan de vívidas memorias de otras vidas. Esto en sí mismo no es tan inusual, ya que los niños hablan con frecuencia de vidas pasadas. El desarrollo nuevo y excitante es que actualmente hay más adultos que dan permiso para hablar de ellas y dan una validación a las conversaciones sobre vidas anteriores de sus hijos. Esta actitud permite a los niños que mantengan estas memorias vivas sin regodearse en ellas.

Cuando nos percatamos de que la vida es eterna, perdemos nuestra preocupación con respecto a la muerte. También eliminamos la ansiedad perpetuada por algunas religiones que amenazan con el infierno y la condena. Cuando alejamos estos miedos somos verdaderamente libres para vivir plenamente.
A continuación relato algunos ejemplos de niños que recuerdan otras vidas:

* Robert de seis años habla con frecuencia de sus «padres antiguos», aquellos que tenía antes de entrar en el vientre de su mamá. Robert ha descrito su vida con ellos dando muchos detalles y contó a su madre que él desde el cielo observó cómo ella agitó aquella cosa que luego se volvió de color azul (un test de embarazo) y que después se metió en su vientre.

* Beverly Moore dice que su hijo Ethan de cinco años parece recordar muchas vidas pasadas. Beverly dice: «Ethan habla mucho de vidas pasadas. Siempre dice. "¿Recuerdas cuando yo tenía tu edad y tú eras mía?" Me contó que en una de estas vidas él había sido mi madre y en otra mi padre».

* Evan de cinco años estaba hablando con Nathan, su hermano mayor, del tópico respecto a niñas. Nathan dijo de repente: «Evan, ¿cómo es posible que sepas algo respecto a niñas? ¡Sólo tienes cinco años!». Evan le contestó inmediatamente: «¡Nathan, por Dios, he sido mujer por lo menos sesenta veces!».


Algunos de los Niños de Cristal están aquí, en el planeta Tierra, por primera vez y la vida terrestre les puede parecer extraña y les puede confundir. Cathy contestó a William, su hijo de tres años que estaba sentado en su falda preguntando si ya podían irse a casa. Cathy contestó a William: «Pero nosotros estamos en casa» y le replicó: «¿De veras?» Por fin Cathy se dio cuenta de que William se estaba refiriendo a una existencia previa extraterrestre y dijo suavemente a su hijo: «Estamos aquí en la Tierra porque debemos estar aquí y nuestro hogar no está tan lejos». Eso pareció satisfacer a William.

Parte de nuestro trabajo como guardianes adultos de los Niños de Cristal consiste en enseñarles cómo se vive la vida en la Tierra. Esto incluye ayudarles a permanecer abiertos a nivel sensitivo, enseñándoles cómo deshacerse de energías inferiores y fortalecerles con conocimientos. Somos los jardineros adultos que deben nutrir a los Niños de Cristal como si fuesen brotes florales que quieren abrirse para convertirse en flores plenamente abiertas.